El gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, informó que 777 personas murieron por coronavirus en el estado en las últimas 24 horas. La cifra supone un leve descanso con respecto al jueves, cuando se confirmaron 799 decesos. Hasta el momento, 7.844 han perdido sus vidas en el estado a raíz de la pandemia.
“Continuamos soportando un gran dolor mientras perdimos a 777 neoyorquinos ayer. Sentimos esta pérdida profundamente como estado, comunidad y familia de Nueva York. Es una pérdida terrible y desgarradora”, indicó.
Luego sostuvo que su gobierno destinará 200 millones de dólares para asistencia alimentaria de emergencia a más de 700.000 hogares de bajos ingresos en el estado. Y acotó: “Decir gracias es bueno. Brindar asistencia es mejor. Estoy trabajando con la delegación del Congreso de Nueva York para crear un ‘Fondo de Compensación de Héroes COVID-19’ para apoyar a los trabajadores de primera línea y sus familias. Tal como lo hizo el Congreso después del 11 de septiembre, necesitamos apoyar a nuestros héroes una vez más”.
Por último, se refirió a un posible levantamiento de la cuarentena y a los test masivos. “La reapertura será un proceso gradual y todo se reduce a pruebas. Desarrollamos una prueba de anticuerpos pero necesitamos que el gobierno federal nos ayude. Deben usar la Ley de Producción de Defensa para ampliar rápidamente las pruebas. Si pudiera lo haría”, expresó.
Nueva York ha reducido la cantidad de tiempo que retiene cadáveres no reclamados antes de que sean enterrados en el cementerio público de la ciudad: según la nueva política, la oficina forense mantendrá los cuerpos almacenados durante solo 14 días antes de que sean enterrados en el cementerio de la isla Hart.
Normalmente, unos 25 cuerpos a la semana son enterrados en la isla, principalmente para personas cuyas familias no pueden pagar un funeral o que no son reclamados por sus parientes. Sin embargo, en los últimos días y con la pandemia de coronavirus, las operaciones de entierro han aumentado de un día a la semana a cinco días a la semana, con alrededor de 24 entierros cada día, dijo el portavoz Jason Kersten.
Las imágenes aéreas tomadas por varias agencias de noticias muestran a trabajadores cavando tumbas en la isla, una franja de tierra de acceso restringido a una milla del Bronx que es el lugar de descanso final para más de un millón de neoyorquinos, en su mayoría indigentes.
Los entierros suelen ser realizados por los reclusos del complejo carcelario Rikers Island de la ciudad, pero durante la pandemia de coronavirus, el trabajo ha sido asumido por los contratistas.
Los funcionarios de la ciudad no han explicado si el aumento de los entierros se debe a la presión sobre las casas de sepelios para deshacerse de los cuerpos más rápidamente.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: