Pete Buttigieg, el primer precandidato presidencial estadounidense abiertamente homosexual de un partido mayoritario, anunció oficialmente el domingo el cese de su campaña para convertirse en el rival demócrata de Donald Trump en las elecciones de noviembre.
“Nuestro objetivo siempre ha sido ayudar a unificar a los estadounidenses para derrotar a Donald Trump”, dijo a sus seguidores. “Debemos reconocer que en este punto de la carrera, la mejor manera de mantener la fe en esos objetivos (...) es apartarse y ayudar a unir a nuestro partido y nuestro país. Así que esta noche estoy tomando la difícil decisión de suspender mi campaña por la presidencia”, señaló.
Buttigieg era el más joven de una contienda demócrata liderada por hombres mayores de 70, y hace apenas un mes se perfilaba como el favorito en la bancada moderada del partido, después de ganar por un estrecho margen los “caucus” de Iowa, el primer estado en votar en las primarias demócratas.
Sin embargo, no logró ampliar su base de votantes y ganarse el apoyo de los latinos en Nevada o los afroamericanos en Carolina del Sur, donde este sábado quedó en cuarto lugar.
Sus perspectivas para el supermartes que se celebra dentro de dos días tampoco eran demasiado alentadoras, dado que las encuestas dan la victoria al senador Bernie Sanders en los grandes premios de California y Texas, y Buttigieg no aparecía con opciones de ganar ningún estado en los principales sondeos.
Su decisión fue toda una sorpresa, dado que en una entrevista a primera hora del domingo en la cadena NBC News, el ex alcalde había afirmado que planeaba seguir con su campaña y presentarse al supermartes, porque su mensaje ha “llegado a votantes” en todo el país. “Seguir adelante es lo mejor que podemos hacer por el país y por el partido”, aseguró Buttigieg en esa entrevista.
Su retirada promete beneficiar al resto de moderados que siguen en la carrera y en particular al ex vicepresidente Joe Biden, que este sábado recibió un impulso que su campaña necesitaba desesperadamente al ganar las primarias en Carolina del Sur.
También podría ayudar a la senadora Amy Klobuchar, que hasta ahora se había visto obligada a compartir con Buttigieg el perfil de precandidata del medio oeste y ahora podrá desarrollar ese argumento sin más obstáculos, aunque no está claro si será viable a largo plazo, dado que ha logrado menos apoyos que el ex alcalde.
La juventud de Buttigieg y su atípico perfil atrajeron a muchos votantes blancos moderados, que veían en él a un candidato de lo más completo: progresista, hijo de inmigrantes, veterano en la guerra de Afganistán, formado en Harvard y Oxford, y que además toca el piano y habla siete idiomas, entre ellos el español.
Su salida de la contienda, sumada a la de este sábado del multimillonario Tom Steyer, deja a seis precandidatos aún en carrera: Sanders, Biden, Klobuchar, la senadora Elizabeth Warren, el ex alcalde y magnate Mike Bloomberg, y la congresista Tulsi Gabbard.
Con información de AFP y EFE
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