Las autoridades en Miami están listas para reabrir pero sus comerciantes no están tan seguros

La demora en la comunicación de las reglas de reapertura por parte de las autoridades del condado ha generado incertidumbre entre los dueños de pequeños negocios que esperan abrir la semana próxima pero que no están muy seguros de cuáles son las nuevas reglas.

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Un cartel que anuncia contrataciones
Un cartel que anuncia contrataciones en una calle de Miami, Florida, EEUU. 8 mayo 2020. REUTERS/Marco Bello

Miami empieza la reapertura después de 8 semanas de cierre total, pero las cosas no son tan sencillas.

El Gobernador Ron DeSantis autorizó al sur de la florida a recomenzar su actividad comercial dos semanas después de que excluyera a esta zona del plan de reapertura del resto del Estado. Miami Dade sigue siendo la región con mayores contagios de COVID en toda Florida, pero según el Departamento de Salud del estado y epidomiólogos de las principales universidades del area, ya se cumplieron las dos semanas de curva descendente y otra serie de criterios necesarios para autorizar la primera fase del plan de reapertura.

Pero hay complicaciones. La primera es que no en todos lados corren las mismas reglas. Dependiendo de qué municipalidad tenga jurisdicción sobre una zona, el plan de reapertura será diferente. El condado Miami-Dade autorizará a los comerciantes, incluyendo restaurantes, a abrir sus puertas el próximo lunes 18 de mayo. Se les pedirá que cumplan una serie de requisitos que incluyen un estricto distanciamiento social, el uso de mascaras y permitir solo el ingreso del 50 por ciento de la capacidad máxima del establecimiento a la vez.

Pero el condado en sí tiene jurisdicción sobre areas muy reducidas, conocidas como “no incorporadas”. Las reglas, luego, las pone cada una de las ciudades –en Miami Dade hay 34 municipalidades diferentes-, que si bien no pueden ordenar normas más flexibles que el condado, tranquilamente pueden tener exigencias más estrictas. Las cuatro ciudades más grandes son Miami, Miami Beach, Hialeah y Miami Gardens. Estas se unieron y elaboraron un plan conjunto mediante el cual autorizarán la reapertura en tres fases. La primera fase comienza el miércoles 20 de mayo con la reapertura de los comercios que habían sido obligados a cerrar por ser considerados no esenciales, y continúa el 27 de mayo con la autorización a restaurantes a abrir sus puertas. Por ende, si bien oficialmente la reapertura empieza el próximo lunes, para comer fuera de casa en el sur de la florida habrá que esperar al menos hasta el 27 de mayo. A todos se les exigirá seguir un estricto distanciamiento social y el uso de máscaras, entre otras cosas.

El gobernador de Florida Ron
El gobernador de Florida Ron DeSantis habla durante una conferencia de prensa en el Centro de Convenciones de Miami Beach sobre la construcción de un hospital de campo para coronavirus dentro de las instalaciones, en medio del brote de la enfermedad coronavirus (COVID-19), en Miami Beach, Florida, EEUU 8 de abril de 2020. Al Diaz/Pool vía REUTERS/Archivos

Estamos otorgando un mínimo de dos días más para que los comerciantes se preparen. A última hora del miércoles el condado entrega 184 páginas con las nuevas reglas de trabajo, que tenemos que analizar y sumar nuestras propias recomendaciones. No hay tiempo suficiente para que los comerciantes estén listos el lunes por la mañana”, explicaba en rueda de prensa el alcalde de Miami, Francis Suarez.

Si bien el reclamo que más se oye de parte de los comerciantes es la necesidad de reabrir, al hablar con pequeños comerciantes se percibe el desconcierto por no saber cómo serán las cosas a partir de la semana próxima.

Adriana Gonzalez es venezolana, y es la dueña de 4 pequeños locales móviles dentro del conocido centro comercial Dolphin. En diálogo con Infobae comentó que sintió alivio al recibir un correo electrónico de los administradores del mall en el que le avisaban que reabrirían las puertas el jueves 21 de mayo. La situación económica ha sido muy difícil para ella estos meses, manteniendo todos los gastos fijos sin generar ni un dólar. Pero confiesa que tiene dudas. “La verdad es que no sé cómo vamos a operar. Entiendo que hay restricción en cuanto a la cantidad de gente que va a poder circular, pero en mi caso, mis tiendas están abiertas en medio de los pasillos. Es muy poco lo que pueda controlar”, decía.

Similar es el desconcierto entre los dueños de salones de belleza. El distanciamiento social es difícil en este rubro y si bien se pueden usar máscaras y guantes, hay otros requerimientos que son más complicados. “Algunas ciudades están exigiendo poner mamparas que dividan a los clientes de quien los está atendiendo. Para peluqueros es inviable. Con las manicuras podría realizarse, pero el costo de estas mamparas es de 450 dólares y la demora en la entrega es de más de un mes. Nadie va a poder acatar esa norma”, explicaba Sofía Monsanto, una dominicana que tiene un salón de belleza en la zona de Aventura hace más de veinte años.

Un hombre conversa con un
Un hombre conversa con un trabajador de una librería tras recibir un formulario de subsidios por desempleo en Miami Beach. April 8, 2020. REUTERS/Marco Bello

Pero quizás las mayores confusiones estén en el rubro gastronómico. En un comienzo las cinco ciudades principales anunciaron que les permitirían operar a un 25 por ciento de su capacidad máxima. El Gobernador autorizó un 50 por ciento, con lo cual se presume que esa será la capacidad permitida. Algunas ciudades, como Miami Beach, hablan de autorizar sólo la atención a clientes al aire libre, mientras que otras como Hialeah no pueden tomar esa medida porque la mayor parte de sus establecimientos no posee áreas abiertas.

“A esta altura sólo sé que voy a volver a recibir gente en el local el miércoles 27, pero nadie me ha confirmado cuáles son las nuevas reglas. Abrir al 25 por ciento me mata, porque no llego a cubrir costos. Además hay dudas sobre qué decirle a los clientes. Puedo poner dos metros de distancia entre mesa y mesa, pero ¿cómo mantengo la distancia entre las personas en una misma mesa? ¿Alguien va a controlar si son miembros de una misma familia o si es gente que se está reuniendo después de meses sin verse?” decía a Infobae Mario Castillo, un argentino que tiene dos de los 850 restaurantes que operan en Miami Beach.

Seguramente las reglas se irán ajustando sobre la marcha. La idea es que ningún sitio colapse –como ocurrió con el parque de Miami Beach que abrió antes que el resto de los parques y tuvieron que cerrarlo cinco días después- y que no se dispare nuevamente el número de contagios. Si la fase uno transcurre con normalidad, en dos semanas se pasaría a la fase dos donde las reglas serían más flexibles.

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