Fuertes tormentas eléctricas continúan castigando al sudeste de EEUU. Este miércoles, los estados de Texas y Oklahoma fueron golpeados por varios tornados que causaron daños catastróficos en distintas comunidades, y dejaron un saldo de al menos cinco muertos y decenas de heridos.
La tormenta comenzó alrededor de las 16:30 de la tarde en el condado de Marshall, Oklahoma. Allí, varios testigos grabaron imágenes del inmenso tornado que se formó a las afueras de la ciudad de Madill, y que avanzó por tierra destruyendo fábricas, casas y autos.
Según Robert Chaney, director de Gestión de Emergencias del condado, al menos dos personas fallecieron en la zona, mientras que un tercer ciudadano se encuentra en estado crítico.
Una de las víctimas mortales apareció a la orilla de una carretera próxima a J&I Manufacturing, una empresa de remolques localizada a unos 10 kilómetros del centro de Madill. El funcionario de la unidad de emergencias explicó que el tornado embistió las instalaciones de la compañía justo al finalizar la jornada laboral, cuando los trabajadores regresaban a sus casas.
Además, también golpeó la central de Steel & Wire. Aunque los vientos sacudieron la fábrica, sus empleados pudieron ponerse a salvo, y nadie resultó herido, de acuerdo a la información facilitada de un portavoz de la compañía.
Por el paso de la tormenta, dijo Chaney, algunos autos quedaron “amontonados” y uno incluso, terminó entre las ramas de un árbol. Al menos 12 casas quedaron derruidas y más de 7,000 personas sufrieron cortes de electricidad.
Aproximadamente dos horas después de que el temporal sorprendiera a Oklahoma, comenzaron a avistarse los primeros tornados en el Condado de Polk, Texas, donde murieron tres personas y al menos 30 resultaron heridas, según las cifras reportadas por las autoridades.
Allí, el Servicio Nacional de Meteorología (NWS, por sus siglas en inglés) advirtió el miércoles la presencia de un “tornado enorme y extremadamente peligroso” en Polk County, cerca de las 18:00 horas.
“Es una gran devastación”, dijo Charles Stephens, vecino del condado, en declaraciones al diario Houston Chronicle. “No creo que nadie pueda entrar [en el vecindario]", añadió.
En las imágenes difundidas por los usuarios a través de redes sociales se aprecia la “devastación” a la que se refirió Charles Stephens. Este jueves, al salir las primeras luces del día, los habitantes pudieron observar los estragos que dejó durante la noche el tornado: unas 50 casas quedaron derruidas, el viento arrancó los árboles desde la raíz, y los escombros cubrían por completo el paisaje.
La ciudad más afectada del condado fue Onalaska, que sufrió el impacto de varios tornados. Uno de ellos avanzó sobre las casas junto al lago Livingston, destruyendo casas, además de barcas y puertos. Otro atravesó la comunidad de Yaupon Cove, rompiendo cristales y arrojando grandes árboles sobre los techos de las casas.
“Mi oficina, la División de Manejo de Emergencias de Texas, y otras agencias estatales, están trabajando con las autoridades locales para proveer inmediatamente apoyo a las áreas devastadas por este tornado”, señaló en un comunicado el gobernador de Texas, Greg Abott. “El estado ya ha desplegado equipos de respuesta y recursos médicos para ayudar a los tejanos necesitados y prestar asistencia a las comunidades”, añadió.
Según ABC News, hasta las 22:30 horas de este miércoles se habían reportado en total 21 tornados en Texas y Oklahoma.
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