Lo que todos esperaban ya es una realidad. El ex Presidente Barack Obama salió de las sombras y entró de lleno a la campaña por la Casa Blanca. Realizó un esperado y contundente apoyo a su antiguo vicepresidente Joe Biden como principal candidato del Partido Demócrata para reemplazar a Donald Trump en la Casa Blanca en las próximas elecciones del próximo martes de 3 de noviembre. Durante su mensaje de respaldo, Obama resaltó además los valores de Biden a lo largo de toda su carrera y resaltó el aporte que durante las epidemias de H1N1 y ébola su ex vicepresidente realizó como parte de su administración.
Siempre se supo que Obama iba a apoyar a quien fuera el nominado demócrata, especialmente si se trataba de su amigo (y Vicepresidente por ocho años), Biden. Cuando Bernie Sanders anunció el fin de su campaña, los allegados a Obama aseguraron que el ex Presidente no quería robar el momento mediático del Senador por Vermont y que por eso esperaría para lanzarse por completo en la contienda. La espera terminó.
“Necesitamos un tipo de liderazgo que esté basado en conocimiento y experiencia, honestidad y humildad, empatía y gracia. Ese tipo de liderazgo que no pertenece solamente a las capitales de los Estados y a las oficinas de los Alcaldes, sino que merece estar en la Casa Blanca. Por eso estoy orgulloso de apoyar públicamente a Joe Biden para la presidencia de los Estados Unidos”, señaló.
Obama divulgó a través de sus redes sociales un video en el que anuncia su apoyo a Biden y lanza su ofensiva contra la actual administración de Donald Trump. Como era esperable, gran parte del discurso tocó el tema de la actual pandemia del COVID-19. Desde un primer momento el ex Presidente destacó a Biden como un líder capaz de lidiar con esta crisis y criticó sutilmente el modo en el que Donald Trump está manejando las cosas. “Joe hubiese prevenido las consecuencias de la actual pandemia porque tiene la experiencia para hacerlo”, decîa Obama, quien además recordó que en sus años en la Casa Blanca enfrentó las crisis sanitarias del ébola y el H1N1, situaciones en las que según dijo el apoyo de Biden fue invaluable.
Pero el ex Presidente no se limitó a hablar sólo del coronavirus, sino que afirmó que previo a la pandemia las cosas estaban mal en los Estados Unidos y que por eso esta elección importa. Obama dijo que era hora de que los Estados Unidos fueran un lugar para todos y no para unos pocos. “Es hora de que nos demos cuenta de que nuestros maestros, enfermeros, quienes construyen nuestros autos, están trabajando en malas condiciones y sus sueldos son bajos. Si esta pandemia sirve de algo es para darnos cuenta de que nuestros trabajadores esenciales merecen más”, decía en clara alusión al reclamo de disparidad entre los muy ricos y la clase media que los demócratas suelen reprocharle a los republicanos.
Es sabido que para los demócratas la elección de hace cuatro años dejó varias lecciones. La principal es que si se dividen entre ellos, pierden. Probablemente por eso Obama utilizó buena parte del discurso de apoyo a Biden para hablar de Sanders. Los demócratas saben que necesitan los votos de los jóvenes progresistas que siguen a Sanders. Obama les habló directamente. Reconoció que suele tener diferencias ideológicas con Sanders pero destacó que ambos consideran que hay que trabajar y darle voz a quienes menos poder tienen.
“Bernie es un auténtico americano, un hombre que ha dedicado su vida a darle voz a las esperanzas de los trabajadores, los sueños, sus frustraciones. Él y yo no siempre estamos de acuerdo en todo, pero siempre tenemos la misma convicción de que debemos hacer de los Estados Unidos un lugar más justo, una sociedad más equitativa”, añadió el ex jefe de estado.
La economía fue un capítulo aparte. Quizás porque la estabilidad económica (y hasta prosperidad pudiera llamársele) de los últimos años –previo al COVID-19- es el as bajo la manga de Trump con miras a su reelección. Obama llegó para desmitificar eso. El argumento que el ex Presidente desarrolló es que la economía requiere reformas para que todos tengan acceso, que no se puede sólo pensar en los que más tienen y que es hora de trabajar con los aliados en el mundo. Un golpe nada sutil a la estrategia exterior de Trump.
“Si hay una cosa que hemos aprendido como país es que en momentos de grandes crisis es que el espíritu de cuidarnos los unos a los otros no puede estar limitado a nuestros hogares, o a nuestros lugares de trabajo, nuestros barrios o nuestras iglesias. Ese espíritu tiene que verse reflejado también en nuestro gobierno nacional”, dijo.
Lo cierto es que hoy se pudo observar el nacimiento de un nuevo capítulo en la campaña por la Casa Blanca. Amado por muchos y rechazado por otros, es innegable que Obama sigue teniendo mucho capital político. Es el demócrata con mejor imagen positiva, y más allá de que se pueda estar o no de acuerdo con él ideológicamente su efectividad a la hora de comunicar es única. Mucho más carismático que el propio Biden, Obama aseguró que ahora lo empezaremos a ver en campaña. Y se despidió diciendo que lo veremos pronto, cuando se pueda, en la carretera dejando un hilo de esperanza para que de aquí a noviembre la crisis del coronavirus se supere y esta contienda atípica y virtual vuelva a sus formas tradicionales.
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