El vídeo de cientos de personas que beben cócteles bajo el sol en una piscina de Misuri, en Estados Unidos, ha sido visto más de 16 millones de veces desde el sábado, suscitando temor sobre un regreso demasiado precipitado a la normalidad en plena pandemia de covid-19.
La escena ocurrió el sábado en un bar restaurante a orillas del lago de los Ozarks, en los montes homónimos, en el centro del país. Es la misma zona donde transcurre una de las series más vistas de Netflix, cuya tercera temporada fue estrenada durante la pandemia.
“No hay preocupación por la covid en el lago de los Ozarks”, tuiteó Scott Pasmore, un periodista de televisión, mientras filmaba a cientos de personas apretadas en la piscina y en torno a ella.
El estado de Missouri levantó el 4 de mayo una parte de las restricciones sobre las reuniones, los bares y los restaurantes, pero las consignas obligatorias de distanciamiento físico no han sido respetadas en este caso.
Missouri es uno de los estados del país menos afectados por el coronavirus, con 12.000 casos y 681 muertes, según las cifras oficiales. El condado de Miller, donde se sitúa el bar, apenas registró 4 contagios desde el principio de la epidemia.
La fiesta generó furibundas críticas del cercano condado de St. Louis, desde donde mucha gente se trasladó al lago debido al feriado del Memorial Day, pese a la preocupación por la pandemia de coronavirus.
Las autoridades dijeron que cualquiera que ignorara las medidas para evitar la expansión de la covid-19 debía someterse a una cuarentena de 14 días o hasta que un test de diagnóstico arrojara resultado negativo.
“Fue un ejemplo internacional de mal criterio”, dijo el jefe ejecutivo del condado de St. Louis, Sam Page, en un comunicado el lunes. “Este comportamiento imprudente pone en peligro a una innumerable cantidad de personas y arriesga un retroceso sustancial en los avances conseguidos para enlentecer la expansión de la covid-19”.
“Las grandes multitudes en Lake of the Ozarks revelaron la falta de todo esfuerzo por mantener la distancia social”, agregó.
Esas imágenes no preocuparon a la portavoz de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, quien insistió en que el presidente estadounidense, Donald Trump, “quiere que la sociedad reabra”, siguiendo las recomendaciones sobre distancia social pero retomando actividades masivas como las misas.
El fin de semana festivo de Estados Unidos, que marca el inicio de la temporada de verano, ofreció respuestas mixtas a la relajación parcial de las medidas de confinamiento, con gente en las playas y algunas personas usando barbijos.
El presidente Donald Trump se fue a jugar al golf, mientras el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, ofreció su conferencia de prensa diaria sobre la situación sanitaria desde una popular playa en Long Island.
Estados Unidos es el país más afectado por la pandemia, tanto en número de casos (1.681.000) como en fallecidos (98.000).
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