La Guardia Costera de Estados Unidos, con la cooperación de las autoridades de Costa Rica, incautó más de 700 kilos de cocaína, con un valor estimado de 29 millones de dólares, en aguas internacionales del Océano Pacífico, según informó el lunes esta misma fuerza.
En pleno operativo de patrullaje, el helicóptero MH-65 Dolphin del Escuadrón Táctico de Interdicción de Helicópteros de la Guardia Costera (HITRON) identificó un barco pesquero sospechoso de contrabando a principios de la semana pasada.
Inmediatamente solicitó la ayuda de un avión de patrulla marítima del Servicio de Vigilancia Aérea de Costa Rica.
De acuerdo a lo informado por las autoridades norteamericanas, “la pequeña embarcación del guardacostas llegó al lugar con el buque pesquero, Amanda M”, que fue conducido a Costa Rica, con los cuatro presuntos contrabandistas a bordo.
Los miembros de la Guardia Costera descubrieron en el interior de la nave varios compartimentos falsos, donde descubrieron 771 kilos de cocaína.
“Esta interdicción es un gran ejemplo de lo que podemos lograr con fuertes socios internacionales”, manifestó el contralmirante Peter Gautier, el comandante del 11º distrito de la Guardia Costera. Y agregó: “Nuestras tripulaciones de la Guardia Costera realizaron un exhaustivo abordaje y búsqueda de Amanda M, recuperando 29 millones de dólares de cocaína. Nuestros socios costarricenses jugaron un papel importante en el éxito de esta operación que desbaratará las redes criminales de la región durante esta gran oleada”.
Los cuatro contrabandistas, en tanto, se encuentran a disposición de la justicia costarricense.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, destacó este martes el operativo en su cuenta de Twitter, y adelantó que los despliegues militares en el Caribe continuarán “hasta que estas amenazas sean neutralizadas”: “Mi Administración está comprometida a proteger a la patria del flagelo de los narcoterroristas y traficantes que tratan de desestabilizar a los Estados Unidos y a nuestro Hemisferio. Nuestros despliegues militares en el Caribe y el Pacífico Oriental perdurarán hasta que estas amenazas sean neutralizadas”.
El pasado 1 de abril, Trump anunció el lanzamiento de la operación antidrogas más grande de Estados Unidos en Occidente, con fuerza naval y aérea, para no permitir que regímenes dictatoriales se aprovechen de la crisis por el coronavirus. La Armada norteamericana envió buques y aviones cerca de las costas de Venezuela después de acusar de “narcoterrorismo” al dictador Nicolás Maduro.
“El Comando Sur de los Estados Unidos aumentará la vigilancia, las incautaciones, el despliegue de aeronaves, naves y helicópteros destructivos”, señaló el presidente norteamericano desde la Casa Blanca, quien indicó que el objetivo es “proteger al pueblo americano de la escoria de los narcóticos ilegales”.
Días después, el presidente colombiano Iván Duque anunció el inicio de la quinta fase de la Campaña Naval Internacional de Lucha contra el Narcotráfico Orión, en la que participan 25 países. El mandatario sostuvo que esta operación permitirá “seguir enfrentando el narcotráfico con un respaldo multinacional y una capacidad de compartir información operacional y de inteligencia para que seamos más efectivos frente a este flagelo”.
Colombia participa junto a otras 25 naciones americanas y europeas en este operativo que busca “afectar el narcotráfico y sus delitos conexos por vía marítima, fluvial, terrestre y aérea”, indicó el ministerio de Defensa en un comunicado.
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