La cifra diaria de muertos por coronavirus en Estados Unidos volvió crecer con fuerza el martes, según el conteo que hace la universidad Johns Hopkins. En concreto, la cifra fue de 1.894, lo que llevó el total a 82.272 , con creces la mayor a nivel global.
Las cifras menores de los últimos dos días -856 el lunes y 776 el domingo- pueden haberse debido en parte al hecho que, en varios países, el computo de los reportes suelen ser más lentos los fines de semana.
El país ha registrado los días domingo y lunes números menores a aquellos del resto de la semana, mientras que los martes suelen ser más altos, al incorporar los decesos que tuvieron lugar el fin de semana pero no llegaron a ser reportados. El número de casos positivos, en tanto, se acerca a 1,37 millones.
El aumento en la cantidad de muertes llega el mismo día en el que el principal infectólogo de la Casa Blanca, el doctor Anthony Fauci, advirtiera que una reapertura prematura de la economía podría catalizar una segunda oleada de contagios que el país “no sea capaz de controlar”.
Ello, aseguró, no solo costaría vidas, sino que también “podría retrasarnos en el camino para lograr una recuperación económica”. Las declaraciones de hecho jugaron un rol en la caída de los principales índices de Wall Street, que cerraron la jornada con bajas de alrededor del 2 por ciento.
El epidemiólogo recrudeció de esta manera sus advertencias a las autoridades estatales y locales, que en su gran mayoría han empezado a relajar las restricciones de movimiento impuestas en marzo para contener la pandemia y que en algunos casos, como en Texas o Alabama, ya han visto subir los contagios desde que empezaron a reabrir.
“Si creen que tenemos esto completamente bajo control, no lo tenemos”, zanjó Fauci, un día después de que el presidente Donald Trump afirmara que Estados Unidos “se ha impuesto” al coronavirus y exaltara el aumento en la capacidad para hacer tests.
Fauci también dijo que “el número de muertes es probablemente mayor” que las más de 82.000 confirmadas hasta ahora, debido, por ejemplo, a los fallecimientos en hogares de ciudades como Nueva York cuya causa todavía no ha llegado a corroborarse.
Esta afirmación está respaldada por un estudio del Centro de Control de Enfermedades del gobierno de los Estados Unidos (CDC, por su acrónimo en inglés) indicó el lunes que, entre mediados de marzo y mayo, perdieron la vida alrededor de 24.000 personas más que las esperadas por los expertos en la ciudad. La cifra excede en más de 5.000 la cantidad de muertes atribuídas al nuevo coronavirus en la ciudad, epicentro del estado más afectado por la pandemia a nivel nacional.
No obstante, el estudio indica que las muertes podrían haber sido tanto por la Covid-19 como por la falta de atención recibida debido al colapso sanitario causado por la pandemia. “Llevar la cuenta del exceso de mortalidad es importante para entender la contribución a la tasa de muertes tanto de la Covid-19 como la falta de disponibilidad de cuidado para aquellos con enfermedades no relacionadas”, indicó el estudio.
Y explicó que “la demanda hospitalaria y de los proveedores de los sistemas de salud, así como el miedo del público a la enfermedad” podrían haber llevado también a que personas evitaran recibir tratamientos que les hubiera salvado la vida.
“Una tasa de muertes tan alta es inaceptable”, reconoció Fauci, que dirige el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EEUU (NIAID, en inglés).
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