Por qué las cifras de desempleo en Estados Unidos pueden ser aún peores y no captan el verdadero impacto del coronavirus en la economía

El Departamento de Trabajo anunció este viernes que 20,5 millones de personas quedaron desempleadas en abril y que la desocupación alcanza al 14,7% de la población

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Un hombre que perdió su trabajo pasa por delante de otros mientras esperan en fila para solicitar el seguro de desempleo en Fort Smith, Arkansas, el 6 de abril de 2020 (REUTERS/Nick Oxford)
Un hombre que perdió su trabajo pasa por delante de otros mientras esperan en fila para solicitar el seguro de desempleo en Fort Smith, Arkansas, el 6 de abril de 2020 (REUTERS/Nick Oxford)

Estados Unidos registró el mayor salto de su historia por la pandemia de coronavirus en abril, con la destrucción de 20,5 millones de empleos. El Departamento de Trabajo informó este viernes que el 14,7% de la fuerza laboral está desocupada, 10 puntos más que en marzo, cuando se había reportado un 4,4 por ciento.

Para ponerlo en perspectiva, la economía estadounidense nunca ha perdido más de 2 millones de puestos de trabajo en un solo mes. Y aunque la tasa de desempleo alcanzó el 25% en 1933, llegó allí mucho más lentamente. Pero por más sombrías que sean estas estadísticas, no llegan a captar el asombroso impacto de la pandemia del coronavirus en la fuerza de trabajo de la mayor economía del mundo.

La tasa de desempleo es parte de un informe mensual del Departamento de Trabajo, que muestra cuántas personas no tienen trabajo como porcentaje de la fuerza laboral total. El “informe de empleos”, como se conoce el comunicado, proporciona dos importantes indicadores del mercado laboral: la tasa de desempleo, generada por una encuesta de hogares, y las nóminas no agrícolas, de una encuesta de empresas.

Personas que han perdido su trabajo esperan en una fila para solicitar subsidios en Fayetteville, Arkansas, el 6 de abril de 2020 (REUTERS/Nick Oxford)
Personas que han perdido su trabajo esperan en una fila para solicitar subsidios en Fayetteville, Arkansas, el 6 de abril de 2020 (REUTERS/Nick Oxford)

La tasa de desempleo ha sido por mucho tiempo un indicador de la salud de la economía, disminuyendo cuando los trabajos son abundantes y aumentando cuando los tiempos se ponen difíciles. Una tasa de 14% significa que 14 de cada 100 personas que quieren formar parte de la fuerza de trabajo no agrícola no tienen empleo.

Pero algunos economistas creen que la “verdadera” tasa de desempleo para abril podría ser el doble, lo que significaría que cerca de un tercio de los estadounidenses que quieren o necesitan trabajar no pueden hacerlo. Lo que ocurre es que el "informe de empleos” se pierde una parte de la realidad laboral.

Muchos trabajadores estadounidenses que pierden sus trabajos tienen derecho a pagos semanales para ayudarlos a mantenerse hasta que encuentren su próximo trabajo. Estos pagos, que los trabajadores y los empleadores financian, se conocen como seguro de desempleo. Alrededor de 33,5 millones de personas los han solicitado desde mediados de marzo, cuando los estados comenzaron a imponerse las órdenes de permanencia en el hogar. Eso es aproximadamente uno de cada cinco trabajadores en los Estados Unidos.

Foto de archivo de un grupo de personas que perdieron su empleo haciendo una fila (REUTERS/Nick Oxford)
Foto de archivo de un grupo de personas que perdieron su empleo haciendo una fila (REUTERS/Nick Oxford)

¿Eso significa que la economía tiene ahora 33,5 millones de empleos menos? No, porque incluso durante una severa recesión, algunos empleadores —como supermercados y empresas de transporte de mercancías— siguen contratando. Se calcula que se han añadido tres puestos de trabajo por cada diez despidos, según una reciente encuesta de la Reserva Federal de Atlanta.

Sin embargo, esos reclamos de seguros de desempleo no reflejan todos los empleos perdidos en los Estados Unidos, porque no todos los que pierden su trabajo son elegibles para el beneficio. Ha habido grandes demoras en algunos estados para procesar las demandas, y las demandas no cuentan hasta que son procesadas.

Confundiendo aún más las cosas, las empresas que obtuvieron acceso a créditos subsidiados por 660.000 millones de dólares del gobierno pueden haber contratado de nuevo a algunas personas que previamente habían solicitado beneficios de desempleo. Y algunos estados como California, el más grande del país por población y PIB, permiten que la gente presente un reclamo por desocupación si se les recortan las horas, o incluso si no “pierden” su trabajo.

Más de 30 millones de personas solicitaron beneficios para desempleados desde marzo (REUTERS/Nick Oxford/File Photo/File Photo)
Más de 30 millones de personas solicitaron beneficios para desempleados desde marzo (REUTERS/Nick Oxford/File Photo/File Photo)

Por otro lado, el Departamento de Trabajo publica seis medidas de desempleo, basadas en su encuesta de hogares. La principal se llama técnicamente U-3, y para ser incluido hay que estar sin trabajo y buscando un empleo. Es la que subió a 14,7% este viernes.

Una medida más amplia de desempleo, llamada U-6, capta a las personas que no son contadas en la U-3, como aquellas que trabajan menos horas de las que les gustaría, o que buscaron trabajo en el pasado pero no recientemente. La tasa de marzo era 8,7%, casi el doble de la tasa de desempleo oficial de 4,4%.

Incluso esa medida más amplia no cuenta toda la historia de quiénes no están trabajando ahora mismo porque no incluye otros dos grandes grupos: los que están de licencia sin sueldo, y los que han perdido su trabajo y no pueden buscar debido a las órdenes de quedarse en casa. Dos economistas de la Reserva Federal de Chicago recientemente hicieron un cálculo aproximado de las cifras y descubrieron que la contabilización de estas personas elevaría la tasa de desempleo real en los Estados Unidos a entre el 25,1% y el 34,6%, peor que las cifras de la época de la Gran Depresión.

Con información de Reuters

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