El pasado 15 de mayo, el cadáver de una criatura marina apareció varado en una playa de California.
Todd Shanklin, un salvavidas del condado de San Diego, fue la primera persona que lo avistó tendido sobre la arena de San Onofre State Beach. Al acercarse al animal, le sorprendió. De aproximadamente 2.70 metros de largo, tenía la apariencia de una ballena, pero su aspecto feroz y sus dientes largos y puntiagudos, parecidos a los de un tiburón, le desconcertaron.
Incapaz de identificar de qué especie se trataba, Shanklin le tomó varias fotografías y se las envió a su amigo Jim Serpa, un ex supervisor de Doheny State Beach, en Dana Point. Tras comprobar las imágenes, el hombre de San Clemente tuvo un presentimiento. Y cuando acudió a ver en persona al animal, supo, asombrado, que su intuición no le había fallado: el ejemplar era un cachalote pigmeo.
“Cuando vi la gran cabeza bulbosa, la pequeña aleta dorsal en su espalda y los dientes de daga supe exactamente qué era", explicó Jim Serpa en declaraciones a The Orange County Register. “También tenía un orificio extraño que estaba más arriba que cualquier otra ballena y un poco descentrado. Al acercarme, supe que mi identificación de las primeras fotos era correcta”, agregó.
Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EEUU (NOAA, por sus siglas en inglés), avistar un cachalote pigmeo es un suceso insólito. Por lo común, esta especie protegida, que habita en aguas templadas y tropicales, prefiere zonas profundas, y evita siempre el contacto con los humanos. Esto dificulta conocer cuál es su población real actualmente.
“Los cachalotes pigmeos usualmente evitan veleros y aviones, los instrumentos que nuestros científicos usan para medir el tamaño de la población. Además, las ballenas solo salen a la superficie cuando el mar y las condiciones meteorológicas están muy calmadas. Como resultado, los científicos rara vez observan cachalotes pigmeos en el mar”, explica NOAA en su sitio web.
Jim Serpa explicó que hasta este mes de mayo, nunca había visto un ejemplar de esta especie. Y su presencia al sureste de California, también resulta inquietante, ya que normalmente, este mamífero marino prefiere aguas más calientes, y suele habitar en Hawaii, el Atlántico Norte, el Golfo de México y el Pacífico Noroeste (ubicado entre el estado de Washington y Canadá).
"Los científicos dicen que el Pacífico está bastante cálido en este momento, así que tal vez llegó aquí en una masa de agua caliente. O quizás están aquí más de lo que sabemos, pero no las vemos porque se esconden de nosotros”, dijo al diario digital el ex supervisor.
Según explicó Jim Serpa, en el cadáver del cachalote vio un agujero que él identificó como una herida de bala. Sin embargo, los funcionarios de NOAA creen que es necesario analizar más en profundidad la marca para saber si realmente fue causada por un arma de fuego; y en este momento, investiga si pudo ser provocada por la mordida de un tiburón.
"Esta es una especie que bucea en aguas profundas, y estos pequeños tiburones comúnmente les muerden, y resulta una herida perfectamente circular que identificamos erróneamente todo el tiempo”, dijo Justin Viezbicke, coordinador de varamientos de mamíferos marinos de NOAA.
“Esta especie bucea en aguas profundas y las posibilidades de encontrarse con alguien con un arma son mucho más bajas, que la de que sea la mordedura de un tiburón”, insistió.
Los cachalotes pigmeos, explica NOAA, pueden vivir hasta 23 años, y medir hasta 3.35 metros. Además, pesan entre 315 y 455 kilos y tienen entre 20 y 32 dientes afilados que utilizan para devorar calamares y mantenerlos atrapados mientras los engullen.
Una de las principales amenazas de la especie son las redes de pesca, y por ello, está protegida en todo el territorio nacional de EEUU.
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