El alcalde del condado de Miami-Dade (Florida) anunció la suspensión de la reapertura de las playas, que estaba programadas para este lunes, luego de la realización de protestas en la zona y en otros estados del país.
Según explicó Carlos Gimenez, la mayoría de los oficiales que iban a estar desplegados en las playas para controlar las medidas de distanciamiento social, estarían destinados a patrullar las calles ante las posibles nuevas manifestaciones, iniciadas tras la muerte de un afroamericano durante un arresto.
“Ojalá podamos abrir el martes, pero todo depende de lo que pase hoy”, añadió, en entrevista con el programa This Week.
El retraso podría ser de solo un día, pero dependerá del desarrollo de la situación. “Por ahora es un día, vamos a ver qué pasa”, añadió.
En el programa se informó que hubo 57 arrestos, la mayoría acusados de violar el toque de queda, una medida que, según confirmó el alcalde, continuará la noche de este domingo, de 21 a 6. “Mi trabajo es asegurar que el condado sea seguro”, remarcó.
“La actuación de un policía en Minneapolis no debería tener consecuencias en Miami”, opinó. La muerte de George Floyd avivió las tensiones raciales en el país y los reclamos contra los abusos policiales.
El jefe comunal también indició que los saqueos y la violencia no pueden considerarse como parte de una protesta de “desobediencia civil”.
“Apoyo 100 por 100 las protestas pacíficas, pero ese tipo de desorden no se va a tolerar (...). La violencia nunca es la respuesta”, dijo Giménez en una alocución en redes sociales, tanto en español como en inglés.
Los disturbios del sábado se concentraron en la zona del Downtown y de Overtown, dos de los barrios situados en el centro de Miami.
Los manifestantes, que coreaban consignas como “que le jodan a la policía”, “que le den a Donald Trump” o “arrondíllense”, incendiaron varios vehículos de la policía y destrozaron mobiliario urbano frente a policías antidisturbios.
Alrededor de las 22 horas, los equipos antidisturbios dispersaron a la multitud mediante el uso de gases lacrimógenos y balas de goma.
Una treintena de ciudades estadounidenses, desde Los Ángeles a Chicago, pasando por Cleveland, Washington DC y Nueva York, están siendo escenario de protestas por la muerte de Floyd.
(Con información de EFE)
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