Donald Trump consideró este miércoles que la pandemia del coronavirus es “peor” que el ataque sorpresa de Japón contra Pearl Harbor en 1941 o los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.
“Hemos pasado por el peor ataque que hayamos tenido en nuestro país. Este es realmente el peor ataque que hayamos tenido”, manifestó el presidente de Estados Unidos a los periodistas en la Casa Blanca.
“Esto es peor que Pearl Harbor. Esto es peor que el World Trade Center”, opinó, en referencia a los ataques contra las Torres Gemelas en Nueva York. “Nunca debió haber sucedido”, agregó.
El sorpresivo ataque japonés en 1941 contra la base naval de Pearl Harbor en Hawai llevó a Estados Unidos a la Segunda Guerra Mundial. En ese 7 de diciembre murieron 2.403 estadounidenses, entre civiles y militares, uno de los días sangrientos en la historia del país.
En tanto los ataques terroristas del 11 de setiembre de 2001 mataron a unas 3.000 personas, principalmente en el World Trade Center de Nueva York, lo que provocó dos décadas de guerras estadounidenses y operaciones antiterroristas en Irak, Afganistán y otros países de Medio Oriente.
Ambos días han quedado superados por el récord de muertes diarias por coronavirus registrado el 17 de abril, cuando se reportaron 4.491 decesos. Estados Unidos acaba además de superar la marca de 70.000 muertes relacionadas con el coronavirus y podrían llegar a 100.000 antes de principios de junio, según varios estudios epidemiológicos.
A comienzos de semana, uno de los modelos de predicción de la evolución de la pandemia en el que se fija a menudo la Casa Blanca actualizó sus cálculos para pronosticar que para comienzos de agosto la crisis habrá dejado más de 134.000 muertes en EE.UU.
Esa proyección, del Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la Universidad de Washington, implica que el número de fallecimientos por COVID-19 casi llegaría a duplicarse en los próximos tres meses respecto a la cifra actual de más de 70.000 muertes.
El presidente estadounidense también explicó por qué finalmente abandonó idea de eliminar el equipo que conformó para hacer frente a la crisis sobre el coronavirus, creada para organizar la respuesta federal a la pandemia. “No me di cuenta de cuán popular era ese grupo de trabajo”, dijo, y agregó que se le podrían sumar “dos o tres” personas. “Es muy apreciado por el público”, insistió.
“El grupo de trabajo del coronavirus de la Casa Blanca, liderado por el vicepresidente Mike Pence, ha hecho un excelente trabajo al reunir vastos recursos altamente complejos que han establecido un elevado estándar a seguir en el futuro”, apuntó. Y agregó: “El grupo de trabajo continuará indefinidamente, concentrado en la seguridad y en reabrir nuestro país de nuevo. Podemos añadir o retirar gente, según sea apropiado”.
Trump aclaró, por su parte, que el equipo también se centrará mucho en “las vacunas y los tratamientos terapéuticos”.
Las palabras del mandatario se producen cuando más de la mitad de los estados norteamericanos han comenzado a retirar gradualmente el confinamiento y las restricciones de movilidad pese a que los casos continúan en ascenso. “No creo que la gente lo soporte. No creo que el país lo soporte. No es sostenible”, remarcó Trump sobre la disposición de los estadounidenses a mantener las medidas extraordinarias.
El jefe de Estado se mostró ansioso por relajar el distanciamiento social y retomar la actividad en el país, foco actual de la pandemia del coronavirus, ante el severo impacto económico y en contra de las recomendaciones de gran número de expertos médicos.
Con información de AFP y EFE
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