Estados Unidos registró en las últimas 24 horas 2.751 nuevas muertes por Covid-19, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus, según el último recuento de la universidad Johns Hopkins. De esta manera, la cifra total de decesos en el país asciende a 44.845, con creces la mayor a nivel global.
La cantidad de casos positivos reportados, en tanto, es superior a 823.000, lo que representa un incremento de 39.000 en comparación con la víspera. El país también encabeza esta lúgubre lista. La cifra es cuatro veces mayor a la de España (204.000), que registra la segunda mayor cantidad de transmisiones.
Las muertes registradas el martes prácticamente duplican a las del día anterior: 1.433. No obstante, la discrepancia puede explicarse mayormente debido a la tardanza en recibir los reportes durante los fines de semana, teniendo en cuenta que las cifras publicadas siempre corresponden a los casos del día anterior.
El mismo patrón se observó en otros de los países que se encuentran más afectados por la enfermedad, como el Reino Unido, España y Brasil.
El estado de Nueva York sigue siendo el epicentro de la pandemia en el país, con unos 258.000 casos confirmados de coronavirus y cerca de 19.000 muertes.
No obstante, la curva de contagios y muertes en el territorio se encuentra en franco descenso, algo que se vio ilustrado por el anuncio que la ciudad de Nueva York ya no necesitará el buque médico Comfort que llegó a la Gran Manzana a finales de marzo para asistir al sistema sanitario local.
"Fue muy bueno tenerlo en caso de desbordarse (el sistema sanitario), pero he dicho que en realidad ya no necesitamos el Comfort. Sí que nos dio consuelo pero ya no lo necesitamos, así que si necesitan enviarlo a otro lugar, deberían llevárselo”, expresó Cuomo en diálogo con medios locales.
El buque efectivamente dejará las costas de la ciudad, algo confirmado por el presidente Donald Trump este martes en el marco de una reunión con Cuomo en la Casa Blanca. “Le he preguntado a Andrew (Cuomo) si el Comfort puede volver a su base de Virginia para poder tenerlo para otras zonas y me dijo que se podría hacer eso”, afirmó Trump, que no dio una fecha concreta para su salida.
Ambos mandatarios se reunieron a pedido de Cuomo para conversar, según explicó, “sobre las pruebas y sobre quién hace qué en los tests”. Había que dejarlo claro, porque es un asunto muy importante", indicó Cuomo tras la reunión con Trump, y en diálogo con la cadena local MSNBC.
El hecho más relevante del día tuvo lugar durante la conferencia de prensa que Trump ofrece en bases diarias del comienzo de la pandemia: anunció que el miércoles develerá un decreto mediante el cual suspenderá la otorgación de residencias permanentes (green cards, o tarjetas verdes) durante 60 días debido al impacto económico de la pandemia, y que la prorrogará o no basado en el estado de la economía en ese momento.
“Al pausar la inmigración ayudaremos a los americanos a estar primeros en la fila para conseguir trabajo una vez que Estados Unidos vuelva a abrir. Sería injusto para quienes fueron despedidos que luego fueran reemplazados por un inmigrante traído desde el extranjero. Tenemos que cuidar a los trabajadores americanos”, expresó Trump durante la conferencia de prensa por el balance diario sobre la pandemia.
No obstante, expresó: “En el futuro, examinaremos qué medidas adicionales relacionadas a la inmigración deberíamos implementar para proteger a los trabajadores estadounidenses. Los vamos a proteger cada vez más”. Y advirtió que esta suspensión de la inmigración se podría seguir prorrogando: “Veremos dónde estamos con la economía y espero que tenga una decisión muy fácil de tomar. Espero que la economía esté bien para entonces. Podría ser por 30 días o mucho más de 60 días”.
Trump había anticipado la medida el lunes por la noche con un mensaje que publicó en su cuenta de Twitter. “Ante el ataque del enemigo invisible, junto con la necesidad de proteger los trabajos de nuestros grandes ciudadanos estadounidenses, firmaré una orden ejecutiva para suspender temporalmente la inmigración a los Estados Unidos”, había expresado el jefe de Estado.
El pasado 18 de marzo el gobierno de Estados Unidos comenzó a negar la entrada al país a los solicitantes de asilo en base a una norma que permite prohibir la entrada de personas “de países o lugares” pertinentes cuando el director de Salud Pública del país determine que hay “peligro grave” de que se “introduzca” en el país una “enfermedad contagiosa”.
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