Bernie Sanders dijo el miércoles que la carrera primaria presidencial demócrata es “cabeza a cabeza” entre él y Joe Biden, pero que la suya es la única campaña que no está “respaldada por el mundo corporativo”.
Los comentarios llegaron un día después de que un resurgente Biden obtuviera 10 victorias en 14 estados del Supermartes, con Sanders imponiéndose en los otros cuatro. En una conferencia de prensa en su ciudad natal de Burlington, Vermont, Sanders acusó al ex vicepresidente de estar respaldado por decenas de multimillonarios, aunque dijo que lo conocía hace muchos años y que lo respetaba. “Es un hombre decente”, afirmó.
Luego ofreció algunos de sus contrastes más fuertes entre los dos, a través de una larga lista de políticas de Biden en materia de seguridad social y acceso a la salud, acuerdos comerciales y muchos otros temas importantes.
“El pueblo estadounidense tiene que entender que este es un tema de ideas diferentes, de dos pasados diferentes, de dos visiones diferentes sobre cómo avanzar”, dijo Sanders.
Los comentarios de Sanders llegaron poco después de que la campaña de Biden lo criticara por publicidad negativa centrada en el historial pasado del vicepresidente.
En otro de los momentos de la conferencia, Sanders fue consultado sobre un eventual apoyo de Warren a su candidatura, el senador por Vermont respondió: “Hablamos hace unas horas. Me dijo que no tomó ninguna decisión aún. Creo que es importante que respetemos los tiempos y la decisión de Warren, a quien conozco hace muchísimos años”.
Decepción e incertidumbre entre los fans de Sanders tras los resultados del supermartes
Gritos de alegría con el anuncio de resultados alentadores, abucheos o miradas inquietas con las victorias de Joe Biden: los partidarios del candidato que se reivindica “socialista”, esperaban una victoria clara en el supermartes, pero solo les quedó la certeza de que la batalla será durísima.
Reunidos durante más de tres horas en una sala de convenciones cerca de Burlington, en el estado de Vermont, feudo de Sanders, unas 3.000 personas que apoyaban al senador pasaron la noche del martes como en la montaña rusa.
Comenzó con alegría, cuando la pantalla gigante sintonizada en CNN anunció la victoria de Sanders en ese pequeño estado del noreste, uno de los menos poblados de Estados Unidos y último en importancia entre los 14 que participaron en el supermartes. Los fans agitaron eufóricos un mar de carteles azules y blancos con la leyenda “Bernie” para marcar el evento.
Pero esta victoria era altamente previsible, y las estimaciones que desfilaron luego en la pantalla ensombrecieron el clima: aplastante triunfo del ex vicepresidente Biden en Virginia y en varios estados del sur, incluido en Carolina del Norte donde varios sondeos hacían esperar una victoria de Sanders, con 78 años el candidato de mayor edad.
“Sin embargo estaba bien colocado en las encuestas”, dijo decepcionada Heidi Hanning, un ama de casa de 44 años que llegó con su marido desde el centro de Vermont y que apoya a “Bernie” desde 2016.
Luego se anunció el triunfo de Biden en el vecino Massachusetts, una cachetada para la presidenciable Warren, senadora por ese estado, pero una decepción también para Sanders, quien esperaba ganarlo tras haber organizado allí dos grandes mitines estos últimos días.
Finalmente Biden venció en al menos nueve estados de los 14 que votaron en un supermartes lleno de sorpresas, incluido un triunfo en Texas, estado clave en la contienda nacional, según resultados preliminares. Y este miércoles recibió el apoyo del ex alcalde de Nueva York Mike Bloomberg, que anunció su retirada de la carrera tras gastar más de 500 millones de dólares de su fortuna personal en campañas publicitarias. Biden ya contaba con el respaldo de sus exrivales Pete Buttigieg, Amy Klobuchar y Beto O’Rourke.
Sanders venció en Colorado y Utah, y lidera por su lado cómodamente en California, el estado más importante a nivel nacional y el más poblado del país, cuando el escrutinio alcanza 80% de los votos. Su triunfo, aún no oficial, lo confirmaría como el principal contrincante de Biden.
Wendy Simbers, de 58 años, empleada en los servicios sociales, dijo que le encantaría ver a Sanders en la Casa Blanca, pero que no está del todo segura de que eso vaya a ocurrir. “Pase lo que pase, sus ideas están ahora por todos lados”, agregó como consuelo.
Con información de AP y AFP
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