Paso a paso, reglas y particularidades del largo proceso de elección del presidente de Estados Unidos que acaba de comenzar

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Como lo manda la Constitución de los Estados Unidos de América, el primer martes de noviembre - 3 de noviembre - de este año se celebrarán las elecciones nacionales.

Simultáneamente se realizarán elecciones para elegir 13 gobernadores, correspondientes a 11 estados y dos territorios; 33 Senadores (un tercio de la Cámara) y la totalidad de los miembros de la Cámara de Representantes. También se votarán legislaturas estatales, consejos locales y cantidad de elecciones especiales y formas de democracia directa para resolver cuestiones puntuales en cada estado, condado y municipio.

Los 435 diputados que integran la Cámara de Representantes duran dos años en sus mandatos y representan a los 435 distritos electorales en que se dividen los 50 estados, a los que se suman seis delegados sin derecho a voto del Distrito de Columbia y otros territorios como Guam o Puerto Rico.

Elección Presidencial

La elección presidencial siempre es el centro de toda la atención, especialmente este año que comienza con un proceso de “impeachment” al Presidente que, si bien no tiene viabilidad jurídica para su remoción – el Senado está controlado por el Partido Republicano y se necesita el voto afirmativo de dos tercios de sus miembros – podría afectar el desempeño electoral de cara a la reelección. Por otro lado, las tendencias de la economía representan un fuerte sustento para las aspiraciones de reelección de Donald Trump.

Tradicionalmente la competencia electoral ha sido entre Republicanos y Demócratas, alguna vez ha sobresalido un candidato independiente como Ross Perot en 1992. Pero en realidad hay muchos partidos políticos en Estados Unidos que compiten por la presidencia. Tomando como referencia las elecciones de 2016, además de Donald Trump y Hillary Rodham Clinton, promovieron candidatos los partidos Libertario, Verde, Better for America, Socialismo y Liberación, Americans elect, de la Reforma y de la Constitución.

Es temprano para saber quiénes participarán en las elecciones de este año.

Las primarias

Para determinar quiénes van a competir se desarrollan complejos procedimientos llamados genéricamente primarias pero que, de acuerdo con las leyes o lo resuelto por los partidos en cada Estado, consiste en elecciones primarias o en asambleas partidarias llamadas caucus, unas u otras son sistemas por los que se eligen delegados del Estado a una Convención Partidaria Nacional de la cual surgirá la fórmula que competirá en las elecciones. Si bien no hay ley escrita que lo diga, en general el presidente en ejercicio que se encuentra en condiciones de ser reelecto, no compite por su candidatura. En este sentido los republicanos cancelaron varias primarias estatales cuando George H. W. Bush y George W. Bush buscaron un segundo mandato en 1992 y 2004 y los demócratas desecharon algunas de sus primarias cuando Bill Clinton y Barack Obama buscaban la reelección en 1996 y 2012. La competencia se centra, entonces, en el partido de la oposición.

El 3 de febrero comenzó la etapa de definición de las candidaturas en el Partido Demócrata, a través de la reunión de las más de 1600 asambleas (caucus) que se reunirán en precintos del Estado de Iowa; a partir de sus resultados, se reunirán las convenciones de los condados y finalmente elegirán a los 49 delegados del Estado de Iowa a la Convención Nacional Demócrata.

Las primarias alcanzarán un día de alta adrenalina un mes después, el 3 de marzo, en el denominado super martes en el cual tendrán lugar las primarias o caucus en Alabama, Arkansas, California, Colorado, Maine, Massachusetts, Minnesota, North Carolina, Oklahoma, Tennessee, Texas, Utah, Vermont, y Virginia además del voto de los registrados demócratas residentes en el extranjero. Aquí hay que destacar la presencia en este paquete de California y Texas, Estados que, junto con Florida son los más poblados de Estados Unidos y por lo tanto los que más delegados aportan a las Convenciones.

Con o sin competencia por las candidaturas, ambos partidos tendrán sus días de Convención. La Convención Nacional Demócrata se celebrará del 13 al 16 de julio en Milwaukee, Wisconsin; mientras que la Republicana tendrá lugar del 24 al 27 de agosto en Charlotte, North Carolina.

Pasadas las Convenciones partidarias y con los candidatos registrados, continúa la campaña electoral centrada en buscar el voto en cada uno de los Estados, y las estrategias de campaña difieren de estado a estado porque las elecciones presidenciales son indirectas y porque no existe una legislación uniforme para las elecciones. No obstante que estas se realicen el mismo día y para el mismo cargo, cada Estado tiene sus propias reglas electorales y sus propias formas de votar.

Debates presidenciales

Estados Unidos cuenta desde 1987 con una Comisión de Debates Presidenciales, una entidad independiente que, si bien fue iniciativa de dos expresidentes de los partidos demócrata y republicano, no está adscripta a ninguno de ellos, ni recibe financiamiento del gobierno ni de las campañas.

La Comisión invita a debatir a los candidatos que tienen una expectativa de voto según una serie seleccionada de encuestas que supera el 15%.

Este año tiene previsto organizar tres debates: el 29 de septiembre, el 15 de octubre y el 22 de octubre, en las Universidades de Notre Dame, Michigan y Belmont.

Organización Electoral: el padrón y la forma de votar

No hay un padrón permanente. Los ciudadanos deben registrarse para votar. En 37 estados y en el Distrito de Columbia (Washington ciudad) el registro se puede hacer “on line” en un plazo de entre siete y dos semanas previas a la elección. En 13 estados el registro para votar se puede hacer el mismo día de la elección.

Por estas razones, todavía no hay cifras de la cantidad de electores que se registrarán para votar, pero los antecedentes de 2016, última elección presidencial, son los siguientes: sobre una población de 245 millones de personas mayores de 18 años , de las cuales son ciudadanos (o sea elegibles para registrarse y votar) 224 millones, solo se registró el 70,3%, esto es 157 millones. De ellos, votaron 137 millones, o sea 87% de los registrados, pero solo 61.4 % de los ciudadanos con derecho a voto. Esos números no difieren demasiado de la elección de 2012.

En cada uno de los 50 estados y 6 territorios en que se vota hay distintas modalidades de hacerlo. En 53 de esos 56 casos, se vota con las tradicionales mesas de votación y también por correspondencia. En 3 estados (Oregon, Colorado y Washington [estado]) no hay mesas electorales y solo se vota por correspondencia. En 27 hay posibilidad de votar en forma anticipada y en los 56 los militares votan a distancia.

Entre los 47 estados que votan en mesas, también difieren los mecanismos para hacerlo de estado a estado, y en ciertos casos de condado a condado.

En 17 estados se utilizan exclusivamente boletas únicas de papel que el elector marca en un lugar predeterminado para expresar su preferencia. Las boletas se escanean para una lectura informatizada del voto. Dependiendo de la tecnología y los protocolos de la elección se escanean en el momento de depositar el voto – quedando registrado el mismo, al final de la jornada en el recinto electoral o, en un menor número de casos, luego de ser trasladadas a una ubicación central.

En 6 estados persisten en votar exclusivamente con sistemas de registro electrónico directo del voto mediante la señalización de la preferencia en una pantalla y almacenamiento del voto en una memoria interna (removible o no) del dispositivo, sin contar con un registro adicional de papel.

En 16 estados el sistema varía de condado a condado, utilizando o bien voto en boleta de papel y escaneo o un dispositivo de registro electrónico directo que, además, cuenta con una impresora que emite un registro en papel del voto (paper Trail) que se almacena y permite, no solo verificar la coincidencia entre lo señalado en la pantalla y el registro, sino efectuar un recuento en caso de conflicto.

En 8 Estados se vota, de acuerdo al condado que fuera, con el sistema de boleta de papel o con un sistema de registro electrónico sin registro impreso.

En el ticket presidencial, los votantes emiten votos para una lista de delegados del estado en el que votan al Colegio Electoral y es ese Colegio Electoral el que elige al presidente y al vicepresidente. El número de delegados de cada estado al Colegio Electoral se llama votos electorales.

No existe en los Estados Unidos ni una autoridad federal electoral ni lo que conocemos como escrutinio provisorio. Los votos populares y los votos electorales son contabilizados en cada condado y en cada estado y se difunden por los medios de comunicación, que son los encargados de brindar la información sobre los mismos.

El Colegio Electoral

La cantidad de miembros que aporta cada estado al Colegio Electoral es similar a la suma de Representantes y Senadores que el estado aporta al Congreso de los Estados Unidos y ese número se revisa después de cada censo decenal. La mayoría de los estados (48) se rigen por el principio de mayoría absoluta por lo que, sin perjuicio de los porcentajes de votos obtenidos por cada candidatura, el que gana – aunque sea por un voto – envía al Colegio Electoral el total de los que le corresponden al estado de que se trate. Solo dos estados siguen el sistema de representación proporcional a los votos obtenidos.

Este particular sistema produce el efecto observado en varias elecciones de divergencia entre el voto popular y el voto electoral, ya que en casos como 2016 una candidatura obtuvo una mayor cantidad de votos populares sin embargo, al aplicar estas normas, la otra obtuvo los votos electorales requeridos por la Constitución.

Para ser consagrado presidente y vicepresidente se requieren 270 votos en el Colegio Electoral; si ello no ocurriera, la Cámara de Representantes de los Estados Unidos seleccionará al presidente entre los tres candidatos más votados (en el Colegio Electoral), y el Senado de los Estados Unidos seleccionará al vicepresidente entre los dos candidatos más votados.

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