Récord negativo: las ventas minoristas en Estados Unidos se desplomaron 16,4% en abril por el coronavirus

Nunca había pasado en la historia: la caída, producto del cierre masivo de comercios ordenado en todo el país para evitar la propagación del covid-19, fue mucho peor de lo que se esperaba y en rubros muy diversos. El más afectado fue al venta de ropa, que se derrumbó 79%

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Maniquíes en las ventanas de una tienda cerrada en la 5ta Avenida casi desierta, en Manhattan, Nueva York, el 11 de mayo de 2020 (REUTERS/Mike Segar)
Maniquíes en las ventanas de una tienda cerrada en la 5ta Avenida casi desierta, en Manhattan, Nueva York, el 11 de mayo de 2020 (REUTERS/Mike Segar)

Las ventas minoristas en Estados Unidos se desplomaron un récord de 16,4% en abril con respecto al mes anterior, como resultado de que los cierres de negocios ordenados por las autoridades para evitar la propagación del coronavirus mantuvieron alejados a los consumidores. La caída había sido de 8,3% en marzo, una cifra que ya era récord, duplicando el 3,9% registrado en noviembre de 2008, tras el estallido de la crisis financiera.

El informe del Departamento de Comercio difundido este viernes sobre las ventas al por menor reveló que en los últimos 12 meses el colapso ha sido del 21,6 por ciento. Las caídas más pronunciadas de marzo a abril fueron en las tiendas de ropa, electrónica, muebles y restaurantes.

Por otro lado, se está acelerando una migración de larga data de los consumidores hacia las compras por internet, ya que ese segmento registra una ganancia mensual del 8,4 por ciento. Medido año tras año, las ventas en la red aumentaron un 21,6 por ciento.

Un hombre pasea perros a través de una 5ta Avenida casi vacía y de tiendas de lujo cerradas, el 11 de mayo de 2020 (REUTERS/Mike Segar)
Un hombre pasea perros a través de una 5ta Avenida casi vacía y de tiendas de lujo cerradas, el 11 de mayo de 2020 (REUTERS/Mike Segar)

Para un sector minorista que ya estaba tambaleando por el auge del e-commerce y de los servicios de entrega basados en aplicaciones, una caída libre consecutiva del gasto supone un grave riesgo. Grandes almacenes como Neiman Marcus y J.Crew se han declarado en quiebra. Los hoteles, restaurantes y concesionarios de automóviles también están en peligro.

Un análisis de un grupo de economistas encontró que un cierre de un mes podría acabar con el 31% de los minoristas que no venden bienes de primera necesidad. Un cierre de cuatro meses podría obligar al 65% a cerrar.

La caída de las compras minoristas es una razón clave por la que la economía de Estados Unidos se está contrayendo. Son un componente importante del gasto general de los consumidores estadounidenses y alimentan alrededor del 70% del crecimiento económico.

Maniquíes dentro de una tienda en la 5ª Avenida, en Manhattan, el 11 de mayo de 2020. (REUTERS/Mike Segar/Archivo Foto)
Maniquíes dentro de una tienda en la 5ª Avenida, en Manhattan, el 11 de mayo de 2020. (REUTERS/Mike Segar/Archivo Foto)

Más allá de las compras en línea, no se ha salvado ni una sola categoría de venta al por menor en abril. Los concesionarios de automóviles sufrieron una caída mensual del 13 por ciento. Las tiendas de muebles absorbieron una caída del 59 por ciento. Las tiendas de electrónica y electrodomésticos bajaron más del 60 por ciento.

Los minoristas que venden materiales de construcción registraron una caída de más del 3 por ciento. Después de las compras de pánico en marzo, las ventas de comestibles cayeron un 13 por ciento.

Las ventas de las tiendas de ropa se desplomaron un 79%, y los grandes almacenes un 29 por ciento. Los restaurantes, algunos de los cuales ya empiezan a cerrar permanentemente, sufrieron una baja de casi el 30% a pesar de cambiar agresivamente a un esquema de venta de comida para llevar y de entrega a domicilio.

Compradores caminan por un centro de tiendas, muchas de las cuales están cerradas, en el Mercado Desert Ridge de Phoenix, Arizona, el 11 de mayo de 2020 (REUTERS/Nicole Neri)
Compradores caminan por un centro de tiendas, muchas de las cuales están cerradas, en el Mercado Desert Ridge de Phoenix, Arizona, el 11 de mayo de 2020 (REUTERS/Nicole Neri)

Con pocas personas comprando, viajando, comiendo fuera de su casa o gastando normalmente, los economistas proyectan que el PIB, el indicador más amplio de la actividad económica, se está reduciendo en el trimestre de abril-junio a una tasa anual de aproximadamente 40 por ciento. Esa sería la caída trimestral más profunda que se haya registrado.

Los patrones de gasto seguidos por Opportunity Insights sugieren que podrían haber tocado fondo a mediados de abril, antes de empezar a subir ligeramente, al menos en las categorías de ropa y bienes generales. Pero el gasto en transporte, restaurantes, hoteles y arte y entretenimiento sigue muy deprimido.

Las compras con tarjeta de crédito rastreadas por JPMorgan Chase encontraron que el gasto en necesidades como comestibles, combustible, servicio telefónico y reparación de autos disminuyó un 20% en un año. Pero el gasto en “no esenciales”, como comidas fuera del hogar, pasajes de avión y servicios personales —como salones o clases de yoga—, se derrumbó un 50 por ciento.

Con información de AP

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