El abandono del joven precandidato Pete Buttigieg en la carrera por la nominación presidencial demócrata cambió este domingo el panorama para los contendientes, al reforzar las posibilidades de Joe Biden en su disputa con Bernie Sanders, ubicado más a la izquierda. El anuncio se produjo dos días antes de las primarias del supermartes, cuando los demócratas sean llamados a votar en 14 estados.
Si bien Buttigieg hacía campaña como una opción moderada entre el “establishment” del ex vicepresidente y las propuestas socialdemócratas del senador de Vermont, y las encuestas realizadas hasta el momento indican que sus votos se repartirían proporcionalmente entre los que siguen en carrera, esto perjudicaría principalmente a Sanders, quien actualmente lidera los sondeos nacionales y es quien ha salido vencedor en tres de los cuatro estados que ya votaron en la interna partidaria.
Las matemáticas entran en juego. Por más que el líder progresista sume algunos puntos tras la salida del joven ex alcalde de South Bend (Indiana), también lo harán otros candidatos, pero su efecto puede ser determinante para los más rezagados.
Políticos como Mike Bloomberg, Elizabeth Warren o incluso el propio Biden están al filo del 15% de los votos en varios estados que votan este martes. De no pasar esa barrera, no sumarán delegados, una posibilidad favorable para Sanders. Pero en caso de que sí superen el umbral, restarán posibilidades al líder de las encuestas, que buscaba separarse considerablemente del pelotón.
La mayor dispersión de votos y repartición de delegados aumenta notoriamente la posibilidad de que ningún candidato alcance la mayoría simple para la convención demócrata de julio: se necesita 1991 representantes de un total de 3.979 para asegurar la nominación y enfrentar a Donald Trump en noviembre. Si ningún candidato llega a la cifra, hay dos posibilidades: lograr un consenso entre los delegados o pasar a una segunda instancia, de los superdelegados, más ligados a la corriente tradicional del Partido Demócrata. Ninguno de los dos escenarios favorece a Sanders, que no reúne el consenso de los líderes históricos.
Joe Biden, ex vicepresidente de Barack Obama, ya había recobrado las esperanzas el sábado gracias a su gran victoria en la definición de Carolina del Sur. Después de decepcionar en las primeras tres elecciones de Iowa, New Hampshire y Nevada, el ex vicepresidente de Barack Obama finalmente logró detener la hemorragia el sábado, obteniendo con casi la mitad de los votos emitidos (48,4%), más del doble de Bernie Sanders (19,9%), quien quedó segundo. El retiro de Buttigieg le dará aún más aire.
“Es un gran impulso para nosotros”, dijo Biden el domingo a la cadena CNN, poco más de 48 horas antes de las gigantescas primarias del supermartes.
Como muchos observadores, Donald Trump consideró que Joe Biden será el gran beneficiario de la partida de Buttigieg. “Todos sus votos del supermartes irán al dormilón Joe Biden”, tuiteó rápidamente recurriendo a uno de sus apodos burlones para nombrar a sus adversarios.
Más de un tercio de los delegados (alrededor del 34%) que elegirán al candidato del partido en la convención demócrata a mediado de julio serán elegidos el martes. Con los otros aspirantes fuertemente rezagados, Biden se enfrenta a un oponente que ha recaudado casi el doble de la cantidad por su equipo de campaña (134 millones de dólares contra 70 millones) y tiene una red innegable entre los demócratas.
Superado en fondos y colaboradores por Sanders, Biden también ve como una amenaza a Michael Bloomberg, que ya ha gastado más de 500 millones de dólares en publicidad de campaña, una cifra nunca antes vista, y que se medirá por primera vez en las urnas el martes. Resta ver si es que el fuerte repunte en las encuestas que consiguió Biden en los últimos días en South Carolina responden a condiciones locales o es que el ex vicepresidente logró consolidarse como principal alternativa moderada frente al liderazgo del socialdemócrata.
Por su parte, Sanders mantiene el vigor de su campaña, con actos masivos de gran presencia juvenil. “Para vencer a Trump, vamos a necesitar la mayor participación en la historia de este país”, dijo Bernie Sanders, a ABC. “Y no creo que sea factible si no tienes un mensaje que resuene entre las clases trabajadoras y medias”.
(Con información de AFP)
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