Cuatro oficiales de policía del estado de Minneapolis fueron despedidos este martes luego de que tomara estado público un video en el que uno de ellos se arrodilló sobre el cuello de una persona que, luego de varios minutos en los que luchó para respirar y advirtió que no podía hacerlo, perdió el conocimiento y murió minutos después.
El hecho, que revive una vez más la problemática con respecto a la cantidad de episodios de esta naturaleza entre policías blancos y hombres afroamericanos, tuvo lugar el lunes.
Según indicó el departamento de policía, el hombre, llamado George Floyd, había sido detenido porque su descripción se condecía con la de un sospechoso en un caso de falsificación en una tienda de comestibles. También aseguró que se encontraba bajo la influencia de estupefacientes y se resistió al arresto.
Las imágenes comienzan cuando un oficial ya tenía su rodilla sobre el cuello del hombre y muestran como este intenta respirar. “Por favor, por favor, no puedo respirar. Por favor”, dijo el hombre antes de perder el conocimiento. En paralelo, las personas que se encontraban presenciando el hecho gritaban en instaban a los oficiales para que cesaran. Sin embargo, estos se muestran confrontativos.
Un testigo, Charles McMillan, dijo que vio como la policía intentaba que Floyd entrara en la patrulla, pero que el hombre les decía que era claustrofóbico.
Luego de varios minutos, el hombre deja de moverse. Pese a haber perdido el conocimiento, el policía mantiene su rodilla en su cuello durante varios minutos más.
El reporte de los mismos oficiales asegura el hombre murió “como consecuencia de un incidente médico”. Sin embargo, el Buró Federal de Investigaciones (FBI) y autoridades estatales comenzaron a investigar el hecho. La jefe de policía de Minneapolis también aseguró que su departamento llevaría a cabo una investigación exhaustiva. Y el alcalde de la ciudad de Minneapolis, el demócrata Jacob Fray, se disculpó ante la comunidad afroamericana.
“Ser afroamericano en Estados Unidos no debería ser una sentencia de muerte. Durante cinco minutos vimos como un oficial de policía blanco presionó su rodilla contra el cuello de un hombre afroamericano. Cuando escuchas a alguien pedir ayuda, debes ayudar. A este oficial le falló su humanidad más básica”, expresó.
Ben Crump, un prominente abogado especialista en derechos civiles contratado por la familia de Floyd, publicó un comunicado en el que dijo que “este uso de fuerza abusiva, excesiva en inhumana le costó la vida a un hombre que estaba siendo detenido para ser cuestionado por un cargo no violento”.
Crump también representa al padre de Ahmaud Arbery, un joven -también afroamericano- que fue asesinado en febrero por un padre y su hijo mientras corría en el estado de Georgia, y cuyo caso también domina el debate sobre la problemática.
Según el informe policial, Gregory McMichael, el señalado por el asesinato, dijo a los oficiales que pensaba que Arbery era sospechoso de una serie de robos en la zona y que el día del tiroteo, mientras estaba en su patio, había visto al joven por la calle.
McMichael dijo que entró, cogió su Magnum .357 y su hijo tomó su escopeta, y salieron a buscar a Arbery. Cuando lo alcanzaron y McMichael Jr. salió del camión con la escopeta, Arbery comenzó a “atacarlo violentamente” dijo el padre, según el reporte policial.
Tras su difusión, la policía estatal tomó las riendas de la investigación en sustitución de los agentes locales. Poco después de ello ambos fueron arrestados. Y la semana pasada también fue detenida la persona que filmó los hechos, William Bryan. Padre e hijo han sido acusados formalmente de asesinato.
El caso de Floyd también generó comparaciones con el de Eric Garner, un hombre afroamericano desarmado que murió en Nueva York en 2014 luego de que un oficial de policía lo mantuviera bajo una toma de estrangulamiento pese a que le dijo en repetidas ocasiones que no podía respirar.
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