La Administración de Alimentación y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) autorizó el sábado la primer prueba rápida de diagnóstico del nuevo coronavirus, que da los resultados en unos 45 minutos.
La agencia autorizó la prueba este viernes y la próxima semana comenzarán los envíos de la nueva prueba, según ha informado la empresa californiana que la fabrica, Cepheid.
“En este momento de demanda creciente de servicios sanitarios, se necesita un diagnóstico para la gestión en tiempo real de pacientes que puedan ser evaluados para su ingreso en instalaciones sanitarias”, explicó el jefe de Medicina y Tecnología de Cepheid, David Persing, según recogió la cadena CNN.
“Una prueba fiable llevada al lugar donde está el paciente puede ser un hito y ayudar a aliviar la presión sobre las instalaciones sanitarias ante la emergencia del brote del COVID-19 y que puedan gestionar los recursos de aislamiento respiratorio”, ha añadido Persing.
La prueba de Ceoheid es la decimotercera desarrollada para el COVID-19 que la agencia ha permitido en el mercado mientras exista la emergencia de salud pública. Sin embargo, es la primera que puede ser usada en el punto de atención, lo que significa que los proveedores no tienen que enviar las muestras de los pacientes a un laboratorio separado para ser procesadas y luego volver al hospital o al consultorio del proveedor.
Además, no se requiere que los usuarios tengan un entrenamiento especializado para realizar la prueba, y son capaces de funcionar de manera continua, dijo el presidente de Cepheid, Warren Kocmond, en el comunicado. La compañía no dijo cuánto costarán las pruebas.
Hasta el momento, la escasez de pruebas había sido uno de los desafíos de los Estados Unidos en su respuesta a la pandemia. Por eso, la Casa Blanca ha prometido que las pruebas se incrementarán a medida que más empresas privadas se sumen a la iniciativa.
Los laboratorios clínicos y de salud pública hicieron, hasta hoy, más de 195.000 pruebas, pero eso no incluye a los laboratorios de los hospitales que realizan sus propios testeos, dijo Brett Giroir, secretario adjunto de salud del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EEUU, durante una sesión informativa en la Casa Blanca el sábado.
Con información de EuropaPress y Reuters
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