En un momento donde la carrera presidencial en Estados Unidos se encuentra prácticamente paralizada por la pandemia de coronavirus, el partido demócrata anunció que el senador por Vermont Bernie Sanders se impuso en las primarias en el exterior de los Estados Unidos. Sanders obtuvo el 57,9 por ciento de los casi 40,000 votos emitidos, contra el 22,7 por ciento del favorito en la carrera nacional, Joe Biden.
Sanders se impuso a su vez en América Latina y el Caribe, donde cosechó alrededor del 48 por ciento de los votos contra el 34 por ciento de Biden. Predeciblemente, el país que registro la mayor cantidad de votantes en la región fue México. De las 1.440 personas que concurrieron a las urnas, 616 (el 42 por ciento) se inclinó por Sanders, mientras que el 37,5 por ciento eligió a Biden.
En ningún otro país latinoamericano la cantidad de votantes llegó a los 1.000. En Ecuador, el total fue de 212, de los cuales 116 (54,7 por ciento) eligieron al senador de Vermont y 69 (32 por ciento) a Biden. En Chile, Colombia y Argentina, Sanders arrasó: se llevó el 69,7, 70,7 y 81,3 por ciento de los votos, respectivamente. También lo hizo en Brasil, aunque en menor proporción, llevándose el 58 por ciento de los 99 votos emitidos.
En Venezuela, en el centro de la política exterior regional debido a las constantes violaciones a los derechos humanos perpetradas por la dictadura de Nicolás Maduro, el ganador fue Joe Biden. No obstante, la votación en el país caribeño tuvo una particularidad: estuvo compuesta por una sola persona.
La votación tuvo lugar entre el 3 y el 10 de marzo. Y si bien los nombres de otros candidatos que luego abandonaron la carrera estuvieron presentes en las boletas -Elizabeth Warren, Michael Bloomberg y Pete Buttigieg, entre otros- ninguno recibió una cantidad de votos que se acercara a la de los dos contendientes principales.
De esta manera, el senador por Vermont se llevó 9 delegados para la carrera, elevando su total a 909. Pese a llevarse 4 delegados, Biden cuenta con un total de 1.125, una ventaja sustancial que logró con amplias victorias en estados decisivos desde que se impuso en Carolina del Sur, pocos días antes del 3 de marzo, cuando 15 estados votaron de manera simultánea en el evento conocido como “Súpermartes”.
De hecho, la distancia prácticamente irremontable llevó a Sanders a conceder que estaba “reevaluando” su campaña luego de que Biden se impusiera en la vasta mayoría de los estados que votaron desde el “Súpermartes”, incluídos los grandes premios de Florida, Michigan y Texas.
La carrera, no obstante, está paralizada por el avance del coronavirus a nivel global y sobre todo nacional: Estados Unidos es el país con la tercer mayor cantidad de casos positivos a nivel global, con casi 44.000, y las 560 muertes confirmadas lo ubican en el sexto lugar de esa lúgubre lista.
En consecuencia, ambos candidatos han suspendido sus campañas y enfocado sus esfuerzos en contribuir a mitigar el avance de la pandemia. Además, nueve estados y territorios han pospuesto sus votaciones como consecuencia del brote. La mayoría ha elegido el 2 de junio como nueva fecha, una semana antes del límite impuesto por el partido demócrata.
Sin embargo, Louisiana y Kentucky anunciaron que lo harán el 20 y 23 del mes, respectivamente, lo que echa un manto de dudas acerca del momento en el que el candidato será oficialmente ungido.
La pandemia, además, afecta la campaña de Sanders de dos maneras diferentes: impide que pueda revertir la tendencia electoral desfavorable con apariciones públicas y debates; y que celebre sus icónicos mítines de campaña conocidos por convocar miles de seguidores, algo que sus rivales no suelen lograr.
El avance del coronavirus ha relegado todos los asuntos de la agenda pública a segundos y terceros planos. Pero la carrera demócrata sigue en pie y todo indica que será Joe Biden quien enfrente a Donald Trump en las elecciones de noviembre.
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