Las autoridades del condado de Miami-Dade anunciaron que las tiendas comerciales podrán reabrir sus puertas a partir del 18 de mayo. Después de casi dos meses en los que el condado -que comprende el territorio popularmente conocido a secas como Miami- había mantenido cerrados todos los locales considerados no esenciales (básicamente todo lo que no fuera supermercados, farmacias y consultorios médicos), ya hay fecha de reactivación económica.
En una rueda de prensa llamada para realizar el anuncio, el alcalde del condado, Carlos Gimenez, dijo: “Debemos poner la economía en marcha y hacerlo de la manera más segura posible. Seguiremos trabajando en el plan de reapertura en los próximos días pero hemos identificado el 18 de mayo como fecha deseada para el regreso".
Mediante un decreto, las autoridades de Miami-Dade ordenaron el 19 de marzo el cierre de oficinas, al igual que locales comerciales y hoteles. Nunca en la historia del sur de la Florida hubo un cierre de esta magnitud. Ni siquiera tras huracanes devastadores como Andrew en la década del 90.
Gimenez no especificó qué tipo de comercios estarán autorizados a abrir sus puertas, pero aclaró que los teatros, las salas de cine y las discotecas no serán de la partida. Los restaurantes van a poder abrir pero bajo nuevas reglas. “Tal vez tengan que quitar algunas mesas”, agregó el alcalde, quien indicó que proveerán los detalles de la reapertura la próxima semana.
Entre los requerimientos más importantes que se esperan el uso de máscaras para trabajadores y clientes, además de respeto de la distancia social. Y la ciudad de Miami había informado semanas atrás que en su fase uno permitirá que los locales comerciales atiendan a un 25 por ciento de su capacidad para asegurar que no haya amontonamiento de gente.
Las playas permanecerán cerradas, al menos en esta primera fase de reapertura. Se espera que la industria del turismo sea una de las últimas en recuperarse. La mayor parte de los comercios tendrán que adaptarse a la nueva realidad.
Es de público conocimiento que el plan de reapertura fue confeccionado por miembros de su administración y un panel de empresarios, médicos y comerciantes. Pero antes de que se ponga en práctica tendrá que ser aprobado por los comisionados del condado, que tienen la potestad de hacer cambios. Una vez finalizado el debate en el condado, cada una de las ciudades que componen esta región tiene la autoridad de seguir las indicaciones que da Miami-Dade o establecer reglas más estrictas.
Desde que se desatara la crisis del COVID 19, Gimenez ha tenido una relación tensa con varios de los alcaldes de las ciudades que componen el condado. De hecho, no consultó con ninguno de ellos a la hora de delinear el plan de reapertura. Las ciudades más pobladas, como Miami, Hialeah y Miami Gardens, hasta ahora tuvieron políticas mucho más conservadoras que el condado y con frecuencia la prensa local destacó que Gimenez terminaba siguiendo el liderazgo de los alcaldes municipales en temas como, por ejemplo, el pedido de que la gente se quede en sus casas, que Miami instauró mucho antes que Miami-Dade.
Se desconoce si las municipalidades se sumarán a la orden de reapertura para el 18 de mayo, aunque todo indica que en esta ocasión este será el caso. El impacto económico del cierre ha sido muy duro en una región donde el turismo y el servicio son las dos industrias principales. Además, el gobernador Ron DeSantis confirmó ya que el sur de la Florida llegó a los 14 días consecutivos con una curva descendente de casos. La tendencia pareciera indicar que el comienzo del plan de recuperación en este rincón del mundo estaría a punto de empezar.
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