La economía estadounidense dio una nueva prueba de su solidez en febrero con la creación de 273.000 empleos nuevos, contradiciendo las previsiones de los economistas, que esperaban un enlentecimiento, según datos del Departamento de Trabajo publicados este viernes.
La tasa de desempleo cayó a su vez al 3,5%, su nivel más bajo en 50 años y un 0,1% menos de lo previsto por los analistas.
La administración de Donald Trump revisó al alza los datos de diciembre, estimando que también ese mes se habían creado 273.000 nuevos puestos de trabajo, contra los 225.000 anunciados inicialmente.
Las cifras son una buena noticia para EEUU en medio de la debacle de las acciones de Wall Street, donde la epidemia de coronavirus ha vuelto a generar pérdidas.
Por su parte, el presidente Trump instó a la Reserva Federal a volver a bajar sus tasas y se mostró confiado en que los mercados bursátiles “van a repuntar”, en un momento de incertidumbre por el brote.
“La Fed debería recortar y lanzar más estímulo”, señaló después de que esta semana el emisor estadounidense recortara sus tasas de interés de referencia en 0,5 puntos de base por la incertidumbre sobre el nuevo coronavirus.
El mandatario estadounidense habló con la prensa después de firmar una ley para dotar de 8.300 millones de dólares la lucha contra el nuevo coronavirus.
Trump celebró los datos de empleo de febrero publicados este viernes, después de una semana de turbulencias en los mercados bursátiles, un indicador que el mandatario sigue con atención.
El jueves el Dow Jones de Wall Street cayó 3,6% y este viernes abrió con pérdidas de 2,6% en un momento en que los inversores están inquietos por la posibilidad de que la expansión del virus pueda lastrar la economía estadounidense, que depende mucho de la confianza de los consumidores.
Los temores sobre una debilidad de la demanda global de petróleo lastraron la cotización del barril de Brent a un nivel de 2007, una cota baja que el crudo no tocaba desde 2017.