El 30 de septiembre de 2017 Austin Monfort vio a Chantal Melanson en un bar de música country en Las Vegas. Se sintió atraído e intentó conectar, pero ella lo rechazó. Estaba con un grupo de sus amigas, con las que había viajado desde Canadá, donde vivía, para participar del Route 91 Harvest Festival, un ciclo de tres días de intérpretes de country. Una de ellas, además, señaló que Monfort no tenía botas vaqueras. Él aceptó la broma y las dejó tranquilas.
Un poco más tarde el joven de California hizo un nuevo intento, y Melanson aceptó bailar con él. Se quedaron hablando durante horas. “Me pareció un encanto, además de guapo y alto”, dijo ella a People. “Era muy fácil conversar con él, parecía que nos conocíamos desde siempre”. Luego intercambiaron sus números de teléfono.
La noche siguiente, el 1º de octubre, ella le mandó un texto para que se encontrasen en el festival y vieran juntos las últimas presentaciones. Estaban escuchando el final del concierto de Jason Aldean cuando Stephen Paddock comenzó a disparar sobre la multitud de 22.000 personas desde el piso 32 del hotel Mandalay Bay, y causó 58 muertes (una más casi dos años más tarde) y más de 800 heridos antes de suicidarse.
Fueron 15 minutos de balacera incesante, con más de 20 armas que Paddock había subido en 10 maletas hasta la habitación del hotel, casi todas variantes del AR-15, fusil semiautomático, algunas con mira telescópica para disparos de precisión. Al comienzo Monfort y Melanson pensaron —como el resto de los asistentes al espectáculo— que eran fuegos artificiales. Pero pronto comprendieron la realidad.
Las preguntas retumbaban en la mente de Monfort —"¿Voy a sobrevivir?", “¿Cuánto más va a tardar la policía?”, “¿Cómo podríamos salir de aquí?”— mientras que Melanson se sintió paralizada por el pánico.
Sobrevivieron. Y se siguieron viendo, con visitas mutuas a California y Canadá. Y se enamoraron y habían planeado una gran boda para el 8 de mayo. Pero aunque el COVID-19 se interpuso en esos planes, celebraron igual un casamiento íntimo y lo compartieron en las redes sociales.
“Sentí un impulso de responsabilidad por Chantal”, contó Monfort. “Estaba conmigo en lugar de estar con sus amigas. Sentí que no sólo tenía que encontrar cómo salir yo, sino también cómo sacarla a ella. Mantenerla tranquila y sacarla me mantuvo tranquilo a mí”.
“Recuerdo que estaba tirada en el suelo, mirando a Austin a los ojos, tratando de entender lo que pasaba”, dijo Melanson. “Lo siguiente que recuerdo es que Austin tomó mi mano y corrimos por todo el terreno tratando de llegar a un lugar seguro”.
Entonces llegaron las ambulancias, la policía, los medios. Austin y Chantal fueron derivados al hospital, donde verificaron que estaban bien. Se habían conocido 24 horas antes y habían compartido la experiencia más intensa de sus vidas. Al día siguiente él regresó a San Diego y ella a Canadá.
“Mientras escuchábamos música country y bailábamos, de pronto nos encontramos en el suelo mientras los disparos parecían venir de todas las direcciones. Austin nunca se alejó de mí esa noche”, recordó Melanson en su cuenta de Instagram, llamada tragedytolove (de la tragedia al amor). “Completos extraños tomados de la mano, corrimos por todo el recinto del festival tratando de escapar de los disparos”.
Seis semanas más tarde él viajó a Canadá: fue el máximo tiempo que estuvieron separados desde entonces. Ahora ella se mudó a California, donde se comprometieron en marzo de 2019 y se casaron el 8 de marzo de 2020. “Haber vivido juntos ese trauma terrible sin dudas nos acercó”, dijo Melanson a Oxygen.com. “Él creó un espacio de seguridad para mí. Sabía exactamente lo que me había pasado, y viceversa”.
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