Un informe científico sobre la posible relación entre coronavirus y accidentes cerebrovasculares en pacientes jóvenes despertó nuevas alarmas sobre los efectos de la enfermedad, en gran parte aún desconocidos.
El estudio, publicado en el prestigioso New England Journal of Medicine y parte de una serie de informes que buscan ofrecer puntos de enseñanza importantes o hallazgos novedosos, reportó cinco casos de accidente cerebrovascular isquémico de grandes vasos en pacientes con coronavirus menores de 50 años atendidos en el hospital Monte Sinaí de Nueva York.
Si bien el número de pacientes con este cuadro es bajo en comparación con el total de contagios, el vínculo preocupa a los expertos. Hasta ahora, se pensaba que el virus atacaba principalmente a los pulmones, pero cada vez hay más señales de que afecta a casi todos los órganos más importantes del cuerpo, aumentando su peligrosidad.
Un derrame cerebral, que es una interrupción repentina del suministro de sangre, es un problema complejo con numerosas causas y presentaciones. Puede ser causado por problemas cardíacos, arterias obstruidas debido al colesterol, incluso por abuso de sustancias. Los ACV leves no suelen causar daños permanentes y pueden resolverse por sí solos en 24 horas. Pero los más grandes pueden ser catastróficas.
Los cinco casos se registraron en las dos semanas entre el 23 de marzo hasta el 7 de abril de 2020. Los autores del estudio observaron que se trata de un aumento insólito en comparación con las situaciones de normalidad, cuando cada dos semanas son tratados en promedio por ACV 0,73 pacientes menores de 50 años.
Al ser ingresados, los cinco pacientes tenían una puntuación media en la “Escala de accidentes cerebrovasculares” de 17 sobre 42 (la mayor gravedad), consistente con un ACV grave. Sólo un paciente tenía antecedentes de accidente cerebrovascular.
"(La relación entre el Covid-19 y el AVC) es una de las correlaciones más claras y profundas que he encontrado. Esta es una señal demasiado poderosa para ser casualidad o casualidad”, señaló el investigador médico J. Mocco, uno de los autores del estudio, al Washington Post.
Entre aquellos que tuvieron los infartos cerebrales, el promedio de los infectados era de 15 años menos que los que dieron negativo en la prueba. “Estas son las personas que se encuentran entre las menos propensas estadísticamente a tener un accidente cerebrovascular”, dijo Mocco.
El estudio del New England Journal of Medicine destaca el caso de una mujer de 33 años sin enfermedades preexistentes quien, tras sufrir tos, dolor de cabeza y escalofríos durante una semana, comenzó a experimentar entumecimiento y debilidad en el brazo izquierdo y la pierna izquierda durante un período de 28 horas. La mujer demoró en llamar a los servicios de emergencia por temor al coronavirus. Cuando se presentó al hospital, se puntuación en la Escala de accidentes cerebrovasculares fue de 19.
“La tomografía computarizada y la angiografía por mostraron infarto parcial de la arteria cerebral media derecha con un trombo parcialmente oclusivo en la arteria carótida derecha en la bifurcación cervical”, se lee en el articulo, firmado por los médicos de hospital Monte Sinaí de Nueva York Thomas J. Oxley, J. Mocco, Shahram Majidi, Christopher P. Kellner, Hazem Shoirah, I. Paul Singh, Reade A. De Leacy, Tomoyoshi Shigematsu, Travis R. Ladner, Kurt A. Yaeger, Maryna Skliut, Jesse Weinberger, Neha S. Dangayach, Joshua B. Bederson, Stanley Tuhrim y Johanna T. Fifi.
“El estudio del accidente cerebrovascular con ecocardiografía y resonancia magnética de la cabeza y el cuello no reveló la fuente del trombo. La repetición de la angiografía por TC en el día 10 del hospital mostró una resolución completa del trombo y el paciente fue dado de alta a un centro de rehabilitación”, escriben los profesionales.
El informe cita también un estudio anterior, publicado en el Journal of the American Medical Association (JAMA), la revista de la Asociación Médica de los Estados Unidos, que por primera vez advirtió sobre las consecuencias neurológicas que podrían derivarse en algunos pacientes que contraen el Covid-19.
Según ese estudio, la incidencia de accidente cerebrovascular entre los pacientes hospitalizados con coronavirus fue aproximadamente del 5%. Los casos descritos fueron recolectados entre el 16 de enero y el 19 de febrero en tres departamentos médicos diferentes del Union Hospital de la Universidad de Ciencias de Huazhong, de Wuhan, en 214 pacientes con coronavirus y halló que 78 pacientes (el 36,4%) tuvieron manifestaciones neurológicas como como enfermedades cerebrovasculares agudas, alteración de la conciencia y lesión del músculo esquelético.
Por eso, los médicos neoyorquinos concluyen que “la asociación entre accidente cerebrovascular de grandes vasos y Covid-19 en pacientes jóvenes requiere una mayor investigación” y advierten que el distanciamiento social, el aislamiento y la renuencia a presentarse en el hospital pueden contribuir a malos resultados.
Los médicos temen que aquellos que presentan algunos síntomas leves de infartos estén retrasando el llamado a los servicios de emergencia, por los temores a la pandemia.
En ese sentido, ya se registraron casos de pacientes que buscaron ayuda más de 24 horas después de la detección, cuando muchos de los casos pueden evitar secuelas importantes si se revisan dentro de las primeras seis horas.
“Dos pacientes de nuestra serie demoraron en llamar a una ambulancia porque les preocupaba ir a un hospital durante la pandemia”, escribieron los autores del estudio.
Asimismo, varios médicos consultados por medios estadounidenses expresaron su preocupación por las cifras del Departamento de Bomberos de la ciudad de Nueva York, que reportaron que están recogiendo cuatro veces más cuerpos de personas que murieron en sus hogares, y varios de ellos habían sufrido accidentes cerebrovasculares.
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