Estados Unidos registró este jueves 1.255 nuevos decesos por Covid-19, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus. La cifra representa un descenso de más de 300 muertes en comparación con la víspera, y llevó el total a 94.661, según el último recuento de la universidad Johns Hopkins. La cantidad de contagios, en tanto, es superior a los 1,57 millones.
El nuevo balance tuvo lugar el mismo día en el que el presidente Donald Trump aseguró que, de tener lugar una segunda ola de contagios, el país no “volvería a cerrar”. “Hay personas que dicen que es una posibilidad real. Puede pasar. Y vamos a apagar los incendios. No vamos a cerrar el país”, señaló el mandatario en una visita a una planta de Ford en el estado de Michigan.
Trump ha estado insistiendo en las últimas semanas para que los diferentes estados levanten las restricciones al movimiento y las cuarentenas impuestas por el coronavirus, en un intento de mitigar los duros efectos económicos de estas medidas. De hecho, los 50 estados han reabierto sus economías en algún punto a partir de esta semana, siendo Connecticut el último en hacerlo.
No obstante, el impacto económico de la pandemia ha sido devastador para el mundo, y Estados Unidos no ha sido la excepción. Otros 2,4 millones de estadounidenses solicitaron un subsidio por desempleo en la última semana, una cifra que marca otro descenso con respecto a las últimas semanas, pero continúa estando en un nivel altísimo con respecto al promedio histórico, ante el confinamiento por la pandemia de coronavirus. El total desde el 21 de marzo se acerca a los 40 millones.
El informe del Depatamento de Trabajo también revisó la cifra de la semana pasada y los modificó a la baja, ya que Connecticut informó que había notificado mal sus números. Con esa corrección, el total en los últimos dos meses llega a las 38,6 millones de solicitudes.
Sin embargo, diversos economistas advierten que esta cifra no refleja el número de empleos perdidos por la pandemia debido a las dificultades técnicas y a los procedimientos de las oficinas estatales de desempleo.
Trump, fomentó este jueves la compra de productos estadounidenses y la contratación de trabajadores estadounidenses para reactivar la economía golpeada por la pandemia de coronavirus, durante una conferencia de prensa en una planta de de fabricación de automóviles Ford, y aseguró que el país no volverá a cerrarse si ocurre un segundo pico de contagios.
“La pandemia global prueba de una vez por todas que Estados Unidos es una nación fuerte, Estados Unidos necesita ser una nación manufacturera. Estoy peleando parta traer de vuelta los empleos desde China y otros países”, explicó.
La visita del jueves a la planta automotriz de Ypsilanti, en Michigan, tuvo por objeto mostrar una fábrica funcionando en momentos en los que se debate si la vuelta masiva al trabajo en Estados Unidos es prudente, con casi 95.000 muertos registrados y un millón y medio de contagios.
Además, Trump hizo hincapié en el hecho de que la planta de Ford en Ypsilanti ha sido reconvertida para fabricar respiradores, un insumo esencial en el tratamiento de pacientes graves de COVID-19, le enfermedad causada por el coronavirus.
El uso de mascarillas
Mucha expectativa se había generado sobre el posible uso de una mascarilla por parte de Trump. El presidente se ha negado a utilizar tapabocas, recomendados para evitar que los contagiados de coronavirus asintomáticos propaguen la enfermedad, en público, a pesar de que su uso está recomendado en todo el país y es obligatorio dentro de prácticamente todo los espacios públicos, entre estos la planta de Ford en Ypsilanti.
Pero Trump finalmente fue el único de los presentes en la conferencia de prensa que se mostró sin el rostro cubierto.
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