El alcalde de la ciudad estadounidense de Nueva York, Bill de Blasio, declaró este jueves el estado de emergencia por el coronavirus, que ha dejado hasta el momento 35 muertos y cerca de un millar de contagiados, y ha alertado de que la crisis sanitaria podría “fácilmente” durar unos seis meses.
“Las últimas 24 horas han sido muy, muy aleccionadoras”, aseveró el edil durante una rueda de prensa. “Ayer por la mañana parece que fue hace mucho tiempo. Tenemos mucha información y va cambiando. Anoche parecía que el mundo se había vuelto del revés en tan solo unas horas”, expresó.
Tal y como ha manifestado, los grandes recintos como el Barclays Center y el Madison Square Garden podrían permanecer cerrados durante meses para contener el brote, según informaciones de la cadena local CNBC.
La declaración del estado de emergencia permite a la ciudad establecer toques de queda, suspender el transporte público, cerrar espacios públicos, racionar bienes, imponer restricciones a los precios o prohibir la venta de alcohol.
La localidad tiene por el momento 95 casos confirmados de COVID-19, de los cuales 42 han sido registrados durante las últimas 24 horas. Más de 1.780 personas están bajo cuarentena voluntaria y otras 29 han sido puestas en aislamiento de forma obligatoria. Está previsto que la próxima semana el número de casos confirmados sea de 1.000.
“No creo que para los que hemos trabajado siempre en la esfera pública haya habido una situación similar en la que recibimos nueva información constantemente y tenemos que hacer reajustes continuos”, indicó De Blasio.
Así, autorizó al 10 por ciento de la fuerza de trabajo de la ciudad, unas 35.000 personas, a trabajar desde casa “a corto plazo”. Otro 20 por ciento de los trabajadores de la ciudad seguirán trabajando de tal forma “escalonada”.
Poco antes, el gobernador del estado neoyorquino, Andrew Cuomo, prohibió las aglomeraciones de 500 personas en todo el estado “por ahora”.
(Con información de Europa Press)
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