Un docente de 36 años de una escuela secundaria de Forest Hills, Queens, debió ser rescatado por la policía de Nueva York luego de estar 12 horas atrapado en una isla desierta por un paseo en kayak que salió mal.
Un video publicado por los rescatistas mostró que el hombre, como si fuera Tom Hanks en la famosa película Náufrago, había escrito la palabra AYUDA con distintos palos en la arena y encendido una fogata para alertar a la distancia sobre su situación.
Con un helicoptero, socorristas neoyorquinos detectaron el pedido de auxilio y se acercaron hasta la pequeña isla de Jamaica Bay para descubrir al hombre que saltaba y agitaba los brazos en un momento de felicidad luego de tantas horas de incertidumbre.
De vuelta en su hogar, el desafortunado navegante explicó a la cadena CBS que había salido en su kayak el jueves por la mañana para llegar a Ruffle Bar, un territorio a tres kilómetros de la costa del campo de aviación Floyd Bennett en Brooklyn, y rápidamente volver. “Era una actividad de distanciamiento social”, bromeó el protagonista del suceso que pidió no ser identificado.
Las condiciones climáticas eran buenas al iniciar la aventura, pero cuando debía emprender la vuelta el viento se había levantado y las olas eran fuertes. No había hecho la mitad del recorrido cuando el kayak comenzó a hundirse. “El kayak se inclinó y me caí”, dijo.
Tuvo que nadar de vuelta a la isla de 56 hectareas, con la ropa y el teléfono mojados. “Encontré un encendedor, y milagrosamente funcionó, así que prendí un pequeño fuego en la playa”, dijo. Pero las horas pasaron y nadie vino. “Era probable que pasara la noche allí”, recordó.
“Encontré un par de cocos, así que los abrí y bebí un poco de agua”, dijo. Y agregó que después se puso a levantar residuos en la playa y su plan era construir una balsa y tratar de remar de vuelta a tierra firme por la mañana.
Pero antes del amanecer, escuchó el zumbido de un helicóptero. "El tipo aterrizó y dijo: “¿Vienes con nosotros?”. El docente dijo que se sentía culpable por quitarles tiempo a los rescatistas.
“Los hombres de la ambulancia eran dos personas de Illinois que vinieron específicamente a Nueva York para ocuparse de la situación del COVID-19”, explicó. “Me sentí un poco avergonzado de estar malgastando esos recursos... pero todos fueron muy amables conmigo y me alegro de haber salido de allí”, concluyó.
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