El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este jueves una orden ejecutiva que autoriza el uso de reservistas de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos en el operativo antidrogas que desarrolla en el hemisferio occidental y tiene lugar, en particular, en el Caribe y el Océano Pacífico.
“Se ordena al Secretario de Defensa que ordene al servicio activo, durante no más de 365 días consecutivos, de cualquier unidad y cualquier miembro individual no asignado a una unidad organizada para servir como una unidad de la Reserva Seleccionada bajo la jurisdicción del Secretario de Defensa, que no supere los 200 reservistas seleccionados al mismo tiempo, según lo considere necesario”, indica la orden ejecutiva firmada por el jefe de Estado.
Luego sostiene que “nada se interpretará para menoscabar o afectar de otra manera” la autoridad otorgada por ley a un departamento o agencia ejecutiva, o jefe de la misma. Tampoco las funciones del Director de la Oficina de Gestión y Presupuesto relacionadas con propuestas presupuestarias, administrativas o legislativas.
“Esta orden se implementará de conformidad con la ley aplicable y está sujeta a la disponibilidad de apropiaciones”, agregó.
Por último, subrayó que “la orden no tiene la intención, y no crea, ningún derecho o beneficio, sustantivo o procesal, exigible por ley o en equidad por ninguna de las partes contra los Estados Unidos, sus departamentos, agencias o entidades, sus funcionarios, empleados , o agentes, o cualquier otra persona”.
De esta manera, los reservistas pasarían a expandir aún más el operativo antidrogas del país en la región. Los nuevos esfuerzos en esta dirección habían comenzado el pasado 2 de abril, cuando Donald Trump anunció que Estados Unidos lanzaría la operación antidrogas más grande de Occidente. Ello implicó una ampliación de las fuerzas navales y aéreas en la región, con el objetivo de evitar que regímenes dictatoriales se aprovecharan de la crisis por el coronavirus para que aumenten las operaciones de narcotráfico de las que se benefician.
El foco principal está puesto sobre el dictador venezolano Nicolás Maduro, quien en marzo fue acusado formalmente por el Departamento de Justicia de "narcoterrorismo” junto a 14 miembros de su cúpula y ofreció 15 millones de dólares por información que lleve a su captura. El Departamento de Justicia norteamericano los acusa de liderar una organización responsable del contrabando de 250 toneladas métricas de cocaína al año en los Estados Unidos.
“El Comando Sur de los Estados Unidos aumentará la vigilancia, las incautaciones, el despliegue de aeronaves, naves y helicópteros destructivos”, señaló el presidente norteamericano en ese entonces, quien indicó que el objetivo es “proteger al pueblo americano de la escoria de los narcóticos ilegales”.
Durante el anuncio también tomó la palabra el jefe del Pentágono, Mark Esper, quien sostuvo que “el régimen ilegítimo de Maduro se beneficia del tráfico de drogas”. En la misma línea se ha expresado el el almirante Craig Faller, comandante del Comando Sur de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, quien dijo que que el tráfico de drogas desde Venezuela “ha aumentado significativamente en los últimos años” y que el régimen de Maduro se ha beneficiado de esta actividad ilegal.
William Barr, titular del Departamento de Justicia estadounidense, indicó que, pese a que gran parte de los esfuerzos “están centrados en el COVID-19, al mismo tiempo las fuerzas del orden y la seguridad deben proteger al pueblo americano de toda la gama de amenazas”. “Una de nuestras mayores prioridades debe seguir siendo la destrucción de los cárteles mexicanos. Su tráfico es, en gran medida, responsable de la muerte de 70.000 americanos al año”.
“Los cárteles necesitan ser derrotados, tanto para el pueblo de México como para el de Venezuela”, agregó.
Desde entonces, el gobierno ha anunciado el éxito de distintas operaciones a este respecto. El pasado viernes, el encargado de negocios norteamericano para Venezuela James Story dijo que las fuerzas incautaron tres toneladas de cocaína de dos aviones que viajaban de Venezuela hacia Guatemala. Asimismo, el funcionario comentó que “solo desde el 1 de abril han habido diez incautaciones de ocho toneladas de drogas con un valor de 165 millones de dólares”.
Esta nueva maniobra del Gobierno de Trump contra el régimen chavista también se produce en momentos en que Maduro intensifica los ataques y persecución al presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó. Tarek William Saab, fiscal general de la dictadura, citó a Guaidó a declarar como parte de una investigación sobre un supuesto intento de golpe de Estado. El presidente de la Asamblea Nacional (AN), no obstante, no acudió a la Fiscalía.
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