Comenzó la reapertura en Estados Unidos: cómo fueron los primeros días

En la última semana, y sobre todo el lunes 27 de abril, se reanudaron algunas actividades económicas y sociales en nueve estados. Desde restaurantes hasta peluquerías caninas, desde playas hasta salones de tatuaje, desde templos hasta cines, así fueron los regresos

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En algunos estados, como Colorado,
En algunos estados, como Colorado, se reabrieron actividades sociales y comerciales, incluidos los tatuajes, tras el confinamiento para controlar el COVID-19. (REUTERS/Keith Coffman)

El lunes 27 de abril varios lugares de los Estados Unidos comenzaron a reabrir sus economías y sus sociedades. Cuando el país se acercaba al millón de infectados confirmados de COVID-19 y superaba las 55.000 muertes, las estimaciones sugerían que lo peor había pasado, con un pico de fallecimientos 12 días antes, y algunos estados comenzaron a habilitar actividades. Georgia y Oklahoma permitieron la reapertura de salones de belleza, spas y barberías, mientras que Alaska permitió que reabrieran los restaurantes y los comercios minoristas.

También Carolina del Sur, Colorado, Minnesota, Mississippi, Montana y Tennessee tomaron medidas de apertura. Sin embargo, en las jurisdicciones locales, como los condados y hasta los municipios, algunas restricciones se pueden mantener vigentes, lo que provoca un mosaico que los infectólogos consideran peligroso. Por ejemplo, el condado de Miami-Dade anunció la reapertura de parques, marinas y canchas de golf, mientras que las playas siguen cerradas aunque el gobernador de la Florida, Ron DeSantis, las abrió.

Mientras se subraya la importancia de la distancia social y el uso de mascarillas en público para limitar la transmisión del nuevo coronavirus, la reapertura de la economía parece crucial para los más de 26 millones de estadounidenses que solicitaron seguro de desempleo —una cantidad sin precedentes: uno de cada seis trabajadores—, a muchos de los cuales todavía no les ha llegado la ayuda de pago único de USD 1.200 del gobierno federal, que en algunos casos se podría demorar hasta finales de julio.

Carolina del Sur, uno de
Carolina del Sur, uno de los últimos estados en tomar medidas de confinamiento, ha sido el primero en reabrir algunas áreas, como las playas. (REUTERS/Rachel Jessen)

El regreso a las actividades habituales es también un tema de importancia para la campaña presidencial en la que compiten el actual mandatario, Donald Trump, por su reelección, y el ex vicepresidente Joe Biden, precandidato demócrata. La mayoría de los estados demócratas se han manifestado en contra de una reapertura temprana de la economía que pudiera echar a perder los esfuerzos realizados hasta el momento y reavivar el contagio, sobre todo en los dos estados más poblados del país, California y Nueva York. Los que retomaron actividades son republicanos, con excepción de tres que gobiernan sobre territorios muy rurales, Colorado, Minnesota y Montana.

A la presión de las empresas y el desempleo de los ciudadanos se sumaron protestas en Michigan, Kentucky, Virginia, Texas, Wisconsin, Kansas y Pensilvania, entre otros estados. También entre los académicos se abrieron voces de queja, como la columna de Scott Atlas, un neuroradiólogo investigador de Hoover Institution en la Universidad de Stanford que publicó en The Hill: “La tragedia de la pandemia del COVID-19 parece estar ingresando en la fase de contención. Decenas de miles de estadounidenses han muerto, y la ciudadanía está ahora desesperada por políticos sensatos que tengan el coraje de ignorar el pánico y confiar en los hechos. Los líderes deben analizar los datos acumulados y ver qué sucedió realmente en lugar de seguir enfatizando proyecciones hipotéticas, combinar esa prueba empírica con los principios fundamentales de la biología consolidados durante décadas y entonces, reflexivamente, volver a poner el país en marcha”.

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A la presión de las empresas y el desempleo de los ciudadanos se sumaron protestas en Michigan, Kentucky, Virginia, Texas, Wisconsin (foto, ciudad de Madison), Kansas y Pensilvania, entre otros estados. (REUTERS/Daniel Acker)

Pero mientras Atlas subraya que los gobiernos que insisten en un “confinamiento casi total” ignoran hechos básicos, como que “proteger a las personas mayores y en riesgo elimina la sobrecarga de los hospitales”, el Proyecto de Rastreo del COVID indicó que hasta el momento sólo se ha hecho la prueba para detectar el SARS-CoV-2 a 4,7 millones de personas en un país de 330 millones y una investigación de Harvard estimó que para reabrir la sociedad sin peligro es necesario un mínimo de 500.000 tests diarios, y por ahora sólo se ha llegado a la quinta parte, aun acelerando el ritmo.

Cómo actuaron los estados que reabrieron

“Aunque de alcance limitado y sujetas a restricciones de distanciamiento social, las reaperturas marcaron un hito simbólico en el debate”, señaló The Guardian. “Estamos súper entusiasmados por reabrir, pero recibimos críticas de gente que dice que es demasiado pronto”, dijo al medio Amy Pembrook, quien tiene un salón de belleza con su esposo, Mike, en Fairview, Oklahoma. “Sólo podemos decir que o bien vivimos con miedo durante mucho tiempo o bien confiamos en que todo va a salir bien”.

The New York Times realizó una síntesis de las medidas en los estados que comienzan a reactivarse. A ellos prestan mucha atención otros que tienen órdenes de quedarse en casa que vencen el 30 de abril, y cuyos gobernadores todavía no se manifestaron al respecto.

Con límites para la cantidad
Con límites para la cantidad de comensales por salón y hasta por mesa, los restaurantes comenzaron a abrir, como este en Smyrna, Georgia. (REUTERS/Elijah Nouvelage)

Alaska ha estado con indicación de quedarse en casa desde el 28 de marzo, y si bien no la ha levantado, el gobernador Mike Dunleavy relajó las restricciones para ir a restaurantes, tiendas minoristas y servicios no esenciales como peluquerías y manicurías. El proceso de reapertura comenzó el 24 de abril, con algunas restricciones: por ejemplo, los restaurantes sólo pueden tener el 25% de sus mesas habituales, para garantizar la distancia social, y sólo funcionan con reservas previas.

Carolina del Sur fue uno de los últimos estados en ordenar que sus ciudadanos se queden en las casas —lo hizo el 7 de abril— y fue el primero en comenzar la reapertura, cuando el 20 de abril el gobernador Henry McMaster permitió la reapertura de las tiendas minoristas —indumentaria, muebles, calzado, joyas, equipaje, ropa deportiva, libros, música, flores y mercados, entre otras— siempre que operasen a un 20% de su capacidad habitual. A continuación se permitió la apertura de marinas y playas públicas, pero con la indicación de mantener la distancia social.

Colorado dejó que venciera la indicación de quedarse en casa para cambiarla por una recomendación: “Es más seguro permanecer en el hogar”. El gobernador Jared Polis permitió la reapertura de comercios minoristas para recoger pedidos en la puerta de los locales y también la reanudación de las visitas a propiedades en venta o en alquiler. Desde el 1º de mayo podrán volver a la actividad los negocios de servicios personales, como salones de belleza, con precauciones. Polis pidió a los ciudadanos que sigan manteniendo un 65% de la distancia social. “Todavía tenemos trabajo que hacer, no hemos superado lo peor”.

Georgia tenía una orden de refugio desde el 3 de abril, que en general se aplica a fenómenos temporarios como un tornado: indica que las personas deben quedarse donde los encuentre el episodio hasta que las autoridades confirmen que es seguro salir. En línea con la Casa Blanca, el gobernador Brian Kemp abrió buena parte de las actividades habituales de la era pre-COVID: gimnasios, peluquerías, salón de manicuras, pistas de bolos y locales de tatuajes. Los restaurantes pueden regresar a la actividad, aunque en un volumen más reducido para no causar aglomeraciones; también se permitirá que lo hagan los cines y otros lugares de entretenimiento. Entre los requisitos que impuso Kemp para la reapertura se cuenta controlar la temperatura de los trabajadores.

Entre los requisitos que impuso
Entre los requisitos que impuso Brian Kemp en Georgia para reabrir restaurantes, gimnasios, peluquerías, salón de manicuras, pistas de bolos y locales de tatuajes se cuenta controlar la temperatura de los trabajadores. (REUTERS/Elijah Nouvelage)

Minnesota mantiene su indicación de permanecer en casa, que implementó el 27 de marzo, pero el gobernador Tim Walz permitió el regreso al trabajo de ciertos empleados de la agricultura, la industria y la administración. Eso permitió que unas 100.000 personas recuperasen su empleo a partir del 27 de abril.

Mississippi dejó que su orden de quedarse en casa venciera el 27 de abril. Al mismo tiempo el gobernador Tate Reeves eliminó las restricciones a los comercios minoristas, con excepción de aquellos de contacto cercano como los gimnasios, los spas y las peluquerías caninas.

Montana decidió una reapertura en fases, que comenzó el 26 de abril con la habilitación de los templos religiosos y las tiendas minoristas el 27. Se espera que restaurantes y bares vuelvan a funcionar a partir del 4 de mayo. “Pero nuestra nueva normalidad va a parecer diferente”, advirtió el gobernador Steve Bullock. “El virus no se ha ido”.

Oklahoma no emitió una orden de confinamiento, pero sí restricciones a la actividad comercial, laboral y de circulación. El 24 de abril el gobernador Kevin Stitt permitió la reapertura de salones de belleza, barberías y peluquerías caninas. Se espera que el 1º de mayo los restaurantes, los cines, los gimnasios, los templos y las instalaciones deportivas vuelvan a funcionar, aunque con límites para evitar aglomeraciones.

Varios de los estados que
Varios de los estados que retomaron actividades permitieron la reapertura de salones de belleza, barberías y peluquerías caninas. (REUTERS/Rich McKay)

Tennessee hizo una excepción a su indicación de mantenerse en casa, en efecto hasta el 30 de abril, para que desde el 27 comenzara la reapertura de actividades con los restaurantes. A continuación seguirán los comercios minoristas. Por el momento a todos se los ha limitado a una operación de hasta el 50% de su capacidad habitual, con no más de seis comensales por mesa, detalló NPR. Los dueños deben controlar que ni los empleados —que deben usar máscaras y guantes— ni los clientes manifiesten signos de infección.

¿Qué pasará con el resto de los estados?

Muchos de los restantes estados del país tienen órdenes de quedarse en casa válidas sólo hasta el jueves 30 de abril. Los gobernadores podrían dejarlas caer, como hicieron ya algunos, o renovarlas como hizo Michigan, donde la gobernadora Gretchen Whitmer la extendió hasta el 15 de mayo. También pueden hacer excepciones para ciertos negocios, como también se hizo en Michigan, que permitió las actividades al aire libre y solicitó el uso de mascarillas en el transporte público de sus ciudades, entre ellas Detroit, una de las más golpeadas por el COVID-19.

Algunos gobernadores han expuesto ya planes detallados, como Brad Little, quien se propone reabrir Idaho en etapas. La primera incluirá a los templos, a comienzos de mayo. A continuación se reabrirán los restaurantes, los gimnasios y los salones de belleza, a fin de ese mes. Algunas instalaciones de recreación, como los nightclubs y los cines, deberán esperar hasta fines de junio.

Estados como Nueva York, Nueva
Estados como Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut, que comparten un área metropolitana de unos 32 millones de personas, están lejos todavía de la reapertura. (REUTERS/Lucas Jackson)

Otros gobernadores todavía trabajan en sus planes y siguen de cerca lo que sucede en los que ya dieron los primeros pasos de reapertura. “Haremos un anuncio pronto, obviamente, porque ya llegamos al fin del mes”, dijo DeSantis en referencia a que su orden de quedarse en casa para la Florida es de las que termina. “Me preocupa menos tener una fecha precisa que hacerlo de la manera correcta”, agregó.

Florida, como Texas, es uno de estos estados más importantes entre los que no han expresado aún un camino ante la inminencia del fin de las restricciones, porque son el cuarto y el tercero más poblados, respectivamente. En la lista de las incógnitas los acompañan Alabama, Arizona, Louisiana, Maine y Nevada.

El resto de los estados —entre ellos California, el primero en tomar medidas de prevención— se mantendrán cerrados hasta un poco más adelante. “Los más afectados, como Nueva York y Nueva Jersey, parte de un área metropolitana de unos 32 millones de personas, los gobernadores señalaron que incluso la reanudación limitada de las actividades comerciales se encuentra todavía a semanas de distancia”, indicó Reuters.

La ciudad de Nueva York prueba un programa piloto de su Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA), responsable por el metro, los autobuses y dos líneas de ferrocarril. Los primeros pasos ha sido instalar escudos de vinilo para separar aun más a los pasajeros y los conductores y controlar la temperatura de sus más de 3.500 empleados. "Nos seguiremos concentrando en los usuarios, los empleados, la higiene y la distancia social, dijo a CNN Meredith Daniels, vocera de MTA. También la Autoridad de Tránsito de Chicago “prepara un marco versátil y estratégico”, según definió su presidente, Dorval Carter Jr., para “satisfacer las demandas de la nueva normalidad”.

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