Estiman que el coronavirus ya circulaba por las principales ciudades de Estados Unidos mucho antes de la confirmación de los primeros casos

Un modelo confeccionado por la Universidad Northeastern indica que cuando el 1 de marzo el COVID-19 llegó oficialmente a Nueva York, había probablemente 10.000 casos en la ciudad. Lo mismo ocurrió en San Francisco, Chicago, Boston y Seattle

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Un enfermo de coronavirus es ingresado en el hospital St. Joseph de Yonkers, Nueva York (AP/John Minchillo)
Un enfermo de coronavirus es ingresado en el hospital St. Joseph de Yonkers, Nueva York (AP/John Minchillo)

Las principales ciudades de Estados Unidos experimentaron brotes ocultos de coronavirus mucho antes de confirmar sus primeros casos oficiales, de acuerdo a un modelo de propagación de la enfermedad realizado por la Universidad Northeastern y citado por el New York Times.

Cuando el 1 de marzo se registró el primer caso en la ciudad de Nueva York, había tan sólo 23 contagios confirmados en algunas de las principales ciudades estadounidenses, lista que se completa con San Francisco, Chicago, Boston y Seattle.

Pero de acuerdo al modelo de Northeastern, ya en ese momento había probablemente 28.000 infecciones en esas cinco ciudades.

De hecho durante todo febrero, cuando el coronavirus era percibido aún como una amenaza lejana y el centro de atención estaba en China, en realidad el COVID-19 ya circulaba por Estados Unidos y se esparcía en otras localidades.

Desconocer esta realidad influyó negativamente en la toma de decisiones de aquel momento, cuando alcaldes y gobernadores apenas comenzaban a analizar el cierre de escuelas, el distanciamiento y el teletrabajo.

La ciudad de San Francisco, vacía durante la cuarentena por coronavirus (Reuters)
La ciudad de San Francisco, vacía durante la cuarentena por coronavirus (Reuters)

Mientras tanto, en segundo plan esta cadena silenciosa de transmisiones afectaba a miles de personas”, dijo Alessandro Vespignani, quien dirigió el equipo de investigadores de Northeastern, citado por el New York Times.

Los modelos de propagación de enfermedades son por naturaleza inexactos y se basan en estimar el contacto entre personas y la transmisión del virus de acuerdo a la forma en que la gente viaja, trabaja y socializa. Incluyen, además, entre los infectados a aquellos asintomáticos que no entran en las estadísticas oficiales.

Otros expertos, sin embargo, han dicho que los hallazgos de Northeastern se condicen con sus propias estimaciones.

Esta investigación demostraría hasta qué punto estaba atrasado el entendimiento y la detección del alcance real del virus en Estados Unidos, cuyo primer caso, un hombre que había viajado a Wuhan, epicentro del brote, fue confirmado el 21 de enero.

La importancia de entender la forma en la que el virus se propaga, más allá de poder evaluar respuestas pasadas, radica en la posibilidad de que actuar mejor en un segundo brote si la restricciones son levantadas muy tempranamente, indicó el New York Times.

El foco en los asintomáticos

El modelo del doctor Vespignani está basado es lo que se sabe del virus y dónde fue detectado. Estima la propagación al simular movimiento de individuos de acuerdo a patrones de viajes en avión de las personas, las escuelas a las que asisten, los lugares que visitan y otros datos.

Enfermeras atienden a un paciente en Seattle, Washington (REUTERS/Brian Snyder)
Enfermeras atienden a un paciente en Seattle, Washington (REUTERS/Brian Snyder)

Las personas asintomáticas o con síntomas leves aún pueden trasmitir el virus, y en esta etapa de la pandemia estos portadores eran casi invisibles a las autoridades y a los procesos de toma de decisión. Para cuando los líderes en diferentes estados actuaron, ya era tarde.

Algunas pocas ciudades, como Seattle, lograron contener el crecimiento al aprovechar los modelos de propagación que ya estaban siendo aplicados en ese momento. Se adelantaron al resto del país.

Nueva York, la ciudad más golpeada de Estados Unidos en la actualidad, no actuó de forma tan rápida. Las escuelas fueron cerradas a mediados de marzo, cuando ya se registraban 600 casos de contagios sospechosos.

De acuerdo al modelo de Vespignani, cuando el 1 de marzo se confirmó el primer caso en la ciudad, en realidad podía haber más de 10.000 personas contagiadas circulando.

De hecho, los primeros casos positivos de COVID-19 podrían haber arribado a Nueva York entre finales de enero y mediados de febrero, de acuerdo al modelo.

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