El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este sábado que China mantuvo bajo reserva lo que estaba ocurriendo con el coronavirus, e indicó que desearía que hubieran informado antes para buscar soluciones.
“Desearía que nos hubiera dicho antes lo que estaba sucediendo adentro. No lo supimos hasta que comenzó a publicarse”, declaró Trump en una rueda de prensa junto al equipo de tarea sobre el coronavirus de la Casa Blanca, que lidera el vicepresidente Mike Pence.
Según el gobernante, de haber sabido con anticipación podían haber buscado una solución y lamentó que China haya sido “muy reservada” al respecto.
Trump subrayó que en cuanto tuvo conocimiento, ordenó los cierres, en alusión a las restricciones de entrada que impuso para viajeros desde China y posteriormente de Europa, lo que consideró como un hecho “positivo”.
“China no se ha beneficiado aquí, China ha perdido miles y miles de personas”, agregó en otro momento y luego de admitir que el pasado 24 de enero elogió el “trabajo duro” del gigante asiático en contra de este virus que, según el gobernante, ya afecta a 148 países.
“En ese momento estaban siendo transparentes”, alegó Trump, quien calificó de “extraordinaria” su relación con su homólogo chino.
El gobernante también negó que haya respondido tarde a la pandemia, después de que el diario The Washington Post publicara un informe en el que señala que las agencias de inteligencia estadounidenses emitieron advertencias en enero y febrero pasado sobre el peligro global que representaba el coronavirus.
La publicación indicó que el mandatario y los legisladores minimizaron la amenaza y no tomaron las medidas.
Este sábado, Trump anunció una serie de alivios que se buscarán otorgar a los estadounidenses que enfrenten problemas para pagar sus hipotecas o los créditos estudiantiles y habló de aplazar al 15 de julio, ya no el 15 de abril como se habían anticipado, el plazo para declarar impuestos, sin ningún tipo de sanciones o intereses.
Además, Pence dio a conocer que se han hecho “esfuerzos” para repatriar a unos 3.000 estadounidenses que se encuentran varados en el extranjero, quienes podrían ser trasladados con vuelos fletados por el Gobierno.
Los casos de coronavirus a nivel global son ya 266.073, con 11.184 muertes en 182 países, según datos de la Organización Mundial de la Salud publicados el sábado.
En los Estados Unidos hay más de 15.000 casos (entre confirmados y presuntos) y 201 fallecidos según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), aunque los cálculos de la Universidad Johns Hopkins apuntan a 19.931 contagiados en el país y 275 muertos.
El sábad, la Administración de Alimentación y Medicamentos de Estados Unidos autorizó la primera prueba rápida de diagnóstico del nuevo coronavirus, que da los resultados en unos 45 minutos. La próxima semana comenzarán los envíos de la nueva prueba, según ha informado la empresa californiana que la fabrica, Cepheid.
“En este momento de demanda creciente de servicios sanitarios, se necesita un diagnóstico para la gestión en tiempo real de pacientes que puedan ser evaluados para su ingreso en instalaciones sanitarias”, explica el jefe de Medicina y Tecnología de Cepheid, David Persing, según recogió la cadena CNN.
“Una prueba fiable llevada al lugar donde está el paciente puede ser un hito y ayudar a aliviar la presión sobre las instalaciones sanitarias ante la emergencia del brote del Covid-19 y que puedan gestionar los recursos de aislamiento respiratorio”, ha añadido Persing.
Con información de EFE y EuropaPress
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