Ya es oficial.
Este miércoles, el alcalde de Miami-Dade, Carlos Giménez, anunció en conferencia de prensa que las playas del condado reabrirán al público a partir del 1 de junio. Y lo harán, detalló, sin limitaciones en los horarios o restricciones de aforo.
Aunque en el país numerosas zonas costeras ya autorizaron la reapertura de sus playas, en Miami-Dade la decisión se retrasó por la alta incidencia del COVID-19. Allí, hasta este miércoles, se registraron 17.225 casos positivos y un total de 655 defunciones. Unos números que llevaron al condado a convertirse en el epicentro de la pandemia en el estado de Florida.
Sin embargo, a pesar del duro golpe del COVID-19 a Miami-Dade, Carlos Giménez reveló este miércoles que turistas y residentes podrán disfrutar desde el próximo lunes del mar y la arena sin grandes restricciones.
Estará permitido llevar sombrilla, tumbarse en la arena y bañarse. Y entre las escasas normas a cumplir, los visitantes deberán respetar una distancia mínima de seguridad de dos metros, con excepción de las personas que residan en un mismo inmueble.
Este es el listado completo de las actividades permitidas y prohibidas para los bañistas que disfruten de la costa de Miami-Dade este verano.
Actividades permitidas:
Tomar el sol.
Acostarse en la arena.
Practicar deportes acuáticos: kayak, snorkel, paddle surf, natación.
Caminar o trotar por la orilla.
Alquilar sillas y sombrillas.
Utilizar los baños públicos, -siempre que se utilice una mascarilla-.
Reunirse en grupos de 10 personas o menos, -si no residen en el mismo hogar, aclaran las autoridades, deberán respetar la distancia de dos metros-.
Además, los visitantes no tendrán que utilizar un cubrebocas cuando estén en la arena, mientras mantengan la distancia de seguridad.
Acciones prohibidas
Reunirse en grupos de más de 10 personas.
Llevar tiendas de campaña o carpas grandes. A pesar de que estos objetos no están permitidos, las sombrillas pequeñas sí pueden utilizarse.
Jugar partidos de fútbol, volley u otros deportes grupales.
Acudir al baño o al stand de un concesionario sin utilizar cubrebocas. Las autoridades insistieron en que esto es un requisito obligatorio y que los visitantes siempre tendrán que tener disponible un cubrebocas.
Escasas limitaciones
Aunque sí se concretaron algunas restricciones, lo cierto es que son permisivas en comparación con las establecidas por el Condado de Broward, la segunda zona más afectada de Florida por la pandemia, con 6.799 casos y 300 muertes. Allí, las playas volvieron a abrir el 26 de mayo, pero con numerosas limitaciones.
A diferencia de Miami-Dade, en Broward está prohibido tumbarse en la arena o tomar el sol. Tampoco se permiten sombrillas, toldos, sillas, tumbonas o neveras de playa. Los bañistas sí podrán en cambio nadar, remar en Kayak, trotar por la arena o practicar paddle surf, siempre que no sean deportes grupales.
La reaperturade las playas de Miami-Dade llega después de un “pico” de muertes por COVID-19 en Florida. Según las cifras oficiales, 60 personas fallecieron en el estado este miércoles 27 de mayo a causa del nuevo coronavirus. En total, 53.285 personas contrajeron la enfermedad y se han producido 2.364 muertes.
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