Estados Unidos logró este miércoles la primera de lo que prometen ser numerosas batallas legales en el caso de Meng Wanzhou, la ejecutiva de la compañía de telecomunicaciones china asociada al Partido Comunista Huawei, en el que busca su extradición desde Canadá para juzgarla por acusaciones de fraude bancario y robo de secretos comerciales.
En concreto, un juez canadiense determinó que Estados Unidos pasó una prueba legal para buscar la extradición de Wanzhou, quien se encuentra detenida en ese país desde diciembre de 2018 a pedido de Washington.
No obstante, la batalla legal podría extenderse por años, considerando que la defensa de Meng tiene la posibilidad de apelar la decisión y también ha realizado una serie de presentaciones paralelas que la corte ha aceptado revisar.
Washington acusa a Meng -hija del fundador y presidente de la compañía, Ren Zhengfei- de engañar al banco con el que operaba en Estados Unidos con respecto de los vínculos entre Huawei y una subsidiaria que tenía negocios en Irán, Skycom, país que se encuentra bajo sanciones de la administración de Donald Trump.
Documentos judiciales que respaldan la acusación muestran que los empleados de Skycom usaban correos electrónicos y credenciales de seguridad de Huawei, y el gigante de las telecomunicaciones chino administraba también sus cuentas bancarias.
El banco aprobó transacciones por más de 100 millones de dólares a Skycom entre 2010 y 2014, pese a que Meng dijo a ejecutivos de la compañía en una presentación en 2013 que Huawei ya no era dueña de Skycom y que ella había renunciado a la junta directiva de esa compañía. Las acciones podrían haber violado sanciones internacionales.
La defensa, no obstante, ha negado cualquier responsabilidad. Sus abogados rechazaron el pedido de extradición asegurando en enero que las acusaciones no constituían ningún delito en Canadá porque el país había dejado de implementar sanciones contra Irán en 2016.
La corte solo aprobará la extradición si concluye que el acto constituyó un delito en Canadá al momento de su comisión. En esa línea, dijo que el pedido de Estados Unidos cumplió con los requisitos legales, y que la acusación que enfrenta en su vecino al sur también aplicaría al norte de la frontera.
Desde su detención el 1 de diciembre de 2018 durante una escala en Vancouver, Meng está en libertad condicional y vive en una lujosa residencia de su propiedad en la metrópoli canadiense.
El hecho se ha convertido en un punto de seria tensión entre Estados Unidos y China, en el que también se ve involucrado Canadá. En enero, en ocasión de la primera audiencia respecto del caso, el ministerio de Asuntos Exteriores chino lo calificó como un “grave incidente político” y instó a Ottawa a dejarla en libertad para normalizar las relaciones."Estados Unidos y Canadá están abusando de su tratado bilateral de extradición", dijo un portavoz de la cancillería china en Beijing.
Por su participación en este asunto, Ottawa ha denunciado consecuencias como el arresto de dos canadienses y las restricciones a sus envíos agrícolas a China. Calificó de arbitrarias las detenciones del exdiplomático canadiense Michael Kovrig y el empresario Michael Spavor, quienes fueron acusados de espionaje nueve días después de que Meng fuera arrestada.
Ottawa llama a estas detenciones “arbitrarias” y son ampliamente vistas como represalias. Mientras que la número dos de Huawei vive en libertad condicional en una de sus dos lujosas residencias en Vancouver, los dos canadienses han estado encarcelados desde entonces y prácticamente no tienen acceso a atención consular.
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