“Algo sucedió”, dijo el mandatario estadounidense Donald Trump este jueves a los corresponsales en la Casa Blanca cuando le preguntaron sobre la teoría de que el coronavirus fue liberado del Instituto de Virología de Wuhan, China.
“Probablemente fue por incompetencia. Alguien fue estúpido”, añadió el presidente de EEUU durante una reunión con el gobernador de Texas.
Este comentario se mantiene después de que el Secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, afirmara que había visto “una enorme cantidad de pruebas” de que el nuevo coronavirus no tiene origen animal, sino que fue fabricado en un laboratorio. Beijing rechaza esa acusación.
En la visión opuesta se ubicó el doctor Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas y principal epidemiólogo del Gobierno de EEUU, quien descartó que el coronavirus SARS-CoV-2 fuera creado en un laboratorio. “Si se mira la evolución del virus en murciélagos y qué hay ahora (la evidencia científica) tiende muy, muy fuertemente hacia que (el virus) no pudo ser artificialmente o deliberadamente manipulado”, opinó Fauci en una entrevista con National Geographic.
Las declaraciones de Fauci van en la misma línea de lo expuesto el lunes por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que zanjó las versiones que indican que el coronavirus se “fabricó” en China al confirmar que este patógeno “tiene origen animal”.
“El coronavirus circula de forma ancestral entre los murciélagos, es algo que sabemos basándonos en la secuencia genética de este virus. Lo que necesitamos entender es cuál ha sido el animal que actuó como intermediario, es decir que fue infectado por los murciélagos y lo transmitió al humano”, sostuvo el lunes la jefa del Departamento de Enfermedades Emergentes de la OMS, María Van Kerkhove.
"Afirmaciones ridículas”
China considera, por su parte, que la atención del mundo debe concentrarse en acabar con la pandemia y que no es el momento de lanzar las investigaciones que reclama EEUU sobre cómo manejó ese país la aparición del nuevo patógeno y sobre su origen.
“Creo que por el momento la primera cosa, la mayor prioridad, es salvar vidas y si hablamos de investigaciones o de evaluaciones necesitamos una buena atmósfera, no se pueden permitir críticas motivadas por razones políticas. Esto es un virus político que se disemina y que hay que parar”, dijo este jueves el embajador de China ante la ONU en Ginebra, Chen Xu.
El diplomático, quien también representa a China ante la Organización Mundial de la Salud (OMS), agregó que evaluar cómo se actuó en una situación es beneficioso para todos y debe hacerse después de cada emergencia sanitaria internacional, como ocurrió recientemente con la epidemia de ébola, para que el mundo esté mejor preparado para futuras situaciones similares.
Sin embargo, consideró que son “absurdas y ridículas” las afirmaciones de que China escondió información a la OMS, así como las amenazas de que se le reclamarán indemnizaciones por los daños a la economía.
El embajador Chen sostuvo que acusaciones como las lanzadas por el Gobierno estadounidense no contribuyen a combatir la pandemia y son una manera de culpar a los demás de lo que se hizo mal en EEUU, actual epicentro mundial del coronavirus.
Sobre la demanda de una parte de la comunidad científica para que China abra el laboratorio de Wuhan a un escrutinio internacional, Chen respondió que esto dependerá de las condiciones: “Si hablamos de un intercambio y cooperación internacional... pero si es una investigación como de la que habla EEUU es otra cosa”.
El embajador eludió responder claramente si China podría invitar a la OMS ha realizar tal investigación, pero sí anticipó que si lo hace habría que "establecer bien las prioridades y la atmósfera”.
Con información de EFE
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