Sin temor al avance del coronavirus, e ignorando las órdenes de las autoridades estatales, cientos de universitarios en Miami continuaron celebrando estos días el Spring Break -o vacaciones de primavera- en Florida’s South Beach.
El sábado pasado, un día después de que el presidente Donald Trump decretara en EEUU el estado de emergencia nacional por el avance del coronavirus, Dan Gelber, alcalde de Miami Beach, se dirigió a los estudiantes para anunciar que los días de Spring Break se habían acabado. A las 16:30 horas, se cerró gran parte de Florida’s South Beach y exigió a los jóvenes que regresaran a casa. Sin embargo, la mayoría desoyó la instrucción del edil.
Los universitarios simplemente movieron la fiesta a otra parte de la playa. Sin utilizar ninguna medida de protección, desafiaron a las autoridades y siguieron bailando y bañándose en la orilla y subiendo imágenes que han despertado en las redes sociales una gran indignación.
A pesar de los carteles colocados para advertir a los bañistas del riesgo de las reuniones masivas, las playas se encuentran completamente abarrotadas por grupos de estudiantes que no respetan la distancia de seguridad de un metro recomendada por la Organización Mundial de la Salud.
“Miami Beach es un destino popular para los estudiantes durante el Spring Break, pero con el cierre de escuelas y la expansión de las vacaciones de primavera, el flujo de visitantes es muy alto”, dijo el gestor municipal Jimmy Morales. “Sería irresponsable por nuestra parte no limitar las multitudes en estas áeras públicas. No solo por nuestros residentes y visitantes, sino por la salud y la seguridad de nuestros sanitarios. No podemos continuar poniéndoles en riesgo y pidiéndoles que se expongan a sí mismos a la posibilidad de contagiarse del virus”, añadió.
Ante el aumento de casos positivos en Florida, que este lunes se sitúa en 155, Morales decidió presentar las medidas de emergencia este fin de semana y cerrar el sábado a las 16:30 horas las playas públicas que se encuentran entre Seventh Street y Tenth Street, en South Beach. Además, abrió al tráfico de Ocean Drive, un paseo marítimo famoso por sus bares, restaurantes y hoteles.
Ahora, dada la respuesta de los estudiantes, el gestor municipal decidió cerrar una zona más amplia de South Beach: desde Fifth Street hasta Fifteenth Street, que permanecerán clausuradas hasta el 19 de marzo. Patrullas de policía vigilan que se cumpla la orden, y aquellos que violen el cierre podrían ser castigados con multas de USD 500 dólares, o enfrentar 60 días de cárcel.
“Florida no va a ser un lugar al que puedas salir hasta las 02:00 de la madrugada con 500 personas en algún bar. Esas reuniones presentan un alto riesgo”, dijo en conferencia de prensa el gobernador del Estado, Ron DeSantis.
En un email al alcalde, Dan Gebler, Morales advirtió que a los universitarios “no parece importarles el virus”, según informó el diario británico Daily Mail. A pesar de ello, destacó la importancia de aplicar las medidas.
Además del cierre de varios kilómetros de playa, se pidió a los restaurantes de la zona con capacidad para más de 250 personas no completar el aforo y reducir el número de comensales a los que atienden. Además, habrá un toque de queda en el Distrito de Arte y Entretenimiento de Miami, que irá desde las 23:00 horas hasta las 05:00 de la madrugada".
Según informó el Centro de Control de Enfermedades, del total de 155 casos positivos de coronavirus en el estado de Florida, muchos son adolescentes y veinteañeros, por lo que se suspendieron todos los eventos que superen un aforo de 50 personas. A pesar de esto, los spring breakers se han saltado las órdenes de las autoridades y han continuado con la fiesta en otras zonas de South Beach.
“Tienes una madre, tienes una abuela, y quizás una bisabuela", dijo el alcalde Gelber dirigiéndose a los estudiantes, en declaraciones citadas por Sun Sentinel. "Ese virus puede ser extremadamente peligroso para cualquiera de ellas”, dijo el alcalde Gelber dirigiéndose a los estudiantes.
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