A tres años y poco más de un mes de haber dejado el Salón Oval, el ex presidente de Estados Unidos, Barack Obama, sigue siendo el político demócrata más popular. Con una imagen positiva del 55 por ciento (sólo por detrás de su esposa, Michelle), lo que Obama diga o haga tiene peso.
Y eso lo entendieron los precandidatos a la presidencia por el partido demócrata. Joe Biden constantemente recuerda en su discurso que él es “Biden, de la fórmula Obama-Biden”, en una suerte de firma que le ha impuesto a su campaña. En los debates y en sus apariciones públicas menciona lo que él considera logros de la administración Obama como victorias en conjunto, pretendiendo generar una imagen de simbiosis entre él y su antiguo jefe.
El partido ha salido a apoyar a Biden de manera masiva. Ex competidores como Michael Bloomberg, Pete Buttigieg y Amy Klobuchar se suman a ocho senadores y 61 congresistas del partido que le han dado apoyo explícito a Biden. Pero nada se ha escuchado aún de boca de Barack Obama.
Bernie Sanders ha basado su campaña en la idea de que él no viene del ambiente de la política (pese a sus más de tres décadas en ejercicio de distintos cargos electos) y que no necesita el apoyo del partido porque asegura tener el apoyo del pueblo. Sin embargo, hoy ha lanzado un comercial en varios de los estados en donde habrá elecciones primarias en los próximos días, en el que se puede ver y oír al ex presidente Obama hablando bien de Sanders, diciendo cosas como: “Bernie es alguien que tiene la virtud de decir exactamente lo que piensa” o “gran autenticidad, gran pasión, un temerario”.
Los videos son grabaciones antiguas. Pertenecen a una entrevista de 2016 que Obama dio a un portal político, un discurso que dio en 2006 para apoyar la campaña de Sanders al Senado, y un fragmento del discurso que Obama brindó en la Convención de 2016 en el que no necesariamente está alabando a Sanders, sino que está motivando a los seguidores del senador a unirse a las filas de Hillary Clinton.
Biden y Sanders no son los primeros en utilizar su relación con Obama para promocionar sus campañas. Michael Bloomberg lanzó semanas atrás una pieza publicitaria en la que se lo podía ver también junto al ex presidente.
¿Por qué Obama se mantiene en silencio?
La tradición indica que los ex presidentes deben mantenerse al margen de la política partidaria hasta que haya una definición de quien será el nominado del partido. A excepción de casos particulares, como el de Bill Clinton cuando desde un primer momento apoyó la candidatura de su esposa, esto suele ser una regla no escrita en los partidos políticos estadounidenses.
Además de la tradición y, debido a las especulaciones que se generaron por la estrecha relación entre Biden y Obama tras ocho años juntos en la Casa Blanca, el ex presidente manifestó expresamente que no tomaría posición pública para no interferir en el proceso.
Pero en este ciclo electoral tan particular hay otras razones. En 2016 muchos seguidores de Sanders se sintieron estafados por el partido cuando Hillary Clinton terminó siendo la nominada. Esto se tradujo en que muchos de ellos no salieran a votar (varios estudios indican que 5 millones de personas que votaron dos veces por Barack Obama no se acercaron a las urnas en la elección general de 2016). Ese es un error que los demócratas no quieren repetir.
Por eso se está hablando de Barack Obama como el unificador del partido. En caso de que ni Biden ni Sanders consigan una mayoría directa de delegados y se llegue a una Convención dividida, Obama pudiera ser el mediador entre las partes para concentrar a todo el partido detrás de una figura.
El otro rol clave que Obama cumpliría en este ciclo es el de recaudador de fondos. Una vez escogido el nominado, el partido tiene que redoblar esfuerzos para conseguir donaciones que ayuden al candidato en la recta final enfrentándose a Donald Trump. Obama ha demostrado en el pasado tener grandes habilidades para recaudar dinero y los demócratas piensan utilizarlo para esta labor una vez más.
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