Las autoridades del Líbano y Arabia Saudita anunciaron el lunes que los ciudadanos de ambos países deberán permanecer confinados varios días, al final de esta semana y de la próxima respectivamente, como medida para frenar los contagios de coronavirus tras un repunte en los casos. Kuwait había realizado el domingo una declaración similar
El presidente del Líbano, Michel Aoun, decretó que desde mañana, miércoles, por la noche hasta el próximo lunes por la mañana los ciudadanos sólo podrán abandonar sus casas para “necesidades urgentes”.
Durante esos cuatro días, abrirán los comercios esenciales y algunos sectores industriales, pero cerrarán el resto de actividades, lo que supone una vuelta atrás para el país mediterráneo, donde habían reabierto recientemente cafeterías y otros locales.
El Líbano ha registrado 870 contagios de la COVID-19 desde el pasado 21 de febrero, entre ellos 26 fallecidos, pero más de 100 casos han sido confirmados en los últimos cuatro días.
Además, el Ejército libanés detectó hace dos días 13 casos de coronavirus en las instalaciones del tribunal militar.
Por su parte, Arabia Saudita decretó este martes un toque de queda de 24 horas desde el 23 de mayo hasta el 27, coincidiendo con la fiesta musulmana del Aíd al Fitr, con la que culmina el mes sagrado de ramadán.
Según la agencia de noticias oficial SPA, el movimiento de los ciudadanos quedará prohibido en todo el reino durante esos días, en los que los musulmanes suelen celebrar el final del mes de ayuno con reuniones y banquetes con amigos y parientes, además de viajar o salir de excursión.
Arabia Saudita es el país árabe con más casos de coronavirus y en los últimos días ha registrado un aumento de los contagios, que sólo este martes fueron 1.911, además de nueve fallecimientos.
El pequeño Kuwait también decretó 20 días de confinamiento total, que entraron en vigor el pasado domingo y concluirán el 30 de mayo, ante la propagación del virus, que hoy dejó 911 contagios y 10 muertes.
Según datos difundidos hoy por la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha habido un aumento del 27% en el número de infectados y del 13% en el de fallecidos en la última semana en la región del Mediterráneo Oriental (desde Marruecos hasta Afganistán).
En el caso del Líbano, la oficina regional de la OMS apuntó que algunos contagios se han producido por el ingreso de nacionales expatriados que han regresado al país y en el caso de Jordania por la ubicación de nuevas cadenas de contagio.
Asimismo, relacionó el incremento de casos en los países del golfo Pérsico con el aumento de los test de la COVID-19 realizados por las autoridades, que habían suavizado más o menos las medidas de confinamiento con ocasión del Ramadán, iniciado hace casi tres semanas.
Con información de EFE
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