Manifestantes se enfrentaron el miércoles a la policía antidisturbios, que disparó gas lacrimógeno, por segunda noche consecutiva, en Minneapolis, debido a la indignación causada por la muerte de un afroamericano visualizada en un video en el que se lo veía intentando tomar aire mientras un agente blanco le apretaba el cuello con la rodilla.
El vídeo, tomado por un espectador del incidente que tuvo lugar el lunes por la noche entre la policía y George Floyd, de 46 años, mostraba al hombre negro tumbado boca abajo y esposado, suplicando ayuda entre gemidos y diciendo repetidamente: “Por favor, no puedo respirar”, antes de quedar inmóvil.
El segundo día de manifestaciones, acompañado de saqueos y actos de vandalismo, comenzó horas después de que el alcalde Jacob Frey instara a los fiscales a presentar cargos penales contra el policía blanco que aparece inmovilizando a Floyd en la calle.
Floyd, que estaba desarmado y al parecer era sospechoso de intentar pasar un billete falso de 20 dólares en un restaurante, fue trasladado en ambulancia tras su detención y declarado muerto la misma noche en un hospital.
El policía que aparece arrodillado en el cuello de Floyd y tres compañeros involucrados fueron despedidos del departamento de policía el martes, mientras el FBI abrió una investigación. Un nuevo video podría descartar la afirmación de la policía de que el hombre se resistió ante la detención. En imágenes tomadas por cámaras de un restaurante ubicado frente al lugar del arresto aparece con las manos esposadas a la espalda, y es trasladado sin resistencia por la policía.
Cientos de manifestantes, muchos con el rostro cubierto, abarrotaron las calles alrededor de la comisaría del Tercer Precinto Policial a última hora del miércoles, a media milla de donde Floyd había sido arrestado, cantando: “Sin justicia, no hay paz” y “No puedo respirar”. La multitud creció hasta contar con miles de personas al caer la noche y la protesta se convirtió en un enfrentamiento fuera de la comisaría.
Los agentes de policía, algunos desde los tejados, usaron gas lacrimógeno, balas de goma y granadas de contusión para mantener a raya a la multitud. Los manifestantes lanzaron piedras y otros proyectiles a la policía. Algunos lanzaron botes de gas lacrimógeno a los oficiales.
En imágenes de televisión tomadas desde un helicóptero sobre el área se veía a decenas de personas saqueando una tienda de la cadena Target, corriendo con ropa y carros de la compra llenos de productos.
En algunos comercios se declararon incendios después del anochecer, incluyendo una tienda de piezas de automóviles. Testigos presenciales dijeron que los incendios parecían intencionales.
Los manifestantes también se reunieron la tarde del miércoles frente a la residencia del agente acusado de la muerte de Floyd, en los suburbios de la ciudad, y en la casa de Minneapolis de Mike Freeman, el fiscal del condado de Hennepin, quien tomará la decisión de presentar cargos en el caso. En dichas protestas no se reportaron actos violentos.
En California, cientos de personas que se manifestaban por la muerte de Floyd bloquearon el miércoles una autopista de Los Ángeles y rompieron los vidrios de autos de la Patrulla de Caminos del estado.
El alcalde de Minneapolis, Jacob Frey, también se preguntó este miércoles “por qué el hombre que mató a George Floyd no está en la cárcel”, y agregó: “Si tú o yo hubiéramos hecho esto, estaríamos tras las rejas”.
El presidente estadounidense, Donald Trump, se refirió al caso como un “evento muy, muy triste”, y aseguró que “vería” si la policía debe ser procesada.
Más enfática, la senadora negra Kamala Harris, ex fiscal de California y ex aspirante presidencial demócrata, denunció “un acto de tortura” y “una ejecución pública” en un sociedad marcada por el racismo.
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