Los clientes de Postmates, una empresa para el delivery de comida de innumerables restaurantes en 4.200 ciudades de los Estados Unidos, comenzaron a repetir un mensaje en la app: “Dejar en la puerta”. Otros enviaban una foto de los escalones o el árbol donde querían que el repartidor dejara su almuerzo o su cena. Para adaptarse a los tiempos del coronavirus, la startup de San Francisco y su socia Instacart, que hace compras en supermercados y las lleva a domicilio, comenzaron a ofrecer “delivery sin contacto”.
“Sabemos que siempre hay personas que, por razones de salud u otras, podrían preferir una experiencia de entrega a domicilio sin contacto, y creemos que esto le dará esa opción a nuestros clientes”, escribió Postmates en su blog corporativo. Los usuarios de la aplicación recibieron un correo electrónico en el que se les notificó sobre el nuevo servicio, Opciones de Entrega. “Cuando haces un pedido, aparecen tres opciones: entrega en la puerta, dejar en la puerta o encontrarse con el cliente”, explicó el texto, “por si te sientes mal o estás trabajando desde tu casa en pijama”.
Instacart había comenzado a explorar su opción Dejar en la Puerta “para proporcionar una opción más flexible a los clientes que no están en casa en el momento de la entrega”, informó por su parte. Al hacerlo, comprobó que las personas “usaban la función de muchas maneras más”: para que el timbre no despertara al bebé que al fin se había dormido, para no interrumpir lo que estaban haciendo o porque no se sentían bien para abrir la puerta, entre ellas. “Durante la última semana, en particular, observamos un aumento significativo en la adopción y el uso de la función”. Por lo cual ahora está disponible para todos los clientes.
Otras plataformas, como Grubhub y Uber Eats, informó Reuters, están haciendo lo mismo. “DoorDash también ha empezado a probar opciones de entrega mejoradas para poder pronto desplegar delivery sin contacto”, agregó. Por ahora, sugirió a sus clientes que indiquen en un mensaje o con una foto dónde quieren que se deje sus pedidos.
La tendencia, como el contagio, comenzó en China: Bloomberg Businessweek informó que las pioneras fueron las filiales chinas de McDonald’s y Starbucks: “Comenzaron a ampliar el uso de su delivery sin contacto el mes pasado a medida que los consumidores quedaban atrapados en sus casas, por lo general en bloques de apartamentos aislados”.
China tiene una enorme industria de delivery de comida, señaló la publicación económica. Con más de 500 millones de clientes, emplea a 3.000.000 de transportistas y genera USD 36.000 millones. “Meituan y Alibaba, las dos mayores empresas de delivery, se afanan por enfrentar las preocupaciones sanitarias, no sólo para proteger sus negocios sino también para asistir a millones de ciudadanos bloqueados por el gobierno”. En 2003, cuando fue la epidemia del síndrome respiratorio agudo grave (SARS), se había verificado un aumento de la demanda de entrega domiciliaria.
Sin embargo, las redes sociales amplificaban los temores y en los medios se informaba sobre el caso de un repartidor que trabajó durante 14 días sin mostrar síntomas, aunque su esposa, que desarrolló la enfermedad Covid-19, le había transmitido el nuevo coronavirus. “Muchos bloques de apartamentos han suspendido el acceso de entregas domiciliarias y algunas comunidades han restringido la entrada a todos los que no vivan dentro”, explicó Bloomberg. Al comienzo las órdenes cayeron y el costo del envío aumentó. Luego se desarrolló el delivery sin contacto.
Según una encuesta de Reuters, más del 30% de los consumidores de los Estados Unidos han dicho que no piensan salir de sus casas para ir a comer a restaurantes con la frecuencia que solían hacerlo, y de ellos el 13% evaluó que va a ordenar más entrega domiciliaria de comida.
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