La Justicia de EEUU retiró los cargos criminales contra Michael Flynn, ex asesor de seguridad nacional de Donald Trump

El ex general norteamericano era investigado por sus conversaciones secretas con el embajador ruso en Estados Unidos, Sergei Kislyak, durante la campaña presidencial de 2016

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Michael Flynn, ex asesor de
Michael Flynn, ex asesor de seguridad nacional de Donald Trump (REUTERS/Jonathan Ernst)

El Departamento de Justicia de Estados Unidos retiró este jueves los cargos criminales que había presentado contra Michael Flynn, el primer asesor de seguridad nacional del presidente Donald Trump, a pesar de que se declaró culpable de mentir al FBI sobre sus contactos con un diplomático ruso.

Trump celebró la noticia desde el Despacho Oval, donde confió en que “mucha gente pague un alto precio” por cómo gestionaron el caso, en referencia a los fiscales y agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI) que iniciaron la investigación en los últimos días del Gobierno de Barack Obama (2009-2017).

“Era un hombre inocente, un buen hombre. La Administración de Obama fue a por él, y fueron a por él con el objetivo de acabar con un presidente”, dijo Trump en referencia a sí mismo.

“Son escoria humana. Es una traición”, agregó sobre esos fiscales, y opinó que los medios son “cómplices” por su cobertura de la trama rusa y deberían “devolver los premios Pulitzer” que recibieron.

La portavoz del Departamento de Justicia, Kerri Kupec, confirmó en Twitter que esa agencia independiente del Gobierno norteamericano “ha pedido al tribunal que desestime el caso contra el general Flynn”, algo que aún depende de la decisión de un juez federal.

En un documento presentado este jueves ante ese juez, el Departamento de Justicia alegó que, tras revisar “información recién descubierta”, ha concluido que la entrevista que el FBI hizo a Flynn en febrero de 2017 “estuvo desconectada de la investigación del FBI” sobre ese funcionario y “fue injustificada”. Asimismo, las autoridades judiciales consideraron que el interrogatorio “se realizó sin garantías y sin justificación por los investigadores”.

Poco antes de conocerse esta decisión, Brando Van Grack, el abogado del Departamento de Justicia que lideró la acusación, dejó de manera abrupta el caso. Los abogados del ex asesor de Trump lo habían acusado de “increíble malversación”.

Trump calificó de "caza de
Trump calificó de "caza de brujas" la investigación sobre la intromisión rusa en las elecciones de 2016 (REUTERS/Carlos Barria/File Photo)

El de Flynn fue uno de los casos más importantes que surgieron de la investigación sobre la llamada trama rusa encabezada por el fiscal especial Robert Mueller, que concluyó en 2019 tras presentar cargos contra tres decenas de personas pero sin pruebas de una presunta conspiración electoral entre el entorno de Trump y Rusia.

Flynn, un general que asesoró a Trump en política exterior durante su campaña electoral, duró apenas 24 días como asesor de seguridad nacional del mandatario una vez que este llegó al poder en enero de 2017.

El general tuvo que renunciar a su cargo tras conocerse que mintió al vicepresidente norteamericano, Mike Pence, y a otros altos cargos del Gobierno sobre sus contactos con el embajador ruso en Washington, Serguéi Kisliak.

A finales de 2017, Flynn se declaró culpable de haber mentido al FBI sobre sus contactos con Kisliak, pero después retiró esa declaración y trató de combatir los cargos, mientras sus abogados argumentaban que hubo negligencia entre los fiscales e investigadores que lanzaron el caso. La idea de que elementos rebeldes del FBI y el Departamento de Justicia decidieron perseguir a Flynn para cobrarse una venganza política contra Trump lleva tiempo circulando en los medios que defienden al mandatario, que no había descartado indultar al general si era condenado.

Los sectores más críticos con Trump consideraron la noticia como una prueba de la politización del Departamento de Justicia bajo su actual titular, William Barr, y denunciaron una “captura del sistema de justicia criminal para el beneficio del presidente”, en palabras del grupo Ciudadanos por la Responsabilidad y Ética en Washington.

James Comey, el ex director del FBI al que Trump despidió en mayo de 2017, escribió en su cuenta de Twitter que “el Departamento de Justicia ha perdido los papeles”, pero pidió a los funcionarios de carrera que trabajan allí que “por favor se queden, porque Estados Unidos les necesita”.

Con información de EFE

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