El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, informó este martes de que los casos de COVID-19 en el estado, epicentro de la pandemia en EEUU, “suben si cesar” y ya son 25.665, al tiempo que pidió ayuda federal para aumentar los insumos y la maquinaria médica en el estado.
“La tasa de nuevas infecciones se está duplicando cada tres días aproximadamente. Este es un aumento dramático en la tasa de infección”, dijo Cuomo en su conferencia de prensa diaria sobre el virus, que provocó al menos 157 muertes en el estado.
El gobernador estimó que el estado llegará al ápice de la crisis más rápido de lo previsto, en 14 a 21 días, por lo cual es aún más imperativo conseguir más camas de hospital, máscaras, respiradores y personal médico, lo antes posible.
“Habíamos proyectado el ápice en 110.000 camas de hospital (...) Las nuevas proyecciones sugieren que se precisarán tantas como 140.000 camas de hospital. Así que aplasten la curva. No hemos aplastado la curva, y la curva en realidad está creciendo” pese a todas las medidas tomadas para aislar a la población, afirmó.
Lo más importante ahora es conseguir respiradores, aseguró Cuomo. Los hospitales del estado cuentan con 4.000 respiradores. Cuomo asegura que ha conseguido unos 7.000 de estos equipamientos caros, que cuestan unos 25.000 dólares, pero dijo que se precisan como mínimo 30.000 más.
“FEMA (Agencia Federal para el Manejo de Emergencias) está enviando 400 ventiladores. Lo vi en las noticias esta mañana. 'Estamos enviando 400 ventiladores a Nueva York’. ¿400 ventiladores? Necesito 30.000 ventiladores. ¿Quieren recibir palmaditas en la espalda por enviar 400 ventiladores? No están entendiendo la magnitud del problema", denunció el gobernador.
El gobernador aseguró que el resto del país debería ver a Nueva York como “un caso de prueba”.
"Nueva York va primero. Tenemos la tasa de infección más alta y más rápida. Lo que le está sucediendo a Nueva York terminará sucediendo en California, el estado de Washington y Illinois”, dijo.
Por eso, instó: “Les pido que ayuden a Nueva York para que se ayuden a ustedes. Salvando vidas aquí van a salvar vidas en sus comunidades”.
“Nadie está haciendo más tests que nosotros", dijo Cuomo y agregó que los hospitales comenzarán a usar nuevos medicamentos hoy, incluido un nuevo tratamiento aprobado por la FDA en el que se usará plasma de personas infectadas.
Cuomo también se refirió indirectamente a las palabras del presidente Trump, quien en una serie de tuits propuso que los ciudadanos retornen a las tareas y a la productividad para evitar que el freno de la economía sea absoluto y provoque una depresión “peor que la enfermedad” que la causó, en referencia al coronavirus COVID-19
“No nos hagan elegir entre cuidar salud y cuidar la economía. Podemos hacer las dos cosas”, dijo Cuomo.
Con su calma, su claridad, su franqueza y su sentido de la pedagogía, Cuomo se ha convertido en una figura clave de la lucha contra la pandemia en el país, más allá de su estado natal.
El gobernador se negó a criticar los tuits nocturnos del presidente, pero defendió las decisiones drásticas tomadas en Nueva York para luchar contra el coronavirus, aunque reconoció que habrá que hacer ajustes en el futuro.
“Soy consciente de que no es sostenible gestionar este estado o este país con una economía cerrada”, explicó.
“¿Existe una estrategia de salud pública que sea más productiva, menos destructiva para la economía?”, se preguntó Cuomo. “Creo que hay un punto en el que esas dos líneas se unen y hay que identificarlo”.
Las autoridades sanitarias repiten, por su parte, un mensaje en línea con las advertencias de Cuomo: lo peor está por llegar en Estados Unidos y aún no es hora de aflojar los esfuerzos.
Sin tratamiento médico a la vista, la única opción para vencer al coronavirus es mantener de forma duradera una restricción de los movimientos de los ciudadanos tan estricta como sea posible.
Casi uno de cada tres estadounidenses se ve afectado por una medida de confinamiento decretada por el gobernador de su estado.
Y aunque el retraso en el acceso a los test para detectar el coronavirus dificultó en un primer momento la evaluación de la pandemia en suelo estadounidense, ahora se sabe que su avance es alarmante.
“Quiero que Estados Unidos lo entienda: esta semana la situación va a empeorar”, avisó en el canal NBC el administrador de la salud pública, Jerome Adams, que instó a los ciudadanos a quedarse en sus casas.
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