Investigaciones de diversos think tanks y de instituciones financieras como el Fondo Monetario Internacional advierten que la pandemia del coronavirus provocaría una desaceleración económica como la Gran Depresión de la década de 1930 y que uno de los grupos que posiblemente más sufrirá es el de los millennials.
En Estados Unidos el sector integrado por los nacidos entre 1980 y 1997 es económicamente vulnerable en parte porque es una generación muy diversa, con cerca del 55 por ciento de personas de color, y se exhibe más afectada por las desigualdades financieras que generaciones anteriores debido a esta diversidad.
Recientes encuestas señalan que los millennials están experimentando una gran ansiedad por cómo el coronavirus afectará sus realidades económicas. Un sondeo del Centro de Investigación Pew realizado entre el 7 y el 12 de abril reveló que los millennials estadounidenses son los más pesimistas entre todos los grupos de edad sobre sus futuros ingresos.
Se les suma también la preocupación por las necesidades básicas, como los costos de alimentos y vivienda. A principios de abril, el 60 por ciento de los millennials inscriptos para votar dijeron a encuestadores de la Universidad de Quinnipiac que la pandemia los tiene inquietos por los posibles escenarios de no poder pagar la comida, la hipoteca o los gastos médicos.
Un gráfico del Centro de Investigación Pew, basado en la ya mencionada encuesta de abril, explica que los que tienen entre 18 y 29 años han sido los más afectados por los despidos, con un 35% que contó que ellos o alguien de su hogar ha perdido su trabajo durante la pandemia. Este grupo también ha sido el más afectado por los recortes salariales, con el 45% contando reducciones en sus sueldos.
Los millennials de mayor edad, que están entrando en sus años de máxima ganancia, constituyen el segundo grupo más afectado: el 30% dijo que ellos o alguien de su familia había perdido su trabajo y el 39% dijo que los salarios en el hogar se habían reducido.
Una encuesta de PBS NewsHour/NPR/Marist College encontró que el 55% de los estadounidenses menores de 45 años habían sufrido recortes en sus horas de trabajo, habían sido despedidos o se les había dado licencia a partir del 26 de abril.
Por otro lado, los millennials de color (afroamericanos, latinos y asiáticos) han sido muy afectados por los despidos. Antes de que la pandemia llegara a Estados Unidos, la tasa de desempleo de las personas de color era más alta que la de los estadounidenses blancos, y de febrero a marzo aumentó de manera más pronunciada.
Según la Oficina de Estadísticas Laborales de los Estados Unidos, en los afroamericanos hubo un aumento del desempleo de 0,9 puntos porcentuales, los latinoamericanos tuvieron un aumento de 1,6 puntos porcentuales, los asiáticos 1,6 puntos porcentuales y los estadounidenses blancos 0,9 puntos porcentuales.
Esencialmente, aquellos que ganaban menos tenían más probabilidades de ser despedidos que los que ganaban más. Y no es casualidad que los empleos que tenían los millennials fueran especialmente vulnerables a las restricciones para contrarrestar la pandemia.
Todas las industrias de EEUU se han visto afectadas por los despidos. En marzo, sólo la industria del ocio y el alojamiento (que incluye hoteles y restaurantes) perdió 459.000 puestos de trabajo. Luego le siguen los sectores de atención sanitaria y servicios sociales, los servicios profesionales (como los de consultoría, administración e informática) y los sectores minoristas. Los cuatro dependen en gran medida de mano de obra millennial.
Las empresas en el sector del ocio y la hostelería son en su mayoría de trabajadores millennials. Según la Oficina de Estadísticas Laborales, en 2019 el 58,5% de los trabajadores de este sector tenía entre 20 y 44 años (y otro 15,9% era menor de 20 años). Y ese año el 52,9% de los empleados en “artes, entretenimiento y recreación” (que incluyen deportes profesionales, museos y salas de conciertos) tenían entre 20 y 44 años.
Algunas industrias con trabajadores mayores, como la agrícola, están claramente sufriendo más ahora que en marzo. Pero aunque las medidas de permanencia en el hogar se han relajado, las industrias con un peso millennial probablemente serán las que más lentamente vuelvan a sus antiguos niveles de rentabilidad: la gente todavía necesita construir viviendas -un sector dominado por estadounidenses mayores - pero no está claro si habrá mucho deseo de salir a cenar o asistir a eventos deportivos en un futuro próximo.
Por otra parte, los millennials estaban en una mala situación antes de la pandemia debido a las deudas de los estudiantes. La mayoría de los jóvenes en EEUU tienen gran parte de sus ahorros atados a su educación universitaria.
El Departamento de Educación de EEUU encontró que, si sólo se observan los préstamos estudiantiles federales -que constituyen el 92 por ciento de todos los préstamos estudiantiles-, los estadounidenses de 24 años o menos sumaban USD 116.000 millones de deuda a finales de 2019; los de 25 a 34 años USD 498.000 millones; y los de 35 a 49 años USD 581.000 millones. Las personas mayores de 50 años, por otro lado, debían alrededor de USD 323.000 millones en préstamos estudiantiles.
Y las diferencias salariales perjudicarían más a los millennials de color. Datos de la Oficina de Estadísticas Laborales muestran que en el primer trimestre de 2020 el salario medio de un trabajador varón negro de entre 25 y 54 años de edad era de USD 891 por semana; para un hombre latino de la misma edad era de USD 796 por semana; y un hombre blanco de la misma edad tenía un promedio de USD 1.128 por semana. Las mujeres de los tres grupos raciales ganaban menos que el hombre blanco promedio, con las mujeres blancas ganando USD 906, las mujeres negras ganando USD 767 y las mujeres latinas ganando USD 701.
Las personas de color, en particular las mujeres de color, tienen más probabilidades de tener trabajos considerados esenciales durante la pandemia de coronavirus, lo que significa que es más probable que se arriesguen a una posible infección que los hombres blancos, y todo ello con una remuneración insuficiente.
Además, para aquellos millennials de color que están desempleados o con permiso de ausencia, los beneficios de desempleo se calculan en base a los ingresos semanales anteriores. Es decir que las brechas salariales preexistentes sólo exacerbarán la desigualdad en un momento complicado de la economía mundial.
Y los millennials de color que asistieron a la universidad se enfrentan a un problema complejo: ganan menos y pidieron prestado mucho dinero para lograr esos títulos. Datos recopilados por Wesley Whistle de New America encontraron que en 2016, el 84% de los universitarios negros habían pedido préstamos estudiantiles, en comparación con el 67% de los estudiantes blancos.
Pero incluso antes de que la pandemia comenzara a afectar los salarios, estos dos factores colocaron a los universitarios negros y los latinos como los más complicados para mantenerse al día con los pagos de sus deudas. La Reserva Federal de EEUU descubrió que en 2018 el 28% de los estadounidenses negros de 18 a 29 años con préstamos estudiantiles se había atrasado en sus pagos, al igual que el 15%de los latinos en el mismo rango de edad. Sólo el 7% de los blancos de 18 a 29 años estaban atrasados.
En otro estudio se reveló que los millennials han retrasado la compra de casas porque tienen un patrimonio menos estable que los estadounidenses mayores.
Un análisis del Deutsche Bank muestra que la edad media de los estadounidenses que compran casas aumentó bruscamente después de la Gran Recesión de 2008. En 2009, el promedio de edad de los compradores de viviendas era de 39 años. En 2019, cuando los millennials tenían entre 22 y 39 años, la edad media de los compradores era de 47 años.
Esto significa que pocos millennials saldrán de la pandemia con un activo que puedan liquidar o alquilar para cubrir gastos, lo que dificulta aún más su recuperación y los hace más vulnerables a la próxima recesión.
Y la conclusión más alarmante es que los millennials realmente nunca se recuperaron de la Gran Recesión de 2008 y ahora, debido a las duras medidas que tomaron muchos países por la pandemia del coronavirus, se verán golpeados por una mayor crisis económica.
La crisis de 2008 sumergió a los millennials en un fuerte aumento del desempleo y en 2010, cuando la recesión se suavizó, el Centro de Investigación Pew señaló que la desocupación era del 15,5% para los estadounidenses de 20 a 24 años.
En la década siguiente, los millennials se esforzaron para recuperarse. Un estudio de la Reserva Federal de St. Louis en 2018 encontró que mientras los mayores se recuperaban en los años posteriores al estallido, los millennials continuaron sufriendo pérdidas económicas, tanto que para 2016, la riqueza media en un hogar encabezado por un millennial era 34% menor de lo que los modelos históricos sugerían que debería haber sido.
La investigación muestra que los niveles de ingresos comenzaron a recuperarse para algunos millennials en 2016. El millennial con título universitario promedio ganaba alrededor de un 7% más de lo que se esperaba para entonces, según el informe New America de 2019. Sin embargo, los millennials que no fueron a la universidad ganaron alrededor de un 9% menos de lo esperado. A esto se suma que también hubo una disparidad en la recuperación por origen étnico, lo que llevó a una mayor brecha de riqueza racial que la que existía anteriormente.
En conclusión, estas brechas y las dificultades de los millennials para crear riqueza en general es probable que se vean exacerbadas por la pandemia del coronavirus.
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