Michelle Obama es el centro de un documental que Netflix lanzó este miércoles. Becoming se centra en la gira que hizo para presentar sus exitosas memorias, llamadas igual que el filme en inglés, pero traducidas como Mi historia en español.
Esta es la más reciente colaboración de la familia Obama con el gigante del streaming después de American Factory, sobre una planta de autos abandonada reabierta por un magnate chino, que ganó el Oscar a mejor documental en febrero. "Becoming muestra historias sobre la gente increíble que conocí después del lanzamiento de mis memorias”, escribió la ex primera dama en Twitter después del anuncio del lanzamiento. “Durante estos momentos difíciles espero que encuentren algo de inspiración y alegría en esta película”.
El libro vendió más de dos millones de copias en sus primeras dos semanas a la venta en Estados Unidos en 2018. Durante la gira de presentación, recorrió 34 ciudades durante varios meses, acompañada por la cineasta Nadia Hallgren, que debuta como directora de largometrajes con este “cercano” documental.
“Atesoro los recuerdos y ese sentido de conexión ahora más que nunca, a medida que luchamos juntos para capear esta pandemia”, dijo Obama. “Es difícil en estos días sentirse con los pies en la tierra o con esperanza, pero espero que como yo, encuentres alegría y un poco de respiro en lo que Nadia ha hecho”.
Estas son algunas de las revelaciones más sorprendentes que hizo la ex primera dama en el documental:
—"(La orientadora universitaria) decidió que, como quería ir a Princeton, estaba siendo demasiado ambiciosa y que aspiraba a demasiado. Y me dijo: ‘No creo que Princeton sea para ti’. ¡Qué desfachatez! Parece que estaba equivocada".
—"Una de mis compañeras de cuarto en la universidad se mudó porque a su madre la horrorizaba que yo fuera negra. Sentía que su hija corría peligro. Yo no estaba preparada para eso".
—"El dolor de perder a mi padre me creó un vacío del que aún no me he recuperado. Pienso en todo lo que nos dio y todo lo que no pudo ver".
—"Cuando fuimos elegidos muchos pasaron por alto el racismo que estaba destrozando nuestra nación. Barack y yo vivíamos siendo conscientes de que nuestra sola existencia era una provocación".
—"Si queremos llegar a algún lado juntos, debemos estar dispuestos a decir quiénes somos. Yo soy la ex primera dama de los Estados Unidos y también soy descendiente de esclavos. Es importante tener presente esa verdad".
—"Tuve que suplicarles a los empleados (de la Casa Blanca) que las niñas debían aprender a limpiar su habitación, a hacerse la cama, a lavar su ropa. No iba a criar a unas niñas que no saben hacerse la cama".
—"(Ser primera dama) ha sido el mayor honor de mi vida. ¿Pero cuánta gente está en esa posición de ser el centro de atención de todos? Cada gesto que haces, cada parpadeo, es analizado. El mundo observa cada uno de tus movimientos. Tu vida ya no te pertenece".
—"Me he sentado en las mesas más poderosas del mundo: en cumbres del G20, castillos, palacios. Y vengo desde lo alto de la montaña para decirle a cada joven pobre, de clase obrera, independientemente del color de su piel, al que le han dicho que no encaja, que no hagan caso. Ellos ni siquiera saben cómo llegaron hasta ahí".
—"Me pregunto: ¿Qué quiero hacer? ¿Qué es lo que me importa? Procesar tu vida y entender qué significa todo eso conlleva un tiempo. Muy poco de lo que soy sucedió durante esos ocho años (como primera dama). Lo que pasó antes de eso me marcó mucho más".
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