La economía estadounidense se contraerá entre un 20% y un 30% en el segundo trimestre como consecuencia de las medidas adoptadas para frenar el coronavirus, según pronosticó este lunes Kevin Hassett, un asesor económico de la Casa Blanca.
Hassett, en una entrevista con la cadena financiera CNBC, aseguró que la caída del Producto Bruto Interno (PBI) de EEUU será entre abril y junio la peor desde la Gran Depresión.
Según anticipó el economista, las cifras del PBI en el primer trimestre, que se publicarán este miércoles, serán ya negativas, pero lo peor se verá en el segundo trimestre, cuando espera una contracción de entre el 20% y el 30%.
Para el tercer trimestre, este asesor de la Administración de Donald Trump confía en que se vea una tendencia “bastante positiva” a medida que se reactiva la actividad.
Hassett pronosticó que la tasa de desempleo en abril alcanzará el 16% o el 17%, disparándose desde el 4,4% registrado en marzo a medida que se hacen sentir los efectos de la pandemia en los negocios del país.
Según los últimos datos, más de 26 millones de trabajadores han solicitado el subsidio por desempleo en las últimas cinco semanas, borrando de un plumazo todos los empleos creados desde la crisis financiera de 2008. Los analistas calculan que el índice de desempleo podría haber llegado ya a casi el 18%, un fuerte contraste con la situación que hubo hasta febrero, cuando Estados Unidos, con un desempleo que durante meses estuvo alrededor del 3,5 %, registraba las cifras de paro más bajas en medio siglo.
Hassett, que hasta el año pasado fue director del Consejo de Asesores Económicos (CEA, en sus siglas en inglés) del Gobierno de EEUU, regresó recientemente a la Casa Blanca como asesor económico.
Paquetes de ayuda
El viernes, Trump firmó un tercer plan de estímulo por 483.000 millones de dólares para apoyar a la economía de Estados Unidos, duramente afectada por las restricciones impuestas ante la pandemia de coronavirus, que incluye 320.000 millones para que las empresas mantengan sus puertas abiertas y paguen a sus empleados, luego de que se agotó el primer tramo de 349.000 millones de dólares.
Ese primer plan ayudó a 1,6 millones de negocios y protegió a más de 30 millones de empleos, y con los fondos adicionales “decenas de millones de trabajadores se beneficiarán de este alivio crítico”, según el Tesoro.
Sin embargo, el comunicado advirtió que los prestamistas “deben revisar cuidadosamente las regulaciones y las certificaciones requeridas para obtener el préstamo”, una referencia a las reglas que prohíben que grandes empresas se beneficien de este programa. El gobierno apretó las normas tras la polémica porque grandes cadenas de restaurantes recibieron decenas de millones de dólares del programa.
(Con información de EFE y AFP)
MÁS SOBRE ESTE TEMA: