La Casa Blanca confirmó el ataque de Irán a las instalaciones estadounidenses en Irak e informó que Donald Trump se encuentra monitoreando la situación

La secretaria de Prensa Stephanie Grisham indicó que el gobierno de Estados Unidos está "consultando con su equipo de Seguridad Nacional

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Foto: REUTERS/Jonathan Ernst
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El gobierno de Estados Unidos confirmó en la noche del martes que Irán atacó instalaciones del país en Irak con “más de una docena de misiles” e informó que el presidente Donald Trump se encuentra “monitoreando la situación y consultando con su equipo de Seguridad Nacional”.

Minutos después, el Pentágono publicó un comunicado en el que explicó que “está claro que los misiles fueron lanzados por Irán y tuvieron como objetivo al menos dos bases militares, en Al-Assad y Erbil que albergan personal del Ejército estadounidense y de la coalición”. “Estamos trabajando para calcular los daños iniciales”, agregó.

El documento indica a su vez que “durante los últimos días y en respuesta a las amenazas y acciones de los iraníes, el departamento de Defensa ha tomado todas las medidas apropiadas para salvaguardar al personal y a sus socios”.

“Estas bases se han mantenido en un nivel alto de alerta debido a indicaciones de que el régimen iraní planeaba atacar nuestras fuerzas e intereses en la región. Mientras evaluamos la situación y nuestra respuesta, tomaremos todas las medidas necesarias para proteger y defender al personal de Estados Unidos, así como sus socios y aliados en la región. Debido a la naturaleza dinámica de la situación, continuaremos proveyendo actualizaciones a medida que se encuentren disponibles”, agrega.

La Guardia Revolucionaria iraní ya se había arrogado la autoría del ataque minutos antes. “Los valientes soldados de la unidad aeroespacial del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Iraní lanzaron un ataque exitoso de decenas de misiles contra la base militar de Al Asad en nombre del mártir Qassem Soleimani”. Además, las autoridades militares iraníes a través de un comunicado llamaron a Estados Unidos a no responder “si no quieren una respuesta aún mayor”.

En la misma comunicación oficial, la Guardia Revolucionaria sumó una advertencia a los aliados de EEUU en la región: “Si lanzan ataques desde sus países contra Irán, serán objeto de represalias”, expresa.

Altos funcionarios del gobierno estadounidense confluyeron en la Casa Blanca como consecuencia del ataque. Entre ellos se cuentan los secretarios de Defensa y Estado, Mark Esper y Mike Pompeo, y el jefe del Estado Mayor conjunto, Mark Milley. Todos se retiraron horas después.

Por la noche, CNN, consignó que funcionarios del Gobierno estadounidense se encontraban realizando preparativos de urgencia para que el Presidente enviara un mensaje televisado del Salón Oval. Sin embargo, la posibilidad luego fue descartada.

Por su parte, Pompeo envió un cable a todas las misiones diplomáticas en el exterior con la orden de no reunirse con opositores iraníes sin aprobación explícita, alegando que podría exacerbar las tensiones con el régimen. “Contacto directo del gobierno de Estados Unidos con estos grupos podrían ser contraproducentes para nuestra política de buscar un acuerdo exhaustivo que aborde el comportamiento desestabilizador del régimen”, indica el cable, obtenido por CNN.

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