Melania Trump se convirtió en la primera integrante de la familia presidencial estadounidense en mostrarse con una mascarilla protectora. Lo hizo a través de una foto publicada en su cuenta de Twitter, con la que buscó alentar a los ciudadanos a taparse la boca y la nariz usando cobertores caseros, de tela, para no generar desabastecimiento de los profesionales.
“El CDC (Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades) continúa estudiando la propagación del COVID-19 y recomienda a la gente usar cobertores de tela para el rostro cuando estén en lugares públicos en los que las medidas de distanciamiento social pueden ser difíciles de mantener. Recuerden, esto no reemplaza la importancia del distanciamiento social. Es una recomendación para que todos estemos seguros”, escribió la primera dama en el mensaje que acompañaba su imagen con gran parte de la cara tapada.
El presidente Donald Trump pidió el viernes pasado a los estadounidenses que se cubran el rostro al salir de sus casas, en un esfuerzo por frenar la propagación del coronavirus. Durante una conferencia de prensa desde la Casa Blanca, dijo era el CDC el que instaba a las personas a que se cubrieran la cara, pero con objetos como pañuelos, para que las mascarillas de grado médico, en particular las máscaras N95 de corta duración, estén disponibles para los trabajadores de la salud.
“Va a ser realmente algo voluntario”, subrayó Trump. “No tienen que hacerlo y yo elijo no hacerlo, pero algunas personas pueden querer hacerlo y eso está bien”. El alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, había realizado la misma sugerencia en la noche anterior.
“Es una cobertura del rostro. Puede ser una bufanda. Puede ser algo que ustedes mismos fabriquen en casa. Puede ser una bandana”, dijo De Blasio en contacto con periodistas. No obstante, también desalentó el uso de barbijos asegurando que los necesita el personal médico.
Ese jueves, consultado acerca de la recomendación en su conferencia de prensa diaria para proveer información sobre los esfuerzos contra la epidemia, Trump había expresado: “Creo que van a anunciar regulaciones sobre eso. No creo que sea obligatorio. Si la gente quiere usarlas, pueden hacerlo. Si quieren usar bufandas, también pueden y lo han hecho. En muchos casos es mejor porque son más gruesas. Una recomendación está en camino, veremos que dice”.
Algunas excepciones serían los niños menores de dos años, cualquier persona que tenga problemas para respirar o cualquier persona que no se pueda quitar la cubierta sin ayuda. En las recomendaciones anteriores solo se aconsejaba el uso de máscaras a los enfermos o a quienes corrían un alto riesgo de sufrir complicaciones por la enfermedad respiratoria. La nueva propuesta se basa en investigaciones que demuestran que las personas sanas y asintomáticas también podrían propagar algunas infecciones.
El miércoles, Eric Garcetti, el alcalde de Los Ángeles, instó a los 4 millones de residentes de su ciudad a usar máscaras cuando están en público. En respuesta a estudios recientes, el CDC cambió el miércoles la forma en que definía el riesgo de infección para los estadounidenses. Esencialmente dice que cualquiera puede ser considerado un portador, ya sea que tenga síntomas o no.
El virus se propaga mayormente a través de gotas de la tos o los estornudos, aunque los expertos subrayan que el germen aún no se entiende del todo. Los funcionarios estadounidenses han estado diciendo a la gente que se quede en casa tanto como sea posible, y que se mantenga por lo menos a 6 pies (2 metros) de distancia de los demás cuando salgan. Otros consejos incluyen lavarse las manos frecuentemente y no tocarse la cara. Pero hasta ahora los funcionarios federales no habían dicho a la gente que se cubriera el rostro en público.
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