Las autoridades norteamericanas han dado luz verde en las últimas horas a un test para diagnosticar COVID-19, fabricado por la farmacéutica Abbott, que ofrece resultados en 5 minutos. La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, en sus sigla en inglés) autorizó anoche este test para uso de urgencia.
En su notificación, la FDA explica que la prueba sirve para “detectar el ácido nucleico del ARN (ácido ribonucleico) viral de SARS-CoV-2 en muestras directas nasales, nasofaríngeas y de garganta, así como en hisopos extraídos nasales, nasofaríngeos y de garganta de medios de transporte viral de individuos sospechosos de COVID-19”.
Por su parte, Abbot precisó en un comunicado que el test puede ofrecer resultados positivos en cinco minutos, y negativos en 13.
La farmacéutica agregó que las pruebas estarán disponibles la próxima semana para los centros sanitarios designados en la nación, y que tiene intención de entregar 50.000 tests diarios al sistema sanitario del país. Asimismo, espera producir en torno a cinco millones de test al mes.
Las pruebas son portátiles y pueden practicarse fuera de hospitales.
“La pandemia de COVID-19 será combatida desde frentes múltiples, y un test molecular portátil que ofrece resultados en minutos agrega un amplio rango de soluciones de diagnóstico que se necesitan para combatir el virus”, dijo el presidente de Abott, Robert Ford. El responsable subrayó que estos test pueden ser practicados en lugares de atención al paciente “fuera de las cuatro paredes tradicionales de un hospital en los puntos calientes del brote”.
Este viernes, el país, que registra el mayor número de contagios a nivel mundial, superó la barrera de los 100.000 casos detectados.
Según los datos de la Universidad Johns Hopkins, EEUU tiene 104.837 casos; seguido de Italia, con 86.498; y China, con 81.996.
Respecto al número de fallecidos, de acuerdo a esa fuente, al menos 1.581 personas han perdido la vida en el país norteamericano por el coronavirus.El estado de Nueva York concentra más del 40 % de los contagios documentados en EE.UU., con 44.970; seguido de su vecino, Nueva Jersey, con 8.825; y California, que acumula 4.569.
Hace seis días, la FDA autorizó el uso de emergencia de otra prueba para diagnosticar en aproximadamente 45 minutos COVID-19, fabricada por Cepheid. Al igual que la de Abbot, la de Cepheid puede ser usada en el punto de atención, lo que significa que los proveedores no tienen que enviar las muestras de los pacientes a un laboratorio separado para ser procesadas y luego volver al hospital o al consultorio del proveedor. Además, no se requiere que los usuarios tengan un entrenamiento especializado para realizar la prueba, y son capaces de funcionar de manera continua, dijo el presidente de Cepheid, Warren Kocmond, en el comunicado. La compañía no dijo cuánto costarán las pruebas.
Hasta el momento, la escasez de pruebas había sido uno de los desafíos de los Estados Unidos en su respuesta a la pandemia. Por eso, la Casa Blanca ha prometido que las pruebas se incrementarán a medida que más empresas privadas se sumen a la iniciativa.
El plan estímulo de Trump
El presidente rubricó este viernes el mayor paquete de estímulo económico de la historia del país, por valor de más de 2 billones de dólares, para contener el impacto económico de la pandemia. El plan, que representa alrededor de un 10 % del Producto Interior Bruto estadounidense, fue respaldado este viernes en la Cámara de Representantes, de mayoría demócrata, después de la aprobación el jueves en el Senado, controlado por los republicanos.
El paquete de estímulo fiscal es el triple del puesto en práctica en 2009 tras el estallido de la crisis financiera, que ascendió a 700.000 millones de dólares, e incluye una partida de cerca de 250.000 millones, que se reservará para efectuar pagos directos de 1.200 dólares a individuos y familias con una renta menor de 75.000 dólares al año, más 500 dólares por cada menor de 17 años.
Asimismo, se disponen 350.000 millones en préstamos para pequeñas empresas y otros 250.000 millones para ampliar los beneficios por seguro de desempleo.
También otorga 150.000 millones de dólares para apoyar las autoridades locales y estatales, y otros 130.000 millones para reforzar el sistema sanitario, que en algunos lugares, como el estado de Nueva York, comienza a estar saturado.
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