Una niña de 10 años que conmovió a la ciudad de Munday, en Texas, al realizar a mano 100 cubrebocas que donó al personal sanitario de un hospital, falleció este viernes en un accidente a bordo de un vehículo todoterreno.
Después de que las escuelas cerraran a causa de la pandemia del COVID-19, Lexi Collins, hija de una enfermera, aprovechó sus horas libres y confeccionó con su máquina de costura divertidos cubrebocas con estampados de abejas, osos, o flores. Al terminar alrededor de 100 mascarillas de tela, se las entregó a principios de abril a los enfermeros y médicos del Hospital General Anson.
“Gracias por todo lo que hacen. Lexi Collins. Quinto Grado de la escuela Munday Elementary”, se leía en la dedicatoria.
Algunos trabajadores del centro médico, sorprendidos por el noble gesto de la pequeña, le escribieron un mensaje a través de Facebook para agradecerle públicamente su donación. También compartieron en la red social fotografías utilizando los coloridos cubrebocas. La respuesta, le hizo mucha ilusión a la menor, según contó su madre, Jara Collins.
“¡Gracias a todos por alegrarle el día a mi niña agradeciéndole públicamente”, respondió la madre de Lexi en Facebook. "Le encanta coser y yo soy enfermera, así que quiere ayudar a todas las enfermeras que pueda. ¡Rezando para que todos se mantengan seguros durante todo esto! ¡Lexi está muy contenta de ayudar!”, añadió.
Jara Collins trabaja como enfermera en la clínica Knox County Hospital District. Además, la abuela de la menor, su tía y su tío, también ejercen esta profesión.
El pasado viernes, Lexi falleció a causa de un accidente de quad, según informó la televisora local KTXS. El funeral se llevó a cabo el lunes, bajo una serie de normas impuestas por las autoridades ante la pandemia del coronavirus.
“A la luz del COVID-19, el funeral de Lexi se llevará a cabo con precaución. Pedimos, en nombre de la familia, respetar las normas y los reglamentos que nos han impuesto desde el Condado de Knox y el Estado de Texas”, informó Jara Collins a través de Facebook.
Entre estas pautas, se instó a los dolientes a llevar su propia silla, a sentarse con su familia inmediata, y a mantener una distancia de seguridad mínima de dos metros, entre otras.
“Lexi iluminó el mundo en el que vivía, desde las casas de sus abuelos hasta los pasillos de la escuela Mundary Elementary”, se lee en su obituario.
“Con la suspensión de clases, Lexi pasó sus días entre su casa y la casa de su abuela. Dedicó innumerables horas a confeccionar mascarillas faciales muy necesarias (aproximadamente 100) para la comunidad del condado de Knox, y otros condados circundantes. Al igual que su madre, donó y ayudó: dio sonrisas, amor, y todo lo que pudo para hacer que tu día fuera mejor; ayudaba a otros con los deberes de la escuela, y sacaba sonrisas a amigas disgustadas”.
En Munday, los vecinos han decorado los árboles con lazos del color favorito de la pequeña, el turquesa, para honrar su memoria. Karen Logan, concejal de la ciudad, dedicó unas palabras tras su fallecimiento.
“Lexi fue una niña destacada. Era brillante, talentosa, muy sabia para su edad, y tenía el espíritu más preciado que he conocido”, afirmó.
También la madre de la menor, escribió una publicación en Facebook en la que resaltó la bondad de su hija.
“Gracias a todos por amar a mi bebé, porque ella sé que les quería a todos. Era la mejor persona que conocía, y la echaré de menos cada segundo de cada día durante el resto de mi vida. Gracias Dios por escogerme para ser su madre. De verdad no sé que hice para merecer ese honor".
MÁS SOBRE OTROS TEMAS: