El que una mascota se trague las pertenencias de su dueño puede ser un poco preocupante, afortunadamente para Shelby Ann Perry, la situación, aunque difícil, terminó en una anécdota de la que se puede reír.
Todo comenzó con un simple peinado: Shelby Ann se estaba tratando de peinar, sin embargo, el anillo de compromiso que recibió hace cuatro meses, se le atoraba en el cabello, por lo que decidió quitárselo por un momento, según el diario Daily Mail.
“Estaba tratando de trenzar mi cabello, pero se atascaba mucho en mi anillo de compromiso, así que me lo quité y lo puse en la mesa de noche que estaba a lado de donde estaba sentada”, explicó Shelby Ann Perry.
Fue entonces que la joven de 26 años se dio cuenta que su pug, llamado Patrick, tenía un objeto desconocido en el hocico, pero no pensó nada grave al respecto.
“Mientras me peinaba, noté que Patrick movía los labios como si tuviera algo en la boca. Él come cualquier cosa que esté en el suelo. Pero le encanta la atención y a veces simula estar masticando algo para que lo persigan”, narró la originaria de Atlanta, Georgia.
Al tratar de investigar qué estaba comiendo, el pequeño perro huyó para no ser atrapado y Shelby bromeó.
“Me acerqué para agarrarlo, y él se escapó. Literalmente dije ‘Espero que lo que comiste no te mate’. Después, volteé para ponerme el anillo y no estaba allí. Miré a todos lados y luego vi a Patrick y mi corazón se hundió. Inmediatamente pensé lo peor”, recordó.
Aunque esperaba que Patrick no fuera el culpable de la desaparición de su anillo, decidió llevarlo con el veterinario para asegurarse de que todo estuviera en orden. No obstante, las noticias que le dieron, no fueron muy alentadoras.
“Fui al veterinario, pensando que no había forma de que se lo hubiera comido. Pero solo quería estar segura. Pero el veterinario me dijo que el anillo estaba ahí. Yo estaba en shock. Cuando lo vi en la radiografía, estaba totalmente incrédula. Una cosa es escuchar al veterinario decir que está en su estómago, y luego verlo tan claramente lo hizo realidad”, expresó.
Fue entonces que le explicaron los siguientes pasos: el anillo era muy grande para poder pasar de manera natural, e incluso había un riesgo muy grande de muerte, por lo que tuvo que ser sometido a una endoscopia bajo anestesia general.
“Dijeron que es demasiado grande para pasar de forma natural, y debido a que tiene bordes afilados, podría perforar su interior y posiblemente matarlo. Mencionaron que una endoscopia era mucho más segura que la cirugía, por lo que hicieron el procedimiento y afortunadamente Patrick estaba bien. No tiene idea del drama que causó”, agregó.
Pero, a pesar de todos los esfuerzos, este no fue el final del drama debido a que cuando Shelby recibió su anillo de vuelta, a este le faltaban un zafiro y un pequeño diamante, por lo que se volvió a preocupar.
Por suerte, al regresar a casa, el prometido de Shelby, Alejandro Morales de 30 años, encontró la piedra más grande en el suelo de su hogar. Para poder recuperar la joya más pequeña, tuvieron que “forzar” los intestinos de Patrick, pero esto no funcionó.
“Estaba consternada cuando el veterinario dijo que faltaban dos piedras, pero afortunadamente mi prometido encontró el gran zafiro. Además, tenemos una garantía de por vida en el anillo de compromiso, por lo que lo enviamos para su limpieza y reparación. También cubre las piedras de diamantes más pequeñas que faltaban y que no pudimos encontrar, así que afortunadamente podremos reemplazarlas”, explicó.
Shelby y Alejandro se comprometieron en octubre del año pasado, después de haber sido novios por cinco años. Su boda está planeada para este agosto. Y, aunque no revelaron el valor monetario del anillo, sí explicaron que es una joya con un valor sentimental importante.
“Mi prometido eligió este anillo porque los lados parecen colibríes, mi abuela quien ya falleció, amaba los colibríes. Ella me crió y fue como una madre para mí, siempre la quise en mi boda, pero falleció en 2018 de cáncer. Entonces este anillo es muy especial y tiene mucho valor sentimental para mí”, declaró.
Shelby admitió que el contar la historia ya le causa risa, pero en ese momento fue una situación difícil de manejar. También, piensa que su pequeño acompañante buscó venganza debido a que fue sometido a una estricta dieta por parte de sus dueños.
“Fue un día muy estresante. Pero ahora puedo mirar hacia atrás y reírme de la situación. Creo que Patrick estaba un poco enojado conmigo porque tuve que ponerlo a dieta durante un par de meses, por lo que podría haber sido su venganza. Mi prometido y yo tenemos este dicho de que este es el mundo de Patrick y todos los demás solo viven en él. Definitivamente está muy consentido, pero es súper lindo y lo amo mucho” finalizó.
Pero, el tener un perrito tan consentido tiene un costo grande, ya que la pareja aún tendrá que lidiar con una cuenta de USD 2,500 (47,719 pesos mexicanos).
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