La compañía norteamericana de Real Estate, Douglas Elliman conjuntamente con el Jackson Health System, uno de los sistemas médicos de salud más prestigiosos de los Estados Unidos y del mundo, ofrecieron por Zoom una charla exclusiva para residentes de Miami-Dade County titulada: “Mantenernos a salvo y salir”. La exposición estuvo a cargo de: Carlos Migoya, Presidente y CEO de Jackson Health System; el Dr. Peter Paige, director médico; y Matthew Pinzur, director de marketing. Fueron moderados por Robin Kludge, broker de Douglas Elliman.
Cada uno de los disertantes contribuyó a clarificar lo que se sabe hasta hoy del COVID-19 y a dar lineamientos a seguir para protegernos de la enfermedad a medida que las ciudades, provincias y naciones reabren.
Jackson Health System es un sistema médico académico sin fines de lucro que garantiza que todos los residentes reciban un único y alto nivel de atención independientemente de su capacidad de pago. En casi 100 años, Jackson se ha convertido en uno de los principales proveedores médicos del mundo, con una influencia que va mucho más allá del sur de la Florida en Estados Unidos. Cuenta con un staff de médicos altamente capacitados y una atención de vanguardia.
El Jackson Memorial Hospital, que es parte de este sistema, es hoy uno de los más grandes y respetados hospitales públicos dentro de Estados Unidos con más de 2000 camas y liderazgo global en cuidados especiales. El sistema también incluye dos hospitales comunitarios del vecindario, Holtz Children’s Hospital, Jackson Behavioral Health Hospital, Jackson Rehabilitation Hospital, dos hogares de ancianos y una red de centros de atención urgente, consultorios médicos y clínicas.
Migoya, Presidente y CEO del JHS, comenzó su exposición haciendo referencia al desafío primordial que representa para los países hoy el preparar sus sistemas de salud para recibir un caudal importante de pacientes.
Se debe incrementar sustancialmente el número de camas disponibles, de respiradores y de testeos. Puso de ejemplo el caso de Nueva York, donde colapsó su capacidad sanitaria debido al gran caudal de enfermos, diferenciándolo del resto del país. Confirmó que hoy en el Condado de Miami-Dade hay sólo 167 hospitalizados con Covid-19. Al haber un sobrante importante de camas tiene sentido empezar a reabrir.
Por otra parte indicó que en Miami el ratio de infectados leves es aún mayor al 80%. En referencia a los tests aseveró que los mismos no son 100% seguros habiendo dado en muchos casos falsos negativos con lo que hay que re testear. Los pacientes con la enfermedad confirmada deben ser aislados y el resto debe seguir su vida dentro de la ¨nueva normalidad¨. Por el momento no se permiten visitas a los pacientes internados con Covid-19 pero pronto permitirán la entrada de un visitante por paciente siguiendo determinados protocolos de seguridad.
Con respecto a la necesidad del uso de barbijos y guantes, remarcó que lo más importante sigue siendo mantener el distanciamiento social (1,5 mts. entre una persona y otra). De no poder mantenerlo entonces sí se hace indispensable el uso de barbijo.
Recomendó no usar mascarilla o tapaboca en caso de realizar actividad física ya que la humedad por la transpiración hace que pierda su filtro. Las probabilidades de contagiar o ser contagiado corriendo al aire libre son bajísimas ya que son segundos lo que dura el cruce entre personas. En lo que respecta al uso de barbijos quirúrgicos N95 tan recomendados, desaconsejó su uso ya que los mismos disminuyen de manera importante la entrada de oxígeno siendo esto muy perjudicial para la salud. Se deben usar barbijos quirúrgicos comunes que no son reutilizables por perder su efectividad. Remarcó que la importancia del uso del barbijo radica más en actuar como recordatorio para mantener el distanciamiento social que es irremplazable. En caso de estar en lugares cerrados su uso se hace necesario para proteger a los demás.
Con respecto al uso de guantes lo consideró bueno pero no imprescindible ya que lo fundamental sigue siendo el frecuente lavado de manos durante 20 segundos. El riesgo está en tocarnos la cara con las manos si las mismas se han infectado. Por eso es tan importante lavarlas con frecuencia.
Remarcó la urgencia de poner el foco en los geriátricos, así como también en aquella parte de la población mayor de 65 años con problemas de obesidad, diabetes, precondiciones cardíacas o cualquier otra enfermedad que comprometa el sistema inmunológico. Se refirió a las posibles vacunas, pero se mostró poco optimista ya que duda si estas serán lo suficientemente efectivas y capaces de resolver el problema.
Aseguró debemos volver a nuestras vidas y trabajo tomando los recaudos necesarios para evitar el contagio. No asistir a lugares donde no nos sintamos cómodos. Las vacunas no resolvieron el problema de la gripe, por lo tanto debemos seguir con nuestras vidas y en caso de enfermedad, trabajar desde nuestras casas como hoy lo venimos haciendo. "Hay en este momento 12 vacunas diferentes en tratamiento pero si su efectividad no está probada, ¿quién se arriesgará a vacunarse?”
Cree que seguramente tendremos una segunda y tercera ola como pasa con la gripe. Con respecto a los termómetros y scanners de temperaturas sirven para detectar enfermos pero no podemos confiarnos ya que se puede no tener fiebre y tener COVID-19 y contagiar. En referencia a los tests de anticuerpos aún no tienen números confiables.
También se refirió a la inflamación multi sistémica en niños, diarreas, nauseas, fiebre y rush, todos síntomas semejantes a los que presenta la rara enfermedad Kawasaki que algunos relacionan con Covid-19 pero aún no ha sido confirmado. Se está manifestando en jóvenes de 20 años con buena recuperación, pero hay que prestar atención a los síntomas y acudir a centros de salud. Cerró abordando el tema de las salidas a los restaurantes donde las mesas deben estar ubicadas a un metro de distancia unas de otras. Es conveniente concurrir a una misma mesa sólo con quienes se tenga la seguridad de que se han cuidado.
El Dr Paige comenzó explicando que el COVID-19 se presentó en sus comienzos como una variedad más de coronavirus, con síntomas comunes a la gripe: tos, resfrío y fiebre. De manera acelerada se fue agravando quedando íntimamente ligado al sistema inmunológico de cada organismo y la respuesta que el mismo daba a la enfermedad. Comenzó a complicar a varios órganos del cuerpo agravando la situación de muchos enfermos. Cada día se fue agregando un nuevo síntoma: resfrío, tos, fiebre, diarrea, dolor abdominal, problemas respiratorios, insuficiencia de oxígeno, neumonía.
Sin embargo, remarcó que se debe tener en cuenta que el 80% de los pacientes con COVID-19 pasan la enfermedad con síntomas leves y muchos sin siquiera enterarse. Estos últimos son los llamados asintomáticos quienes aún así, son altamente contagiosos. El restante 20% de los enfermos la pasa mal y dentro de este porcentaje, sólo el 5% llega a estados muy críticos, debiendo ser internados en terapia intensiva donde algunos fallecen.
Aunque una gran mayoría de países ha comenzado a reabrirse, debemos estar atentos ya que no sabemos cuándo resurgirá el virus, de qué forma se presentará, ni cuánta es la población que será atacada violentamente por el mismo. Se debe salir con responsabilidad siendo las dos medidas indispensables y más eficaces para prevenir el contagio el distanciamiento social y la higiene de las manos con regularidad.
Con respecto a los viajes en avión reconoció que hay un temor generalizado, pero recalcó que las compañías aéreas están trabajando desde hace tiempo ya en la seguridad para evitar contagios. En base a la información médica recaudada, están implementando protocolos de seguridad necesarios para retomar los viajes internacionales lo antes posible. Para Paige esto no será antes de julio/agosto. En caso de viajar aconsejó llevar sus propios elementos de higiene como alcohol en gel y moverse por el avión lo menos posible. Higienizarse las manos a la entrada y salida del baño. Hacer lo que a cada uno lo haga sentir cómodo aunque seguramente será requisito obligatorio viajar con barbijo.
Matthew Pinzur habló sobre las cuarentenas, donde existen dos corrientes de pensamiento:
La primera la toma como medida indispensable para aplanar la curva de contagios y así evitar que colapse la capacidad hospitalaria. Paralelamente trabajan en incrementar el número de camas y equipos para no verse en la disyuntiva de tener que decidir a quien atender y a quien dejar morir. Una vez que hay capacidad suficiente disponible frente a la cantidad de enfermos se puede empezar a reabrir.
La segunda corriente quiere mantener la cuarentena hasta que aparezca la vacuna o medicación que alivie los síntomas y controle la enfermedad lo cual puede llevar meses, y en el caso de la vacuna hasta más de un año. Según Pinzur, cuanto más tiempo se mantenga encerrada a la población menos efectividad tendrá y todo empeorará.
La cuarentena, como bien su nombre lo indica, está limitada a 40 días. Pasado ese lapso se produce fatiga social y la gente ya no la cumple. Por otro lado afirmó que los gobiernos pueden decidir cerrar temporalmente los negocios, restaurantes, bares, museos y cines con el fin de reducir la circulación de gente en las calles, pero lo que no pueden es obligar a sus ciudadanos a estar encerrados por meses ya que esto atenta contra sus libertades y derechos.
Para finalizar habló de las formas de contagio aseverando que es altamente improbable que se produzca por tocar un paquete o superficies. No hay ningún caso que confirme esto. En referencia al uso de piscinas en áreas comunes no es necesario usar barbijos si se mantiene la distancia social. En lo que respecta a las citas amorosas aconsejó ver a aquellos personas en las que se confíe y sepa que se han cuidado.
“Luego de haberlos escuchado mis conclusiones son que el distanciamiento social y el lavado frecuente de las manos acompañados de sentido común y respeto por los demás serán los pilares fundamentales para retomar la vida cotidiana en la llamada ‘Nueva Normalidad’. Hasta que aparezca una medicación que controle la enfermedad , o una vacuna que la prevenga , deberemos acostumbrarnos a convivir con esta realidad”, dijo.
Carlos A. Migoya es el Presidente y CEO de este grupo desde mayo de 2011. En su primer año en Jackson, el Sr. Migoya lideró una transformación que revirtió años de pérdidas masivas, incluida una pérdida de USD 82 millones en el año anterior, y produjo un excedente de más de USD 8 millones. Fue nombrado uno de los Power Leaders del South Florida Business Journal.
El Dr. Peter Paige, Senior Vice Presidente y Chief Medical Officer. Dirige el área médica de uno de los sistemas de salud más prestigiosos y respetados.
Matthew Pinzur es Vice Presidente y Chief Marketing Officer. Previo a asumir este cargo fue asistente especial del Administrador de Miami -Dade County. También fue durante 6 años periodista del Miami Herald.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: